¿Ha terminado el sufrimiento por los ataques atómicos de Estados Unidos a Japón?
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Pars Today – El bombardeo atómico de Japón por parte de Estados Unidos causó envenenamientos generalizados, afectando generación tras generación, así como mutaciones genéticas.
(last modified 2025-06-01T18:24:39+00:00 )
Jun 01, 2025 18:18 UTC
  • ¿Ha terminado el sufrimiento por los ataques atómicos de Estados Unidos a Japón?

Pars Today – El bombardeo atómico de Japón por parte de Estados Unidos causó envenenamientos generalizados, afectando generación tras generación, así como mutaciones genéticas.

Estados Unidos, a finales de la Segunda Guerra Mundial, con el pretexto de poner fin a la resistencia de Japón en la guerra, detonó bombas atómicas en agosto de 1945 sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. El resultado fue la destrucción de ambas ciudades, con cientos de miles de muertos y heridos.

Según informa Pars Today, a pesar de haber transcurrido 80 años desde esta enorme tragedia, Japón aún sufre sus consecuencias y costos. El recuerdo y las secuelas de estos ataques contra la humanidad permanecen vivos en la memoria y la conciencia del pueblo japonés. 

Estos ataques no solo provocaron una catastrófica pérdida de vidas humanas, sino que también dejaron graves y duraderos impactos medioambientales. Entre estos efectos se incluyen la contaminación radiactiva, la destrucción de ecosistemas, alteraciones climáticas locales y consecuencias para la salud de generaciones posteriores.

Sobre todo, porque, después de varias décadas, se ha comprobado que la exposición a altos niveles de radiactividad provoca alteraciones significativas en los genes y el ADN, lo que resulta en el nacimiento de personas con malformaciones congénitas y diversos tipos de discapacidades físicas y mentales.

Los efectos persistentes de las explosiones nucleares estadounidenses en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki pueden enumerarse de la siguiente manera: 

1- Contaminación radiactiva: Las explosiones atómicas dispersaron grandes cantidades de partículas radiactivas como uranio-235 y plutonio-239 en el medio ambiente. La lluvia radiactiva contaminó el suelo, el agua y la atmósfera, dejando vastas zonas inhabitables durante décadas. Los niveles de radiación en Hiroshima y Nagasaki permanecieron muy por encima de lo normal durante muchos años después de las explosiones.

2- Destrucción del ecosistema: Las explosiones y el calor extremo generado (hasta 4000°C) causaron la devastación de la flora y fauna en las áreas circundantes. Los ríos y fuentes de agua locales se contaminaron con cenizas y sustancias tóxicas, afectando gravemente la vida acuática, cuyos efectos residuales aún se mencionan en estudios recientes.

3- Impacto en el clima: Las explosiones nucleares liberaron cantidades masivas de polvo y humo a la atmósfera, provocando un descenso temporal de las temperaturas (un "invierno nuclear" localizado). Aunque este efecto fue limitado en comparación con una guerra nuclear a gran escala, generó alteraciones climáticas específicas en la región.

4- Impacto negativo en la agricultura y los recursos alimentarios: Los suelos contaminados con material radiactivo afectaron gravemente la agricultura durante años. Los cultivos y el ganado expuestos a la contaminación provocaron intoxicaciones generalizadas que persistieron por generaciones.

5- Aumento de casos de cáncer, anomalías congénitas y enfermedades relacionadas con la exposición a la radiación atómica en los supervivientes: Incluso las generaciones posteriores de supervivientes (hibakusha) enfrentaron un mayor riesgo de problemas genéticos. El gobierno japonés proporciona mensualmente una compensación económica a los sobrevivientes de estas explosiones, para ayudarles no solo a enfrentar los efectos físicos de la exposición a la radiación nuclear, sino también a superar sus consecuencias psicológicas.

El doctor Nanao Kamada, director del hogar para supervivientes de los bombardeos atómicos, declara que "actualmente albergamos a unos 300 residentes, todas víctimas de las bombas atómicas. La principal causa de su enfermedad es la radiación radiactiva y por supuesto su avanzada edad, la mayoría de ellos tienen cáncer y problemas cardíacos".

También presentan otros trastornos como enfermedades psicológicas, incluido el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Conservan recuerdos vívidos del día de la explosión que, en forma de flashbacks, invaden su mente y les causan gran sufrimiento.

Los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki no solo constituyeron una catástrofe humana, sino que también provocaron daños diversos e irreparables que persistieron durante décadas y cuyas consecuencias perduran hasta hoy.

Sin embargo, Harry Truman, el entonces presidente de Estados Unidos quien falleció en 1972 a los 88 años defendió hasta sus últimos días su decisión de lanzar las bombas atómicas sobre Japón. Incluso Barack Obama, el primer presidente estadounidense en visitar Hiroshima durante su mandato (2016), se negó a pedir disculpas por los bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki.