Puigdemont avisa a Sánchez que los votos independentistas tienen un precio
"El periodo de gracia se acaba, también para Sánchez", ha advertido Carles Puigdemont a su vuelta a Bruselas, tras la retirada de la orden de detención europea que pesaba sobre él.
Los votos independentistas que garantizaron la elección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno tienen un precio y el líder catalán se lo ha recordado al socialista. "No puedes pedir los votos para ser presidente y después no actuar en consecuencia", ha recordado el político catalán, que ha reclamado a Pedro Sánchez que pase "de los gestos a los actos" y que cumpla con "su deber".
Para el president de la Generalitat, Quim Torra, que ha acompañado a Carles Puigdemont en Bruselas, los actos pasan necesariamente por el reconocimiento de la autodeterminación de Cataluña. "La forma de resolver el problema es votando", ha puntualizado Torra. "La vía prioritaria, la mejor para todos, para ejercer esta soberanía es llegar a acuerdos. Y es ahí donde estamos", ha dicho el ex president. Pero advierte, la cuestión de la soberanía "es irrenunciable" y la vía unilateral no está descartada.
"A todo presidente electo, se le concede un periodo de gracia y hay un pacto no escrito para dejar que se instale, que respire y se exprese", ha explicado Puigdemont, "pero esto no es un cheque en blanco ni para el presidente Sánchez ni para nadie". Ahora, entiende el líder independentista, la pelota está en el tejado del presidente del Gobierno. "Todos estamos esperando la receta Sánchez ante lo que él ha reconocido que es un problema político", ha insistido Puigdemont.
Han pasado cuatro meses y cuatro días de la detención de Carles Puigdemont en Alemania, nueve desde que huyera de la justicia española camino de Bélgica, pero el discurso del líder independentista no ha cambiado un ápice. Carles Puigdemont se ha dado cita con el president de la Generalitat, Quim Torra, en Bruselas para coordinar la estrategia de internacionalización del procés que su detención en Alemania dejó en suspenso y en la que sigue confiando a pesar de los portazos de las capitales europeas.
El ex president ha confirmado que son muchas las peticiones que tiene en su agenda, que no ha decidido aún cuál será su próximo destino, pero que está comprometido a ir a "todas los rincones de Europa" a explicar la causa catalana, denunciar la represión española y demandar la liberación de los políticos presos y los exiliados.