¿Las políticas de Trump han hecho llorar a los alemanes?
(last modified Fri, 14 Mar 2025 16:05:55 GMT )
Mar 14, 2025 16:05 UTC
  • Christoph Hausgen, presidente de la Conferencia de Seguridad de Múnich.
    Christoph Hausgen, presidente de la Conferencia de Seguridad de Múnich.

Pars Today – Lo que ha profundizado la grieta entre Alemania y Estados Unidos desde que Trump llegó al poder y ha provocado crecientes críticas de Berlín a Washington es el enfoque intervencionista de la administración Trump en los asuntos internos de Alemania y su intento de influir en los procesos políticos de este país, considerado el más importante del viejo continente.

Desde que el presidente estadounidense Donald Trump regresó al poder el 20 de enero de 2025, ha ido en aumento los esfuerzos de los funcionarios de la nueva administración para intervenir en los asuntos internos de Alemania. Esto ha provocado una reacción negativa por parte de las autoridades alemanas y ha exacerbado las tensiones entre los dos países.

Según Pars Today, a este respecto, el jefe del departamento de defensa de Airbus, Michael Schollhorn, si bien acogió con satisfacción el plan del gobierno alemán de aumentar el gasto en defensa, advirtió a Berlín sobre la compra de equipos militares de Estados Unidos y la mayor dependencia de Washington en este sentido.

Además, un grupo de directivos de prestigiosas empresas e instituciones alemanas, en un comunicado conjunto, al tiempo que exigían un aumento del gasto militar ante la nueva situación geopolítica, exigieron el cese de la compra de cazas F-35 a Estados Unidos. El comunicado señala: “El funcionamiento de estas armas, como los cazas F-35, requiere actualizaciones y mantenimiento de software regulares, controlados por Estados Unidos, lo que genera una dependencia constante”.

Este grupo de expertos estima que es necesario un presupuesto militar de más de 500 000 millones de euros, dada la situación geopolítica. En lugar de gastar dinero en comprar aviones estadounidenses, dice el grupo, el dinero debería destinarse a drones y a proteger el mar Báltico. Esto ocurre en un momento en que aumentan las tensiones entre Estados Unidos y Alemania. El periódico británico The Telegraph, respecto a estas tensiones, informó que el presidente estadounidense, Donald Trump, está considerando trasladar miles de tropas militares estadounidenses de Alemania a Hungría.

Alemania es el mayor socio comercial europeo de Estados Unidos. Las políticas, posiciones y medidas unilaterales de Estados Unidos para poner fin a la guerra en Ucrania y en las elecciones alemanas, así como su apoyo a la extrema derecha, suponen un desafío para Alemania y toda Europa. En cierto modo, la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, amenazó a Estados Unidos con cortar los lazos con Alemania antes de las recientes elecciones parlamentarias del país. La ministra de Asuntos Exteriores consideró aumentar la presión sobre el gobierno estadounidense, en vista de las negociaciones de Estados Unidos con Rusia sobre Ucrania.

Subrayó que el país aumentará la presión sobre los estadounidenses para que comprendan que “si ya no apoyan a las democracias liberales de Europa, tienen mucho que perder”.

De hecho, lo que ha alimentado las divisiones entre Alemania y Estados Unidos desde que Trump llegó al poder y ha llevado a las crecientes críticas de Alemania a Estados Unidos es el enfoque intervencionista de la administración Trump en los asuntos internos de Alemania, como el país europeo más importante, y su intento de moldear los procesos políticos del país. Esta preocupación se puede ver en las primeras declaraciones de Friedrich Mertz, el líder conservador del Partido Demócrata Cristiano, ganador de las elecciones parlamentarias alemanas y futuro canciller del país. Meretz afirmó que su máxima prioridad es tratar de unir a Europa para contrarrestar la injerencia estadounidense o rusa. Esta postura es una dura respuesta a las acciones y declaraciones intervencionistas de Elon Musk, el principal asesor de Trump y ministro de eficiencia de su administración. Musk ha expresado repetidamente su apoyo al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) durante la campaña electoral del país y ha criticado duramente al actual canciller alemán Olaf Schulz e incluso ha pedido su dimisión.

Los alemanes ahora están preocupados de que la Administración Trump, en consonancia con su enfoque de arriba hacia abajo, intentará imponer sus demandas a Alemania en las esferas política, económica, comercial, militar y de seguridad, socavando la independencia y la libertad del país europeo. Como dijo con lágrimas en los ojos el presidente de la Conferencia de Seguridad de Múnich, Christophe Housgen, en medio del dolor y la desesperación de los líderes europeos: “Nuestros valores ya no están alineados con los de Estados Unidos, y Estados Unidos ha abandonado a Europa en favor de los enemigos clásicos y de larga data del continente”.

Ahora se escucha la voz del fascismo de Trump y su vicepresidente, J.D. Vance. Dados los recientes discursos de Vance en Europa, se le ha conocido en los círculos políticos europeos como ‘el segundo Mussolini’, y los partidos de extrema derecha de Europa cuentan con el apoyo político y financiero de Trump y su equipo, incluido Elon Musk, para alcanzar el poder político y tomar el poder. El objetivo final de Elon Musk, quien comparte muchas similitudes con Donald Trump, es generar cambios fundamentales en el panorama político europeo mediante el apoyo a movimientos y partidos de extrema derecha como Alternativa para Alemania (AfD). Desde la perspectiva de Musk y Trump, el aumento del poder de los partidos de extrema derecha en los países europeos, incluida Alemania, generará una mayor simetría intelectual e ideológica a ambos lados del Atlántico y allanará el camino para que Washington aumente su influencia en los países europeos y adapte sus políticas a los grandes intereses de Estados Unidos.