Pars Today

Apenas unas semanas después de una cumbre de alto rango entre el presidente de los EE.UU., Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, Pyongyang parece estar desarrollando al menos uno o dos misiles balísticos intercontinentales de combustible líquido, informó el lunes el diario estadounidense The Washington Post, citando a funcionarios familiarizados con las agencias de inteligencia norteamericanas.

 

La fábrica en las afueras de Pyongyang, en Sanumdong, donde se está trabajando, produjo los primeros nuevos misiles balísticos intercontinentales (ICBM, por  sus sigglas en inglés) del Norte capaces de llegar a los Estados Unidos.

 

Luego de la cumbre de Singapur en junio, Trump declaró que Pyongyang "ya no era una amenaza nuclear" y promocionó sus propios logros diplomáticos.

 

Pero Kim no prometió públicamente terminar el trabajo en las instalaciones nucleares y de misiles del país, en lugar de hablar de una eventual desnuclearización.

 

Las imágenes de la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial sugieren un trabajo continuo en al menos un ICBM Hwasong-15 en la planta de Sanumdong, según el informe

 

"Vemos que van a funcionar, igual que antes", dijo un funcionario estadounidense al periódico.

 

Pero en la Estación de Lanzamiento de Satélites Sohae en la costa oeste de Corea del Norte, se puede ver a los trabajadores desmantelando un puesto de pruebas de motores, en línea con una promesa hecha a Trump en la cumbre, aunque se considera más simbólico ya que las instalaciones pueden reconstruirse fácilmente. 

El pasado junio, Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un, se reunieron en Singapur, donde ambos líderes firmaron acuerdos a fin de establecer la paz en la zona: Trump acordó detener los ejercicios militares de Estados Unidos con Corea del Sur en torno a la península de Corea, y Kim volvió a prometer el desmantelamiento de su arsenal atómico.

Pyongyang ha suspendido sus pruebas nucleares y misilísticas, pero acusa a Washington de traicionar el espíritu de la cumbre Trump-Kim por su actitud “gansteril” en los diálogos.