América Latina y sus cambios en el año 2019
Dic 31, 2019 07:38 UTC
ParsToday- El año 2019 fue un año muy tenso junto con múltiples crisis políticas y sociales en la mayoría de los países de la región de América Latina. Venezuela, Bolivia y Cuba pasaron un año muy duro bajo las presiones profundas de Washington.
Aún continúan las protestas en algunos países como en Chile. En otros países como Argentina y Uruguay se celebraron las elecciones presidenciales.
Desde hace unos años, Venezuela está bajo las duras presiones de EEUU. Con la llegada de Donald Trump, en enero del 2017, a la Presidencia de EEUU, se intensificaron las presiones contra los venezolanos. Las autoridades de Washington no pueden tolerar las políticas antimperialistas del gobierno izquierdista de Maduro, al mismo tiempo, las grandes fuentes de energía de Venezuela también han provocado que gobiernos extranjeros se esfuercen más por derrocar a Maduro para poner en su lugar un gobierno derechista dependiente del Occidente.
La crisis política en Venezuela entró en una nueva etapa desde el mes de enero de 2019 con la autoproclamación del líder opositor Juan Guaidó como presidente interino de este país. Washington reconoció oficialmente a Guaidó como presidente venezolano y solicitó a todos sus aliados que sigan sus pasos; un asunto que algunos de los aliados de EEUU aceptaron. En realidad, EEUU al reconocer oficialmente a Guaidó, se esforzó por abrir el camino hacia un golpe de Estado en dicho país. El establecimiento de duras sanciones económicas y el lanzamiento de amenazas militares han sido otras opciones de Washington ante Caracas.
Las autoridades de Washington, con sus ayudas financieras y respaldando a Guaidó, prometieron mejorar las condiciones económicas y se esforzaron por propiciar el terreno para atraer el mayor apoyo de los venezolanos hacia el líder opositor, pero, el comportamiento del pueblo de Venezuela ha sido contrario a las previsiones de las autoridades de la Casa Blanca. Los venezolanos se mantuvieron leales a Maduro.
Con la continuación de la crisis en Venezuela, se intensificaron también los esfuerzos del Gobierno de EEUU por cambiar la situación en dicho país. Washington utilizó la palanca del embargo como uno de los instrumentos para intensificar la presión contra Maduro y estableció duras sanciones políticas y económicas contra las autoridades y el sector monetario, bancario y petrolero del país bolivariano.
Apoyar la ejecución del golpe de Estado contra Maduro, esforzarse por penetrar entre los militares partidarios al presidente venezolano y lanzar amenazas militares son algunas de las medidas de Washington contra Venezuela que no alcanzaron ningún resultado previsto. Estas condiciones provocaron que se plantee el caso de la negociación entre los opositores y los representantes de Maduro. A este respecto, se celebraron algunas rondas de negociaciones entre los representantes del Gobierno y la oposición con la mediación de Noruega, pero el obstruccionismo de Washington y el establecimiento de nuevos duros embargos, provocaron que las autoridades del Gobierno venezolano abandonen la mesa de conversaciones.
La continuación del apoyo del pueblo y las fuerzas militares de Venezuela a Maduro, provocaron que, a pesar del apoyo de Washington a Guaidó, el líder golpista ya no pueda ejecutar el programa previsto por EEUU. Conforme a diferentes encuestas, en la actualidad, se ha reducido considerablemente la popularidad del líder de los opositores al gobierno de Venezuela y en el mes de diciembre, solo alcanzó un 14 %.
Maduro ha anunciado que seguirá resistiendo ante las políticas hostiles de Washington y, en este camino, cuenta con el respaldo del pueblo y los militares de su país. Hasta el momento, han fracasado las políticas hostiles de EEUU y las medidas de Guaido contra el presidente venezolano. Mientras tanto, Washington sigue amenazando que tiene todas las opciones contra Venezuela sobre la mesa.
Bolivia es otro país de la región de América Latina que, en los últimos meses del año 2019, ha atravesado mucha tensión. La crisis en Bolivia se inició con el anuncio de la victoria del presidente Evo Morales en las elecciones presidenciales de octubre. Según el informe del órgano electoral boliviano, después del escrutinio de los votos, Morales obtuvo un 47 % de los votos, lo que significó su victoria ante su rival de la segunda vuelta, es decir, Carlos Mesa.
Esta victoria de Morales conllevó a la protesta de sus opositores. Ellos se lanzaron a las calles y se intensificó la crisis política en el país andino. Bajo amenazas del ejército y la policía de Bolivia y la presión de los opositores, finalmente, Morales dimitió de su cargo y después, abandonó el país.
Tras la salida de Morales de Bolivia, la segunda vicepresidente del Senado, Jeanine Áñez Chávez, se autoproclamó el 12 de noviembre como presidenta provisional de dicho país. El gobierno de facto de Áñez se esfuerza mucho por recuperar las relaciones con EEUU. Ella, como primer paso, cortó las relaciones de este país con Cuba y Venezuela, dos países aliados de Bolivia en el periodo de Morales. Después, reconoció oficialmente a Juan Guaidó, líder de los opositores de Venezuela como el presidente de dicho país y, al determinar al embajador de Bolivia en EEUU, dio otro paso en su acercamiento con las políticas de Washington.
Está previsto que las elecciones presidenciales de Bolivia se repitan. Morales ha anunciado que su partido el Movimiento hacia el Socialismo participe en las siguientes elecciones y salga victorioso. Por otra parte, ha solicitado el envío de fuerzas internacionales para garantizar la celebración de elecciones libres y claras en su país. La primavera boreal del año 2020 será una estación muy determinante para Bolivia.
Chile, es otro país de la región de América Latina que también en los últimos meses del año 2019 se enfrentó con una crisis. Las protestas en Chile se iniciaron con la furia del pueblo por el aumento del precio del billete del metro en Santiago. Los estudiantes en protesta por ese aumento ocuparon las estaciones de metro y crearon problemas en las redes de transporte público de dicho país. Aunque, en realidad, las protestas por el aumento del precio de billete de metro han sido un pretexto para el inicio de un estallido social en Chile, pues los motivos económicos y sociales, como el aumento de las desigualdades sociales se convirtieron en motivos para que miles de ciudadanos chilenos salgan a las calles a manifestarse.
Las crecientes protestas provocaron que el presidente de Chile, Sebastián Piñera, tratara de convencer a los opositores a dejar la protesta. En este sentido, el Gobierno chileno retiró su decisión y redujo el precio de billete de metro, además, anunció un paquete de reformas sociales que incluía un aumento del 20 % de los salarios. El paquete de reformas sociales de Piñera consiste también en el cese del aumento de la tarifa de la electricidad y el ofrecimiento de una ley que garantice el abastecimiento de los gastos médicos, en la actualidad, carísimos.
Las protestas aún continúan en Chile y los opositores solicitan cambios fundamentales en el país.
Actualmente, la popularidad de Piñera ha llegado a su nivel más bajo. La débil gestión de su administración, la carencia de una buena personalidad para orientar el país, su fracaso en solventar las necesidades del pueblo y la represión de los opositores, son algunos de los motivos de la insatisfacción de los chilenos con el presidente Piñera. Según los opositores, el presidente no solo no ha podido mejorar las condiciones de vida desde el punto de vista económico sino que las medidas de la policía en la represión de las protestas, recuerdan el periodo oscuro de la dictadura en dicho país.
Actualmente, Piñera ha acordado la celebración de un referéndum para el cambio de la Constitución de dicho país y, en caso de que los chilenos voten a favor del cambio de la Carta Magna, un comité establecido para el caso tiene que entregar en 9 meses el texto de la nueva Constitución chilena. Este tiempo puede prorrogarse por otros 3 meses. El referéndum sobre la reforma o cambio de la Constitución de Chile se celebrará el 26 de abril del 2020.
EEUU en el marco de la doctrina Monroe, según la cual, considera la región de América Latina como su patio trasero, siempre interviene en los asuntos internos de los países de esta región y se esfuerza mucho para derrocar a los gobiernos izquierdistas latinoamericanos. En el año que termina Cuba también se ha enfrentado a duras sanciones de EEUU, especialmente por su apoyo a Venezuela.
El 2019 se celebraron elecciones en algunos países de la región de América Latina. En Argentina, Alberto Fernández, líder de la oposición izquierdista hizo fracasar al anterior presidente argentino y líder de la derecha conservadora, Mauricio Macri, en las elecciones presidenciales. La victoria de Fernández tiene mucha importancia para los gobiernos de la región. En realidad, la victoria del candidato izquierdista en Argentina se considera un cambio político considerable en la región de América Latina. Fernández ha anunciado algunos puntos que tienen prioridad en su programa de gobierno, entre ellos el apoyo a los derechos de los trabajadores, el aumento de los salarios, la mejora de la salud general, el aumento de los salarios de los jubilados, el apoyo a la pequeña y mediana empresa y el desarrollo de las universidades generales.
A pesar de la insistencia de EEUU para injerirse en la región de América Latina, los países de esta región solicitan más que antes el establecimiento de la independencia y la justicia y buscan objetivos antimperialistas. Por eso, en el año 2020, de hecho, ocurrirán cambios políticos en los países latinoamericanos.
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