Ago 06, 2020 09:55 UTC

Parstoday- Entrevistador (E): Hola qué tal queridos oyentes bienvenidos a un nuevo programa de Entrevistas, que trasmitimos los domingos y miércoles; este programa se ocupa de política internacional sobre temas que muchas veces ciertos medios masivos no tocan. Ahora vamos a consultar al analista político Luis Pino (LP), quien, desde Venezuela, aborda una reciente decisión que deja sin efecto la proscripción del movimiento político que acoge al correísmo en Ecuador.

En contexto, a tan solo una semana de las elecciones primarias y a siete meses de las presidenciales, el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) de Ecuador revocó la resolución del Consejo Nacional Electoral (CNE), que había suspendido al partido del expresidente Rafael Correa, Fuerza Compromiso Social, y a otras tres organizaciones políticas.

Señor Pino, ¿cómo ve el panorama político en el país volverá Rafael Correa al poder?

LP: Saludos para todas y para todos. En relación con los hechos que están aconteciendo en la hermana República del Ecuador debemos señalar lo siguiente; en primer lugar, celebrar la decisión del Tribunal Contencioso Electoral (TCE), por vía del juez que dictó la medida, para restituir los derechos de cuatro organizaciones electorales en Ecuador, entre ellas, Fuerza Compromiso Social, que es el movimiento que lidera el expresidente Rafael Correa; pues bien, ante este hecho, por supuesto, se abren nuevas posibilidades a este grupo que se autodenomina progresista, liderado por Rafael Correa, y se abren esperanzas, tanto para el pueblo de Ecuador, como una opción más para la salida de todo lo que ha representado Lenin Moreno, en su gestión y en su actual gobierno, que le ha hecho daño a la sociedad y prueba de ello es el daño causado, que es un genocidio expreso por omisión, o es decir, dejar de hacer cosas contra el pueblo del Ecuador, pero también representa un esperanza para la liberación del ex vicepresidente Jorge Glas, a quien han metido en la cárcel con expedientes amañados, con bulos a la justicia, con trampas, solo por una decisión caprichosa del actual mandatario Lenin Moreno… Ojalá que con el regreso de Rafael Correa den ese paso hacia delante y pasen del progresismo hacia el socialismo.

E: Aprovechando que hablamos de América Latina y sus fuerzas políticas, señor Pino, en general, ¿cómo ve el mapa político en América Latina, cual corriente se afianza, la derecha o la izquierda?

LP: En relación con las perspectivas para la América Latina y el Caribe, si se avizora o se ve alguna perspectiva para el agrupamiento o fortalecimiento de la izquierda o la derecha, quisiera ser enfático en lo siguiente: En América Latina no se está dando una perspectiva de reafirmamiento, afianzamiento, de la izquierda. Todo lo contrario, con la mascarada del progresismo se está entornillando del capitalismo. Vemos, en el caso de Bolivia, Evo Morales, siendo de origen humilde, de los pueblos originarios, rescató el sentido de los pueblos originarios. En Uruguay, vemos hoy una derecha oprimiendo y gobernando. Tampoco lo hay en Argentina, donde no se ve perspectiva de cambios profundos con el actual mandatario que se predica progresista. Los progresistas siempre buscan la amistad de la izquierda, igualmente ha sucedido y seguirá sucediendo por el camino que va el Ecuador, no se ve perspectiva de cambios profundos; es decir, se sigue reafirmando el estado burgués, ¿por qué? Porque, con el progresismo, quienes enarbolan esa bandera del progresismo lo que están haciendo es justificando el capitalismo del estado burgués y legitimando, sobre todo, desde la vía reivindicasionista. Los gobiernos que se predican incluso de izquierda, también empiezan a coquetearle al progresismo; de tal manera que lo que se está dando un reacomodo del capitalismo. El capitalismo a nivel mundial está buscando su reacomodo en los cinco continentes. En Europa vemos como se ha afianzado. Solo que el capitalismo va desde las formas más vulgares, como es el fascismo o neonazismo, como en los Estados Unidos o países de Europa, entre ellos Francia; es decir, formas extremas de gobierno de derecha, como formas muy sutiles, con guantes de seda, que se están dando a partir de los llamados movimientos progresistas, y finalmente, debo señalar que nadie en este planeta Tierra puede construir el socialismo con las reglas del capitalismo. Ningún gobierno que se ha presentado como progresista en América Latina y el Caribe ha pretendido o ha intentado cambios profundos en la estructura del Estado.

E/NL    

 

 

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