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El ministro asegura que el conseller Maragall “nos está ayudando bastante en la causa antiindependentista

El ministro de Exteriores, José Borrell, se ha mostrado especialmente prudente en esta ocasión a la hora de referirse a la política doméstica, pero aun así ha arremetido contra los sectores independentistas, a quienes ha atribuido una “confusión” y “un lío interno terrible”. De hecho, ha insistido en su opinión de que al final, tanto ERC como el PDeCat se avendrán a votar los presupuestos generales del Estado porque les conviene, aunque esta vez no ha usado las formas que usó en el Congreso cuando retó a los interlocutores a apostarse algo en ello. Además, el ministro ha cargado contra el conseller de Exteriors, Ernest Maragall, a quien ha agradecido con sorna su ayuda “en la causa antiindependentista” tras sus palabras en una entrevista en la BBC.

En declaraciones a Antena 3, Borrell ha insistido en su impresión de que los presupuestos tendrán el beneplácito de los partidos independentistas porque para ellos es mejor que al frente del Gobierno estén los socialistas en lugar de PP o Ciudadanos, y porque también supone beneficios económicos y en términos de financiación para Catalunya que sin esos presupuestos no se podrían aplicar. “Cuando digo que es en su propio interés es porque conviene a Catalunya”, ha matizado el ministro, que sin embargo no ha abundado en su apuesta lanzada en una comisión del Congreso.

Borrell ha lamentado que se cogiera solo esa frase en la que lanzaba su envite sin haber recogido toda la argumentación previa. Eso hace que cada vez que salgo “me critican de manera especialmente intensa”. Pero también ha encontrado motivos para que arrecien las críticas contra los independentistas de quienes ha apuntado que “un día uno dice una cosa y otro día dicen otra”. De hecho ha puesto algún ejemplo, como el hecho de que el president Torra diga un día “que a Sánchez ni agua” si no hay un gesto hacia los presos y se acepta la autodeterminación y otro, el portavoz del PDeCat diga que no tiene nada que ver los presupuestos con lo demás. “Tienen un lío interno terrible”, ha concluido.

Sus críticas también se han extendido a la gestión del conseller Maragall, que este lunes inauguró la delegación catalana en Roma. Al respecto, Borrell ha pedido no llamar embajadas a estas delegaciones para “no entrar en la estructura mental del independentismo”. Tras incidir en que estas delegaciones “han dado instrumentos de agitación y propaganda”, ha asegurado que el conseller “nos está ayudando bastante en la causa independentista”. El ministro se refería a las palabras de Maragall en su última entrevista en la BBC en la que sostenía que si no se superaba el 50%, el independentismo no podría buscar apoyo internacional.

“Es muy fuerte. Se han pasado años pidiéndolo y ahora dicen que con el 47% no tienen derecho a hacer lo que estaban haciendo. ¿Cuándo se enteró usted de que tenían el 47% de los votos?”, ha recriminado el ministro a Maragall. Borrell ha señalado entonces que el independentismo nunca ha pasado del 47% “en todas elecciones donde se ha podido votar con garantías”. Y aunque “son muchos, din duda, no son siquiera la mitad más uno”, ha evidenciado. Por tanto, el titular de Exteriores se ha alegrado de que el independentismo “reconozca que no tienen derecho de ir por el mundo pidiendo apoyo”.

Borrell no se ha detenido ahí, porque ha querido dejar claro que las palabras de Maragall en la BBC se producían “el mismo día en que Torra pedía mediación internacional” desde Suiza. Por tanto, “la confusión es muy grande” y “todo el mundo se desmarca de todo el mundo”.

En cambio, el ministro se ha mostrado muy prudente a la hora de hablar sobre el delito de rebelión, del que, a diferencia de la vicepresidenta y del propio presidente Sánchez, no ha querido valorar si es atribuible a los independentistas procesados: “No soy juez y son los jueces quienes deben hacer su trabajo”. Tras zanjar con un “no lo sé” la pregunta sobre si hubo rebelión, ha insistido en la necesidad de atender a lo que digan los tribunales. “Tenemos un tribunal, un sistema de apelación, un montón de garantías jurídicas”, ha evitado, aunque en las palabras de Carmen Calvo y el presidente del Gobierno, el ministro no ve nada que contradiga su apelación al respeto por las decisiones judiciales.

Borrell, que se alguna vez se ha mostrado partidario de que los encarcelados no siguieran en prisión, ha reiterado que a él le “hubiera gustado que el juez hubiera encontrado otras garantías para evitar la fuga”, aunque ha apuntado que “lo digo con todo el respeto a independencia judicial” y siendo consciente de que “fugas ha habido”.