Guerra de mascarillas, quita careta a países occidentales
Parstoday- Entrevistador (E): Hola qué tal queridos oyentes bienvenidos a un nuevo programa de Entrevistas, que trasmitimos los domingos y miércoles. Este programa se ocupa de política internacional sobre temas que muchas veces los medios hegemónicos no tocan. Ahora vamos a consultar al analista José Antonio Egido (JAE), quien desde España, nos hablará sobre la guerra de las mascarillas en medio del combate de la pandemia del nuevo coronavirus.
La gran carencia internacional de mascarillas, uno de los productos clave para evitar la propagación del coronavirus, está provocando fuertes tensiones entre aliados tradicionales como Europa y Estados Unidos, sumidos todos ahora en la misma carrera vertiginosa por adquirir el tan escaso bien. Pero las batallas también se libran dentro de las fronteras europeas, como demuestra la reciente incautación por parte de Francia de un lote de mascarillas procedente de Suecia y que debía viajar hasta España, ¿qué nos puede comentar al respecto, señor Egido?
JAE: Primero, para ustedes les mando un saludo muy grande a ustedes y a todos sus escuchas. Hay varias observaciones, hay un problema inicial que es la falta de previsión. La industria, al menos en España, dejó de fabricar mascarillas, porque se supone que nadie previó que fuesen necesarias y era mejor para ellos comprar mascarillas en otros países a poco costo; entonces, las mascarillas, en España y me parece que en el mundo, solo llegaron a fabricarse en China. Cuando se presenta este problema, primero, las autoridades dijeron que no eran necesarias las mascarillas y después cuando se demuestra que es necesario, ha habido realmente una caída de, no de mascarillas, sino de careta; es decir, se ha desenmascarado la falta de espíritu solidario de los países occidentales, que son justamente los desarrollados y centro del mundo, desde luego, pueden ser centros económicos, pero, digo yo, centros morales no, porque, por ejemplo, le diré que en China, en un aeropuerto, los comparadores norteamericanos llegaron, prácticamente, a robar (digamos entre comillas) un envío de mascarillas a Francia, pagando tres veces más al vendedor, al empresario chino, que había pactado antes con los franceses. Este mundo capitalista ha demostrado que va cada uno por su cuenta y no tienen ninguna unidad, ni política ni estrategia ni ninguna amistad entre ellos y ha habido oficialmente una guerra por mascarillas hasta que las industrias lentamente se han puesto a fabricar mascarillas, porque, además las industrias tienen otra dificultad que no acatan órdenes ni recomendaciones de los gobiernos a diferencia de China, donde incluso las empresas privadas sí acatan las órdenes y las recomendaciones no solo del gobierno sino de la sociedad. Yo vi la noticia de China, donde el principal fabricante de coches dejó de fabricarlos para hacer mascarillas para el pueblo, pero aquí no. Aquí ha habido casos en que los médicos inicialmente no tenían mascarillas y por eso se han contagiado muchos médicos y personal sanitario. Un amigo mío en el Hospital General de Valencia se quejaba durante mucho tiempo, llevaba varios días por YouTube, en vídeos, que el gobierno tardó en abastecer los OPI, las mascarillas y equipo de protección para que el virus no penetre por los ojos, la nariz y la boca del personal sanitario y, por eso, aquí ha habido bajas por la falta de previsión y unidas:
Los norteamericanos como tienen más dólares que los demás han comprado y arrebatado las mascarillas a los otros gobiernos; al final, quien ha ayuda a los occidentales han sido sus propios enemigos.
E: Exactamente, sobre ese tema, en otra dimensión de esta situación, están los países que incluso bajo sanciones como Cuba están apoyando a otras naciones a combatir esta pandemia ¿la comunidad internacional tendrá en cuenta esto?
JAE: Yo no sé, si la comunidad internacional la representan (el primer ministro británico Boris) Johnson, (el presidente de EEUU, Donald) Trump, y (el secretario de Estado estadounidense Mike) Pompeo, ellos no tienen en cuenta más que sus intereses; si la comunidad internacional la representan China, Rusia, Irán y Cuba, no lo sé, porque esperamos que de esta pandemia salga una recomposición de la comunidad internacional, porque, además —prefiero no colocarle ningún adjetivo— este señor que se llama Trump amenaza al mundo de la salud con retirar las subvenciones que le corresponde (a la Organización Mundial de la Salud) por ser una institución de las Naciones Unidas, es decir, se ve el desprecio a la vida, mientras están muriendo miles de personas, los norteamericanos están tratando de sabotear la OMS porque no se le ha puesto de rodillas. El mundo está muy enfermo por la hegemonía de los norteamericanos y esa hegemonía permite, incluso en el mundo occidental, que se extienda la pandemia, que no se tomen medidas. El primer ministro británico dijo que había que dejar que la población se contaminase, lo pensó así hasta que él mismo se contaminó y fue ingresado en una Unidad de Cuidados Intensivos, ha salvado la vida de milagro y contra su propio planteamiento.
E/NL