Relator especial de DDHH; dobles discursos de Occidente y engaño político

ParsToday – El Consejo de Derechos Humanos del Poder Judicial iraní emitió el 2 de marzo un comunicado que condena los pronunciamientos incorrectos y alegatos irreales de Javid Rahman, relator especial de las Naciones Unidas para la situación de los derechos humanos en Irán.

“Las repetitivas entrevistas de Rahman con distintos medios, en particular a la cadena británica de BBC, rompen el marco que se ha definido para el relator”.

Al subrayar que el nombramiento de relator especial para Irán carece de toda justificación legal y lógica, la nota reza: “Si el Alto Comisionado de Derechos Humanos (ACDH) no puede impedir a Javid Rahman a cometer infracciones de conducta, Irán reconsiderará su amplia cooperación con el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDHNU)”.

Hoy por hoy, uno de los temas que mantiene una estrecha relación con la opinión pública de las naciones y los organismos internacionales, es el de los derechos humanos. Un tema del que la Asamblea General de la ONU (AGNU) tomó nota tres años después de la fundación de la misma aprobando el 10 de diciembre de 1947 la Declaración Universal de Derechos Humanos, que tenía como objetivo garantizar derechos y libertades iguales para todos los pueblos del mundo. Pero pese a todas las firmas puestas por los países del mundo al pie de la citada declaración universal, los derechos del hombre se han convertido en un instrumento para sacar adelante objetivos políticos.

Robert Fantina, investigador y activista de la paz y la justicia social, dice sobre los dobles discursos de derechos humanos: “Al hablar de los DD.HH., primero hay que ver qué significan. La Declaración Universal de Derechos Humanos la aprobaron 48 países, incluido EE.UU. En este documento se mencionan con detalles los principios de los DD.HH., que deben ser respaldados a nivel internacional. Pero EE.UU. ni siquiera cumple con esta declaración, ratificada por los países occidentales”.

El atropello cotidiano de los DD.HH. por parte de Washington y el apoyo a regímenes infanticidas como el israelí y el saudí, forman parte del historial estadounidense que afirma defender dichos derechos.

Este doble rasero han debilitado la confianza del mundo en los mecanismos internacionales, incluyendo el Examen Periódico Universal (EPU) de los DD.HH. y han cuestionado su eficacia en los tiempos necesarios. El mecanismo EPU se estableció con el objetivo de contribuir a mejorar los índices de DD.HH. en todos los países, pero el nombramiento de relator especial, que se aplica solo a unos pocos países, apunta a un selectivo y doble enfoque en materia de DD.HH. Dicho de otra forma, hay que decir que el CDHNU, como una fuente de honor de esta organización, con medidas selectivas se ha convertido en la práctica en una herramienta política para ciertos países occidentales propugnadores de los DD.HH.

Mirada selectiva y ejercer dobles estándares en los informes de DD.HH. contra Estados independientes, constituye una doble vara de medir y un engaño político, lo que ha puesto en tela de juicio la credibilidad y el desempeño de las instituciones de derechos humanos.

En discurso pronunciado el pasado 23 de mayo, el Líder Supremo de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, se refirió a casos tales como: Quemar a los miembros de la secta davidiana en EE.UU. bajo la Administración Bill Clinton; cruel tortura de los reclusos en las prisiones de Guantánamo y Abu Ghraib en Irak y otra estadounidense en Afganistán; libertad de vender armas en EE.UU. por los intereses de fábricas de armamento; conducta brutal de la policía norteamericana contra los negros; el papel efectivo de EE.UU. en la creación y el apoyo al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe); apoyar al régimen israelí en la matanza de los palestinos, incluyendo la matanza en la franja de Gaza; y el respaldo a los saudíes en la masacre de los yemeníes y la represión de los bareiníes. El Guía Supremo subrayó: si la ONU es verdaderamente la ONU y no depende de EE.UU., debe atender estos casos con seriedad y compensar sus negligencias del pasado.