Consecuencias de la salida de Bolton
Finalmente, después de semanas de especulación mediática sobre una disputa entre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, el mandatario norteamericano despidió a John Bolton.
En un mensaje emitido el martes a través de la red social Twitter, el presidente de los Estados Unidos escribió: “Anoche informé a John Bolton de que sus servicios ya no eran necesarios en la Casa Blanca. Estaba fuertemente en desacuerdo con muchas de sus sugerencias, al igual que otros en el Gobierno y por eso le he pedido a John su renuncia, quien me la ha dado esta mañana. Agradezco mucho a John su servicio. Nombraré un nuevo Asesor de Seguridad Nacional la próxima semana”.
Con esa decisión, uno de los más polémicos y belicistas estadounidense en los últimos años ha sido expulsado del Gobierno norteamericano. Bolton fue el tercer asesor de Seguridad Nacional de Trump en los últimos dos años y medio.
Desde su llegada a la Casa Blanca, movilizó la política exterior estadounidense de una manera sin precedentes contra todas las organizaciones e instituciones internacionales, así como contra la mayor parte del mundo. Una de las decisiones más controvertidas de Bolton como asesor de Seguridad Nacional de Trump fue persuadir al republicano de que se retirara del acuerdo nuclear con Irán.
Con esta medida, no solo Estados Unidos se sumergió en el aislamiento político, sino que Irán neutralizó el enfoque agresivo de la Administración Trump al aplicar una política de máxima presión contra la máxima presión estadounidense.
Por supuesto, los problemas de Bolton para la política Exterior de Washington no se limitaron a Irán y al acuerdo nuclear. Bolton ha mantenido durante mucho tiempo posiciones extremistas contra las instituciones internacionales, incluida la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Durante su gestión, dirigió al Gobierno de los Estados Unidos más que nunca contra las organizaciones internacionales, especialmente las Naciones Unidas, hasta que sus posiciones ante la Corte Penal Internacional (CPI) se consideraron como una declaración de guerra contra el sistema de los derechos internacionales y los Derechos Humanos.
Bolton también ha jugado un papel decisivo en el surgimiento de la crisis Washington-Caracas y el nombramiento del golpista Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, además de que sus consultas sobre Corea del Norte, China y Rusia resultaron en vano.
El conjunto de estos casos hizo que Trump finalmente expulsara a Bolton de la Casa Blanca para evitar el deterioro de la Política Exterior y de Seguridad de su Administración. Se dice que la invitación secreta a los líderes de Taliban a Camp David, la residencia presidencial de verano de los Estados Unidos que provocó un escándalo político para Trump en los últimos días, puso fin a Bolton.
Sin embargo, Trump ahora tiene que presentar a su cuarto asesor de Seguridad Nacional en los próximos días. Independientemente de quién sustituirá a Bolton, los posibles cambios en la Política Exterior y de Seguridad de Trump son más importantes. Esto podría afectar tanto la política interna de los Estados Unidos en los meses previos a las elecciones presidenciales de 2020 como puede conllevar consecuencias globales, siempre y cuando que Trump, como presidente de los EE.UU., deje de lado los pensamientos bélicos y destructivos de Bolton.
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