Republicanos creen que Biden ganó las elecciones pero con trampas
52 % de los republicanos cree que Trump “ganó” las elecciones de EE.UU., pero el fraude electoral le arrebató la victoria para dársela a Biden, según un sondeo.
Una encuesta realizada entre el 13 y el 17 de noviembre por Reuters/Ipsos, publicada el miércoles, revela que la negativa del presidente saliente de EE.UU., Donald Trump, a reconocer la victoria electoral del demócrata Joe Biden, tanto en el voto popular como en el Colegio Electoral, parece estar incidiendo en la confianza de la opinión pública estadounidense en la democracia, especialmente entre los republicanos.
El estudio arroja que el 73 % de los encuestados señaló a Biden como el ganador de los comicios presidenciales del pasado 3 de noviembre, mientras que el 5 % cree que fue Trump quien ganó. No obstante, añade que, cuando se les preguntó concretamente si Biden había “ganado legítimamente”, los republicanos expresaron sus sospechas acerca de cómo el aspirante demócrata se había hecho con la victoria.
De hecho, la averiguación aclara que el 52 % de los republicanos aseguró que Trump “ganó legítimamente” las elecciones y solo el 29 % admitió que el triunfo de Biden fue legítimo.
Reuters/Ipsos indica en su analítica que los republicanos consultados manifestaron que sospechaban que los encargados del escrutinio de votos inclinaron el resultado a favor del demócrata.
La consulta de opinión muestra que el 68 % de los republicanos aseveró que le preocupaba que la elección estuviera “amañada”, mientras que tan solo el 16 % de los demócratas y un tercio de los independientes expresaron preocupaciones similares.
La encuesta de Reuters/Ipsos, que se realizó en línea en todo el territorio estadounidense, recopiló las respuestas de 1346 encuestados, incluidos 598 demócratas y 496 republicanos, y tiene un intervalo de credibilidad y una medida de precisión de 5 puntos porcentuales.
Desde el 7 de noviembre, cuando los resultados del recuento de votos señalaron a Biden como el virtual ganador de las elecciones presidenciales, Trump comenzó a publicar una ráfaga de mensajes en su cuenta de Twitter insinuando que los votos contabilizados de las papeletas emitidas antes del 3 de noviembre no eran válidos, puesto que, en su opinión y sin aportar prueba alguna, “eran objeto de manipulación y fraude” en aras de favorecer la candidatura demócrata en detrimento de su reelección presidencial.
Además de no reconocer la derrota electoral, su campaña prometió iniciar una lucha encarnizada para voltear el sentido de los sufragios mediante demandas judiciales presentadas por doquier ante los tribunales federales de Míchigan, Georgia, Pensilvania y Wisconsin, y en última instancia, si no prosperara su causa procesal, indicó que acudirían ante el más alto órgano del Poder Judicial de EE.UU., es decir, a la Corte Suprema.
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