Nov 14, 2018 06:05 UTC
  • Los fabricantes prevén miles de despidos por el veto a los coches de combustión

Anfac alerta del severo impacto económico de una propuesta que abocaría a las factorías «a una reconversión industrial completa y acelerada»

La intención del Ejecutivo de vetar los coches híbridos y de combustión en 2040 ha caído como un jarro de agua fría en la industria. Fabricantes y comercializadores de vehículos alertan del severo impacto económico de un anuncio que abocará a las factorías «a una reconversión industrial completa y acelerada», según la patronal de los fabricantes de vehículos, Anfac.

La fabricación de vehículos da empleo de forma directa a 100.000 personas en España en 17 factorías, y a 200.000 más de forma indirecta. En total, el 9% de la población activa. Unas cifras asentadas sobre el montaje de modelos de combustión. De un catálogo de más de cuatro decenas de modelos, los únicos eléctricos son versiones de las furgonetas Mercedes Vito (Vitoria), Nissan e-NV (Barcelona), Peugeot Partner y Citroën Berlingo (Vigo).

«Puede tener un impacto laboral negativo», reconoció el vicepresidente de la organización, Anfac, Mario Armero, en una entrevista en TVE tras conocerse la intención del Ejecutivo. La asociación difundió posteriormente un duro comunicado contra la intención del Gobierno, que calificó de «excesiva en sus objetivos y acelerada en sus plazos».

Por ello, los fabricantes pusieron el foco sobre el efecto sobre los puestos de trabajo. «Para alcanzar una cuota de mercado de eléctricos del 40%, el impacto sobre el empleo sería del 18%», cifraron desde Anfac. Una estimación que «toma en consideración los nuevos empleos generados en torno a la electrificación (23.000, según los grupos ecologistas) pero no el impacto sobre el empleo indirecto», del que dependen doce empleos por cada puesto en las líneas de montaje.

Los concesionarios, agrupados en Faconauto, también cargaron contra el plan del Gobierno. La asociación advirtió en un comunicado de que «el clima negativo pone en peligro la buena marcha de la automoción en un momento crucial». También señaló que generará incertidumbre entre unos consumidores ya confusos por el rosario de declaraciones y desmentidos sobre el diésel. Como resultado, «no saben qué comprar, ni cuándo».

Desde el sector también se critica que el Gobierno no les avisara de sus intenciones, pese a que hace pocas semanas el ministerio de Industria anunció la creación de un Consejo Estratégico de la Automoción. «No ha contado con la opinión de las asociaciones ni de los sindicatos», resaltaron desde Anfac y desde Faconauto. En privado, directivos del sector mostraron su indignación con el bajo perfil mostrado por Reyes Maroto, eclipsada por Teresa Ribera.

Anfac, por su parte, también resaltó que la transición industrial será inviable si no llega acompañada de un plan de ayudas. En este sentido, comparó los 1.500 millones de libras que destinará Reino Unido al cambio de modelo, o los 1.000 que invertirá Alemania. «España sólo ha dedicado 74,5 millones en cinco años, y en el último no se han aprobado ayudas», criticó.

En los próximos meses, tan solo está confirmada la llegada de una versión eléctrica del Corsa a la planta de Figueruelas (Zaragoza). Mientras tanto, el cuadriciclo Renault Twizy abandonó en octubre la fábrica de Valladolid con destino a Corea, para dejar sitio a versiones híbridas para el Mégane y el Captur. Tecnología eficiente que quedaría vetada si prospera la iniciativa, que prohibiría cualquier modelo que no sea 100% eléctrico o de hidrógeno.

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