Mar 03, 2021 16:33 UTC

Fuerzas de seguridad de Myanmar abrieron fuego contra manifestantes durante protestas contra la junta militar y matan a 9 personas, incluidos 2 menores.

Según las declaraciones de varios testigos a medios locales, este miércoles han fallecido al menos nueve personas, entre ellas dos menores, por los disparos de las fuerzas de seguridad de Myanmar para reprimir las protestas antigolpe y contra la junta militar en Birmania. El hecho ha tenido lugar un día después de que los países vecinos pidieran moderación y ofrecieran su ayuda a Myanmar para resolver la crisis.
 
De hecho, Myanmar es escenario de una oleada de manifestaciones desde que los militares birmanos detuvieran a la líder de facto del país, Aung San Suu Kyi, al presidente, Win Myint, y a un sin número de políticos, miembros del partido gobernante y líderes civiles, entre ellos, prominentes miembros de la Liga Nacional para la Democracia (LND).
 
“Es horrible, es una masacre. No hay palabras que puedan describir la situación y nuestros sentimientos”, ha dicho al respecto el activista Thinzar Shunlei Yi a la agencia británica de noticias Reuters, señalando
 
En esta nueva jornada sangrienta de protestas en las que han muerto más de una treintena de personas desde el golpe militar del pasado 1 de febrero, las víctimas mortales incluyen a cinco manifestantes en la ciudad de Monywa, dos en Mandalay, uno en MyinGyan y otro en Rangún.
 
Los menores, según el medio local Monywa Gazette, son un adolescente de MyanGyan que recibió un disparado en la cabeza y otro, de 17 años de edad, que perdió la vida en Monywa, tras la represión policial.
 
Si Thu Maung, un líder de las protestas, ha afirmado a su vez, que las fuerzas de seguridad “solo dispararon sus armas” sin ninguna advertencia o intento de dispersar a los manifestantes con cañones de agua. “Al menos 30 personas están heridas, algunas aún inconscientes”, ha informado.
 
Los manifestantes exigen al Ejército, que gobernó el país con puño de hierro de manera ininterrumpida entre 1962 y 2011, restablecer la democracia, reconocer los resultados de las elecciones de noviembre y la liberación de todos los detenidos por los militares, incluida la líder de facto depuesta, Aung San Suu Kyi.
 
Conforme a un comunicado publicado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), solo el 28 de febrero 18 manifestantes perdieron la vida, y, además 30 personas resultaron heridas y 85 fueron detenidas.

N/FSH/C

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