Suiza sigue su comercio a Irán pese a sanciones de EEUU
El Gobierno de Suiza mantendrá sin cambios la situación legal en cuanto a sus relaciones con Irán tras la reimposición de sanciones de EE.UU. al país persa.
“Las decisiones de Estados Unidos sobre sanciones no afectan la situación legal en Suiza con respecto a Irán”, afirmó el portavoz de la Secretaría de Estado de Economía (SECO) del Departamento Federal de Economía del país europeo, Fabian Maienfisch, citado el jueves por la agencia de noticias británica Reuters.
En sus declaraciones aconsejó a las empresas suizas que negocian con la República Islámica que siguieran con su comercio monitoreando la situación.
La SECO aseguró que defenderá los intereses económicos suizos para minimizar consecuencias negativas de las sanciones, aunque evaluó como poca la posibilidad de influir en el régimen de sanciones unilaterales que ha adoptado el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump.
“Suiza lamenta que la situación de las sanciones en relación con Irán vuelva a deteriorarse”, sostuvo Maienfisch.
El gigante farmacéutico suizo Roche anunció el martes que continuará trabajando para asegurar que los pacientes en Irán puedan recibir sus medicamentos innovadores, diagnósticos y productos para la diabetes.
Por su parte, la empresa internacional Nestlé, con sede en Suiza, considerada como la mayor compañía de alimentos del mundo que produce también agua embotellada en Irán, aseveró que no ve ningún problema para mantener sus actividades en el país persa.
El pasado julio, el presidente de Irán, Hasan Rohani, denunció ante su homólogo suizo, Alain Berset, la falta de compromiso de EE.UU. con los tratados internacionales. En dicha reunión, Berset aseguró que Suiza sigue apoyando el mantenimiento del acuerdo nuclear, firmado en 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., China, Rusia, Francia y el Reino Unido, más Alemania), después de que Trump, anunciara el pasado 8 de mayo la salida unilateral de su país.
El magnate neoyorquino reimpuso el martes a Irán la primera ronda de embargos que se levantaron con la aprobación del pacto, conocido como Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés). Su decisión provocó el rechazo de distintos socios de la Casa Blanca, que piden respaldo para las empresas europeas que hacen negocios con Irán.
EE.UU. ha tratado de presionar a la República Islámica para introducir nuevos términos en el acuerdo, una posición que no solo es rechazada por Teherán, sino también por el resto de los firmantes del mismo.