¿Cuáles son los verdaderos objetivos y motivaciones del gobierno de Trump al elaborar un plan para transferir permanentemente a palestinos a Libia?
(last modified Tue, 20 May 2025 11:59:03 GMT )
May 20, 2025 11:59 UTC
  • La cabeza de la estatua de Medusa en Leptis Magna, Libia, según la mitología griega, podía convertir en piedra a cualquiera que mirara sus ojos.
    La cabeza de la estatua de Medusa en Leptis Magna, Libia, según la mitología griega, podía convertir en piedra a cualquiera que mirara sus ojos.

Pars Today – El gobierno de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, está preparando un plan para transferir de manera permanente a un millón de palestinos desde la Franja de Gaza hacia Libia.

NBC News, citando a fuentes bien informadas, informó que el gobierno de Trump está trabajando intensamente en un plan para reubicar permanentemente a un millón de palestinos residentes en Gaza hacia Libia. Como parte de este plan, Estados Unidos liberaría miles de millones de dólares en fondos libios actualmente congelados, a cambio de que Libia acepte a los refugiados palestinos.

Según Pars Today, el plan actual propuesto por el gobierno de Trump para reubicar permanentemente a un millón de palestinos puede considerarse como la continuación de una política que Estados Unidos e Israel ya habían promovido antes bajo el nombre de “traslado de palestinos a otros territorios”, un plan que enfrentó una amplia oposición de países vecinos y de numerosas naciones e instituciones internacionales.

Sin embargo, el anuncio de este nuevo plan para trasladar a los gazatíes a Libia demuestra que la administración Trump sigue buscando alternativas para implementar el desplazamiento forzado de los palestinos residentes en Gaza. A pesar de la oposición de los palestinos y de muchos países del mundo, insiste en ejecutar este plan como una “solución” para poner fin a la guerra en Gaza y cumplir con los deseos de Israel.

Mientras tanto, el portavoz de Naciones Unidas declaró oficialmente hace unas semanas que nos oponemos a cualquier plan que implique el desplazamiento forzado de palestinos desde Gaza o cualquier forma de limpieza étnica.

Por su parte, el movimiento HAMAS ha reiterado en múltiples ocasiones el derecho del pueblo palestino a permanecer en su tierra, rechazando categóricamente cualquier iniciativa de traslado o deportación.

Recientemente, Sami Abu Zuhri, uno de los líderes de HAMAS, señaló que los repetidos comentarios del presidente estadounidense sobre el desplazamiento forzoso de gazatíes bajo excusas como la “reconstrucción de la Franja de Gaza” forman parte del persistente apoyo de EE.UU. a los crímenes contra el pueblo palestino. Enfatizó que estos proyectos son inviables y sin resultados. Lo que el régimen sionista no ha podido lograr con la fuerza, tampoco lo conseguirá mediante juegos políticos.

Uno de los objetivos históricos de Israel y sus aliados, incluido Trump, ha sido eliminar el tema de los refugiados palestinos de la ecuación política. Este asunto ha cobrado mayor relevancia durante la guerra en Gaza y las políticas agresivas de Israel durante el último año, manifestándose de diversas formas.

Sin embargo, Ahora, la cuestión del traslado de los palestinos que viven en Gaza a Libia es un plan nuevo y particularmente importante. Una de sus características más alarmantes es la elección de Libia como destino, un país que lleva más de una década sin una estructura política estable.

Libia, tras la caída de Muamar el Gadafi en 2011, ha entrado en un ciclo de caos e inestabilidad sin que se haya formado un gobierno central confiable. El control de distintas regiones del país está dividido entre milicias armadas y facciones políticas rivales, y después de más de una década, Libia aún no ha visto la estabilidad.

En este contexto, el reasentamiento de población palestina podría realizarse sin encontrar una resistencia significativa, y tendría consecuencias internacionales limitadas para Washington y sus aliados. Además, desde el punto de vista financiero, el gobierno estadounidense ha prometido desbloquear los fondos congelados del país.

Estos fondos, confiscados bajo sanciones de la ONU tras el colapso del régimen de Gadafi, son cruciales para el pueblo libio, y su liberación representaría un acceso vital a recursos económicos.

En realidad, Estados Unidos busca utilizar esta herramienta financiera para crear un intercambio político a cambio de “albergar” a palestinos, el gobierno libio o las facciones influyentes del país obtendrían acceso a sus fondos congelados. Se trata de un trueque político que, lejos de resolver la crisis libia, podría profundizar aún más sus divisiones internas.

Por otro lado, el traslado de palestinos desde Gaza a un país lejano como Libia representa un paso hacia el control absoluto de Israel sobre la Franja de Gaza.

Esta reducción de la población gazatí facilitaría la implementación de proyectos israelíes, ya sean de “desarrollo” o seguridad, en el territorio. Además, al desplazar a una parte significativa de los habitantes de Gaza considerados una base humana potencial para la resistencia, esta amenaza disminuiría considerablemente. De esta forma, con el respaldo de Estados Unidos, Israel podría ejercer un dominio aún mayor sobre la región.

En realidad, el anuncio de este nuevo plan para trasladar palestinos a Libia vuelve a demostrar que el gobierno de Trump y sus aliados siguen intentando socavar el principio del “derecho al retorno” un pilar fundamental de la lucha palestina que fue confirmada en la Resolución 194 de la Asamblea General de la ONU en 1948.

Aunque el plan de trasladar palestinos de Gaza a Libia se encuentra en fase de estudio y negociación, los detalles filtrados revelan una clara orientación por parte del gobierno de Trump.

Basem Naim, alto funcionario de HAMAS, declaró desconocer dicho plan y afirmó que los palestinos están profundamente arraigados a su tierra y comprometidos con ella. Están dispuestos a luchar hasta la muerte y a sacrificarlo todo para defender su territorio, sus familias y el futuro de sus hijos. Los únicos con derecho a decidir sobre el destino de los palestinos, incluidos los gazatíes, son los propios palestinos.