Rusia entiende decisión e Irán de enriquecer uranio
Rusia resta importancia a las alertas europeas por la decisión de Irán de aumentar sus reservas de uranio, ya que el proceso fue supervisado por la AIEA.
“Las nuevas actividades nucleares de Irán no son alarmantes y están bajo el control total de la AIEA (Agencia Internacional de Energía Atómica)”, ha señalado este jueves la portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, María Zajárova, sobre la superación por Teherán del nivel de 300 kilogramos de reservas de uranio.
El incremento —decidido en respuesta al incumplimiento del acuerdo nuclear de 2015 por las contrapartes de Irán desde la salida unilateral de Estados Unidos del mismo en mayo del año pasado— ha sido, ha lamentado Zajarova, consecuencia de los embargos impuestos por Washington a Teherán.
Moscú había alertado en varias ocasiones de las consecuencias de los embargos de EE.UU., ha dicho la portavoz, para luego recordar que son, de hecho, esas medidas las que han hecho imposible que la parte iraní cumpla las obligaciones adquiridas en virtud del Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA por sus siglas en inglés), nombre del acuerdo.
Por su parte, las autoridades persas han recordado que el artículo 36 del PIAC da a Teherán el derecho a suspender parte de sus compromisos si la parte contraria no respeta lo pactado, y recuerdan que el actual proceso comenzó después de la salida unilateral de Washington del acuerdo, con su decisión de reimponer embargos a Irán.
Las declaraciones de Zajárova parecen restar importancia a la postura sobre la cuestión de la Unión Europea (UE), que ha manifestado “preocupación” tras el anuncio por Irán de la superación del límite previsto por el PIAC a sus reservas de uranio enriquecido.
A su vez, el embajador de Rusia ante las organizaciones internacionales radicadas en Viena (capital de Austria), Mijaíl Uliánov, ha precisado este mismo jueves que la medida de Teherán es una desviación del compromiso voluntario registrado en el PIAC, pero que no tiene nada que ver con una violación del TNP (Tratado de No Proliferación) ni con el desarrollo de armas nucleares.
Teherán estableció en mayo pasado un plazo de 60 días para que las naciones europeas y los demás países firmantes del acuerdo tomaran una decisión: seguir las indicaciones de EE.UU. o adoptar medidas efectivas para compensar el sabotaje por Washington del PIAC tras su ilegal salida del mismo.
Teherán ha anunciado que en el caso de que los europeos no cumplan en el plazo establecido, que expira el próximo 7 de julio, Irán volverá a enriquecer uranio por encima del nivel pactado —3,67 %— y comenzará a reconstruir el reactor de agua pesada de Arak.
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