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La empresaria alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein aseguró al comisario Villarejo haber actuado como testaferro del rey emérito

La Oficina Antifraude de la Agencia Tributaria certificó al juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea que el rey emérito Juan Carlos I no dispone de cuentas en el extranjero a su nombre. El instructor requirió al fisco hace unos días que le certificase si el padre del actual monarca Felipe VI disponía de cuentas fuera de España antes de dar el paso de archivar el asunto conocido como ‘pieza Carol’ en el marco de la ‘Operación Tándem’.

El juez decidió abrir una pieza tras hacerse públicas unas grabaciones en las que la empresaria alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein aseguraba al comisario de Policía José Manuel Villarejo que el rey emérito la usó como testaferro y que tenía cuentas en Suiza a nombre de su primo.

Estas grabaciones fueron publicadas por los diarios El Español y Ok Diario. A raiz de su difusión, el magistrado decidió abrir una pieza separada dentro de la investigación que había llevado a Villarejo a prisión en noviembre. La Unidad de Asuntos Internos de la Policía encargada del caso ya había localizado esas grabaciones dentro del material incautado en su domicilio. Sin embargo, todavía no había comenzado con su análisis.

Fue tras la publicación que se aceleró toda la investigación y el juez decidió judicializarlo. Tres meses después, De Egea ha optado por dar carpetazo al asunto tras la práctica de alguna diligencia. Lo primero que hizo fue tomar declaración a Villarejo, que se negó a declarar.

Después, el instructor requirió a la ONIF que le comunicara si Juan Carlos I podría tener cuentas fuera de España para ver la credibilidad de la empresaria alemana, con quien mantuvo una relación de amistad. Es más, el propio magistrado señala la fecha de la grabación en mayo de 2015, en el domicilio de la alemana en Londres, “habiéndose producido la ruptura de la relación de amistad que mantuvo con Juan Carlos I”.

De Egea explica que no se puede seguir una investigación únicamente con las expresiones de la empresaria alemana, y sin ninguna otra prueba. Sostiene que de todos los documentos analizados por la Policía “no hay dato añadido que justifique las manifestaciones”. “Ni tampoco Corinna aportó documentación en la que pudiera fundamentar las alegaciones efectuadas en la conversación”, recoge el auto por el que archiva el asunto.

Así, destaca la contestación remitidas por la ONIF el pasado 4 de septiembre, “deducida al requerimiento de éste Juzgado, al objeto de que informarse sobre la titularidad de las cuentas de Juan Carlos I”.

Según fuentes jurídicas, el instructor estaba esperando la respuesta de la Agencia Tributaria para dar carpetazo al asunto. Sin embargo, finalmente esperó a que la Fiscalía Anticorrupción le informara por escrito la solicitud de archivar parte de la causa. El Ministerio Público apoyaba que se cerrara algunas de las partes de la conversación de Corinna al no aportar datos fehacientes pero apoya seguir investigando.

Concretamente, los fiscales apuestan por iniciar diligencias de investigación sobre el posible pago de comisiones ilegales para la adjudicación del AVE a La Meca. La empresaria alemana aseguraba a Villarejo que el rey emérito habría cobrado parte de esas comisiones, que podrían ascender a los 100 millones de euros.

En la fecha que Corinna dice que Juan Carlos recibió ese dinero era Rey de España y, por tanto, sus actos son inviolables, lo que significa que en ningún caso podría ser investigado. Sin embargo, sí se puede investigar como un delito de cohecho internacional el pago de comisiones por parte de empresarios a cambio de la adjudicación de la obra.