Dic 31, 2018 05:15 UTC
  • Cataluña pierde 3.800 empresas y un 28% de inversión por el secesionismo

La comunidad aún no ha recuperado 22.263 millones de euros de los depósitos que se fugaron a raíz del 1-O

El Govern de la Generalitat aprovechó un día informativamente apático como un sábado 29 de diciembre para anunciar que Cataluña saldrá del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y por tanto del control más estricto del Ministerio de Hacienda a partir de mañana. El vicepresidente, Pere Aragonès, lo anunció como un paso hacia la vuelta a los mercados de la comunidad. Ayer, el presidente, Quim Torra, escogió algunos datos —PIB, paro y exportaciones— para presumir de la evolución económica de la región. Ese discurso omite que desde el pulso secesionista lanzado en el otoño de 2017, Cataluña se desacelera más rápido que la economía nacional y, sobre todo, ha perdido la confianza de ahorradores e inversores. Desde el 1-O Cataluña ha perdido 3.819 empresas, 22.263 millones de euros en depósitos y casi un tercio de la inversión extranjera en la región.

El referendo ilegal desató la inseguridad. En tres meses familias y empresas retiraron de entidades con sede en Cataluña 31.400 millones en depósitos, lo que forzó a grupos como Caixabank y el Sabadell a llevar sus sedes a otras autonomías. A día de hoy, ni esos bancos han vuelto a instalar su domicilio social en Cataluña ni ese volumen de depósitos se ha recuperado del todo.

A pesar de la normalización de los dos últimos trimestres, Cataluña se ha dejado 22.263 millones en ahorros y es la única comunidad que pierde cuota de mercado de forma significativa sobre el total de depósitos del país, al bajar 1,8 puntos porcentuales, del 15,06% al 13,26%, según datos del Banco de España. Solo otras dos regiones, Madrid y Murcia, pierden peso, pero en cuestión de décima, 0,56 y 0,11 puntos respectivamente.

Más preocupante se antoja la salida de empresas de Cataluña por cuanto esta no ha cesado. En 2017 el número de compañías que abandonaron la región ascendió a 2.536, y solo 548 instalaron en esta comunidad su domicilio social, de forma que la región perdió 1.988 sociedades netas. Entre enero y septiembre de este año, con 1.831 salidas netas, la tendencia no ha remitido: Cataluña ha perdido 2.145 compañías y únicamente 314 han apostado por ubicarse en la región más rica del país.

Cataluña parece haber dejado de ser también polo de atracción de la inversión internacional. En los doce meses inmediatamente anteriores al 1-O había recibido 4.028,8 millones de euros de inversión extranjera directa, según datos de la secretaría de Estado de Comercio. En los doce siguientes cayó un 28%, a 2.900,4 millones, y en el conjunto de 2017 perdió el 60% de la inversión.

Esa tendencia contrasta notablemente con lo que sucede en el resto del país. Mientras que entre enero y septiembre de este año Cataluña ya ha perdido un 16,8% de inversión extranjera, en el conjunto de España se ha duplicado. El descenso de la inversión extranjera en Cataluña «estaría relacionado con la paralización, el retraso o la cancelación de decisiones de inversión», analiza el último informe al respecto de Comercio.

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