Yemen ataca con drones y misiles balísticos blancos saudíes en Asir
El Ejército de Yemen, apoyado por el movimiento popular Ansarolá, ha atacado este sábado con drones Qasef K-2 un aeródromo militar de Arabia Saudí en Asir.
“El Ejército yemení ha lanzado una ofensiva precisa, con una serie de drones Qasef K-2, contra un importante blanco militar (saudí) en Jamis Mushait”, ha informado el portavoz de las Fuerzas Armadas de Yemen, el general Yahya Sari.
El mando castrense yemení ha explicado que el ataque se ha realizado en repuesta a las agresiones criminales de Arabia Saudí, así como a sus 53 incursiones aéreas realizadas en las últimas horas.
La operación de Jamis Mushait ha tenido lugar la misma jornada en que el Ejército y los comités populares yemeníes han atacado, con dos misiles Zelzal-1, centros de concentración de fuerzas saudíes en el área de Al-Majaza, situada en la provincia de Asir (suroeste del reino árabe).
Sobre esta ofensiva, una fuente militar yemení ha destacado que el ataque responde a la campaña de agresiones de Arabia Saudí y sus aliados, iniciada hace cinco años.
“En ambos ataques con misiles, ejecutados de manera separada, varios mercenarios saudíes resultaron muertos o heridos”, ha indicado el medio.
El viernes, el Ejército yemení lanzó un misil de corto alcance, tipo Badr-1, contra objetivos militares saudíes en el aeropuerto de Najran (suroeste).
En los últimos meses, el Ejército y el movimiento Ansarolá han intensificado sus ataques aéreos —utilizando drones y misiles— en el territorio saudí, donde han golpeado objetivos castrenses, estratégicos y económicos como bases aéreas y refinerías de petróleo.
El 17 de agosto, Mohamad al-Bujaiti, un miembro del Consejo Político de Ansarolá, advirtió de que “el conflicto en Yemen puede acabar destrozando Arabia Saudí si la monarquía árabe insiste en continuar la agresión”.
El ministro yemení de Salud, Taha al-Mutavakel, cifró en 140 000 el balance de víctimas civiles contabilizadas desde el inicio de la guerra contra Yemen en 2015. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha calculado que, de seguir la guerra el número de víctimas mortales, podría alcanzar la cifra de 500 000 para finales del año 2020.
N/JP/C