Nov 11, 2019 11:42 UTC
  • Sánchez, ante un resultado del 10N endiablado ¿Qué posibilidades tiene para formar Gobierno?

Solo tiene dos opciones: el apoyo de Podemos e independentistas o el pacto de investidura con el PP.

Las elecciones generales del 10N tenían como principal objetivo desbloquear la parálisis política ofreciendo un resultado que clarificase las posibilidades de gobierno. Nada más lejos de la realidad con dos bloques, el de derecha y el de izquierda, que recortan distancias y un Parlamento cada vez más fragmentado. Pedro Sánchez ha vuelto a ganar las elecciones pero sus posibilidades para cerrar un Ejecutivo se complican en un escenario endiablado con varias opciones, todas ellas complicadas e indeseadas para el PSOE donde las líneas rojas y las contrapartidas lo pueden complicar todo. 
 
El socialista se planteó como objetivo mejorar su resultado- partía de 123 diputados obtenidos el 28A y se queda en 120- pero los españoles, aunque le han dado la victoria, no le han otorgado una fuerza mayor- soñaba con los 140 escaños- y debe mirar a otros partidos para mantenerse en La Moncloa. Y los partidos a los que debe llamar- Podemos e independentistas, por un lado; o PP, por otro- no le convencen y así lo ha dicho por activa y por pasiva durante las últimas semanas. Ahora no tendrá más remedio que buscar apoyos externos porque solo no puede.
 
 
Sánchez dijo anoche en Ferraz que en los próximos días emplazará a los partidos a "desbloquear el país" con "generosidad y responsabilidad" y lo hizo de nuevo con una sola exclusión: Vox. Sin citar al partido de Santiago Abascal, el gran triunfador del 10N, ha dicho que no hablará con "aquellos que siembran el discurso del odio y la antidemocracia". 
 
La suma de izquierdas con el apoyo de independentistas
 
"Esta vez sí o sí, vamos a conseguir un gobierno progresista", afirmó Sánchez. Pero ¿cómo lo va a hacer?
 
Si Sánchez consigue sumar al bloque de la izquierda- PSOE (120), Unidas Podemos (35) y Más País (3)- tendría 158 escaños. Si lograra, además, el apoyo del PNV, que ha cosechado siete escaños y el del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), el único que le apoyó en la última investidura fallida, serían 166 escaños votos a favor. Podrían incluso aumentar ese bloque de votos a favor con pequeñas formaciones como el BNG y Teruel Existe.
 
 
Frente a esos votos afirmativos, Sánchez tendría el voto en contra prácticamente seguro de de PP, Vox, Ciudadanos, CC, Navarra Suma, Junts per Catalunya y la CUP, que sumarían 164. 
 
 
En ese escenario Sánchez quedaría en manos de ERC que con 13 diputados podría decantar la balanza y hacer que la investidura saliese adelante con su abstención o incluso su voto a favor. Su cabeza de lista, Gabriel Rufián, ya ha dejado claro que ese apoyo no sería gratuito. Y su propuesta es la formación de una mesa de partidos en la que se negocie sin vetos y sin apriorismos una independencia que consideran "irreversible". Todo ello en medio de una sentencia del 'procés' aún caliente que no facilitará que los nacionalistas arrimen el hombro. Ya lo avisó Rufián: "A partir de septiembre, todo será más complicado". 
 
Pero ya solo la suma de PSOE y Unidos Podemos se antoja muy complicada a juzgar por las negociaciones tras el 28 de abril. Pablo Iglesias insiste en un Gobierno de coalición- esta vez con él dentro- y Sánchez se niega a contemplar esta posibilidad. 
 
¿Cs se abstendría ante la suma izquierdas+PNV con los independentistas fuera?
 
El socialista podría tratar de convencer también a Ciudadanos para que ellos se abstuviesen ante una suma de izquierdas con el apoyo de partidos como el PNV, BNG y Teruel Existe, pero la estrategia de la formación de Albert Rivera está por ver ante la hecatombe que ha vivido su formación, que se ha dejado dos millones y medio de votos y 47 escaños.
 
 
En ese escenario votarían en contra PP, Vox, ERC, Junts, la CUP, EH Bildu, Navarra Suma y Coalición Canaria.
 
Gran coalición con el PP o abstención para que gobierne el PSOE 
 
Si por el lado de la izquierda es complicado, no parece más sencillo por la derecha. El PSOE podría tratar también de alcanzar un acuerdo con el PP, que en caso sí coge más fuerza tras el 10N. Es una vía que ya ha tratado de explorar en el anterior intento de ser investido, pidiendo a Pablo Casado su abstención por responsabilidad y para no depender de los secesionistas. 
 
En este punto las alternativas son una gran coalición del bipartidismo, que sumaría una muy amplia mayoría de 208 escaños, pero que parece bastante improbable. O volver a pedir esa abstención para que las cuentas le salgan al socialista. 
 
 
Todo indica a que Sánchez se la volverá a pedir a los 'populares' y, aunque Casado ha dicho que no va a facilitar la investidura, es más complicado que no lo haga si el país se aboca a unas terceras elecciones. Le recordará a Sánchez su 'no es no' y este le dirá que su partido se partió en dos precisamente para que Mariano Rajoy gobernase en 2016 y no ir a una triple convocatoria de elecciones.   
 
Además, la subida meteórica de Vox y la presión por defender el espacio de la derecha hace que Casado tenga más difícil defender una abstención para permitir gobernar al PSOE ya que precisamente Vox se ha vendido como el único partido que, bajo ningún concepto, facilitará un Gobierno socialista y no le ha ido mal la estrategia.
 

 

Por: MARÍA MENÉNDEZ

Fuente: RTVE

Las opiniones y conclusiones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de ParsToday en español.

 

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