Feb 03, 2021 05:47 UTC

ParsToday-En este programa, preparado con motivo del nacimiento de Hazrat Fátima (saludos sean para ella), vamos a conocer más sobre esta gran dama del Islam.

 

El vigésimo día del mes de Jamadi al Sani está adornado con el nacimiento de Hazrat Fátima, la querida hija del Profeta del Islam. Su nacimiento fue un acontecimiento bondadoso durante los primeros años de la misión del Profeta. El año quinto de la Designación, la casa del Profeta se llenó del aroma del paraíso. Aquel día nació Fátima y el alma de Hazrat Mohammad (saludos sean para él y sus descendientes) y su esposa Jadiyeh se llenaron de alegría. El nacimiento de Fátima fue un regalo de Dios para Mohammad y su esposa Jadiyeh. El Profeta después de agradecer al Señor, abrazó Fátima, besó su frente y miró su rostro que tenía un aspecto magnífico. Los ojos brillantes de Fátima mostraron al Profeta que estaba contenta. Con el nacimiento de Fátima parece que Dios dio un tesoro a la existencia de Mohammad ya que, de hecho, su nombre, según el Corán, “Kowsar” significa abundancia y es el nombre de una sura del sagrado Corán que en sus aleyas del 1 al 3 dice:

 

Te hemos dado la abundancia.

Ora, pues, a tu Señor y ofrece sacrificios.

Sí, es quien te odia el privado de posteridad.

 

Estas aleyas, dirigidas al Profeta, le dieron esperanza ante las burlas de sus enemigos que le incriminaban diciendo que era estéril. Fátima nació y se convirtió en líder de las damas del mundo y, durante su generación, levantó a los pioneros verdaderos para mantener el rito del monoteísmo y las fronteras de la moralidad y humanidad. El gran Profeta del Islam dijo que Dios había hecho a Fátima lejos de maldad y el fuego.

 

Saludos a Fátima, la mujer dama del mundo,

Saludos a la más querida persona ante el Profeta,

Saludos a la abundancia,

Saludos a Fátima que es ejemplo evidente de un ser humano elevado.

Felicitamos a esta gran honorifica dama del mundo a todos los fieles verdaderos y recordamos algunos episodios de su vida.

 

Fátima vivió junto a su sacrificada madre sólo durante cinco años. Jadiyeh fue la primera dama del Islam. El Profeta hablaba así de ella: "Jadiyeh es una de las mejores mujeres de esta Ummah -Comunidad-". Era tan amada por el Profeta que luego de su muerte solía recordarla. Dijo 'Aisha: "El Profeta recordaba tanto a Jadiyeh, que un día le dije: "¡Oh, Enviado de Dios!: Jadiyeh no era más que una anciana, Dios te ha agraciado con alguien mejor". A lo que el Profeta me respondió: "Juro por Dios que Él no me ha dado nada mejor. Creyó en mí cuando todos permanecían sumergidos en la incredulidad, me corroboró cuando otros me desmentían, puso a mi disposición sus bienes cuando otros me privaban de ellos, y Dios, el Altísimo, me ha otorgado mi descendencia gracias a ella".

 

 

Fátima contaba con dos años de edad cuando, junto a su padre, sufrió el bloqueo económico de Qoraish. Soportó las más difíciles condiciones de vida, pasó hambre durante tres años en el valle de Abu Talib, junto a todos los musulmanes. Al décimo año de la proclamación de Muhammad como Profeta, poco después de abandonar el valle, perdió a su querida madre, a la que diez años de lucha y aflicción habían debilitado. Aunque para aquella pequeña niña aquel acontecimiento fue muy doloroso, la compañía de su padre hacía menos trágico su infortunio. Cuando tenía ocho años, poco después de la emigración del Profeta a Medina, partió hacia allí junto a Ali (la paz sea con él) y un grupo de mujeres. Una vez más se reunió con su padre. En los difíciles momentos vividos por el Profeta en Medina, Fátima siempre lo acompañaba. En la batalla de Ohud, cuando los musulmanes asumieron el fracaso, con prisa Fátima fue hacia el campamento y junto con Ali se encargó de curar las heridas de Muhammad. Fátima creció con el Islam, vivió con el Corán, respiró el aire del Mensaje de la Profecía, su vida no estaba desvinculada de la de su padre. Inclusive luego de su casamiento su casa era vecina a la suya. El Profeta frecuentaba su casa más que cualquier otro sitio. Cada mañana antes de dirigirse a la mezquita, visitaba a Fátima. Cuando emprendía un viaje, la última persona en despedir era Fátima. A su regreso, ella era a la primera que visitaba. Esto significaba que él no deseaba separarse de Fátima... y en sus últimas horas de vida Fátima estuvo llorando junto a su lecho. El Profeta la consoló anunciándole que sería la primera en seguir sus pasos.

 

Entre las maravillas que exaltan de manera más relevante la vida de Fátima, se encuentra el extraordinario amor de su padre hacia ella. Sabiendo que el Profeta del Islam es la mejor criatura y el más próximo a Dios, y que sus dichos, su proceder y tradición son el criterio de la verdad y la justicia en todos los aspectos, se nos esclarece mucho más la elevada jerarquía de Fátima, sobre todo teniendo en cuenta que, según lo expresado por el Corán, el Profeta no decía palabra alguna en forma vana y caprichosa, sino que todo lo que expresaba se originaba de la inspiración divina.

 “…No habla por capricho, sino que es inspiración que le es revelada” (Sagrado Corán 53: 3y 4)

El Profeta tenía otras hijas y aunque con todas ellas, e inclusive con otros parientes era muy amable y cariñoso, su particular amor hacia Fátima era muy evidente. Es interesante saber que en numerosas oportunidades expresaba ante la gente su amor hacia ella y les recomendaba el buen trato para con ella. Esto por sí solo constituye un documento que verifica que la vida de Fátima y sus hijos están enlazados con el destino del Islam y deja en claro que la relación entre el Profeta y Fátima no fue sólo un vínculo de padre e hija sino que está estrechamente unido a los asuntos vitales de una sociedad, el futuro de una comunidad y órdenes divinas respecto a la comandancia de la Ummah (comunidad) Islámica.

 

El Imam Al-Baquer y el Imam As-Sadiq (con ambos sea la paz), dijeron que el Profeta, siempre antes de dormir, iba a ver a Fátima, le daba un beso, la apoyaba en su regazo, y suplicaba por ella. El Profeta dijo: “Fátima es parte de mí. Quienquiera que la alegre me alegra, y quienquiera que la enfade me enfada. Fátima es la persona más preciada para mí”. También dijo: “Fátima es parte de mí. Es el corazón y el espíritu que están dentro de mí. Quien la molesta me molesta, y quien me molesta está molestando a Dios – Dijo: “Ciertamente que la primera persona en entrar al Paraíso será Fátima; su ejemplo en esta comunidad es como el ejemplo de María, hija de Imran, entre los hijos de Israel”.

 

Mi hija Fátima es la Señora de las mujeres del universo, desde las primeras hasta las últimas. Ella es parte de mí; es la luz de mis ojos; es el fruto de mí ser, es el espíritu que hay en mí; es una hurí de la especie humana que ha surgido de mí. Cuando ella se constituye en oración en su lugar de rezo ante la presencia de su Señor, su luz brilla para los ángeles que están en el cielo, así como las estrellas brillan para los moradores de la tierra; entonces Dios, Poderoso e Imponente, dice a Sus ángeles: "¡Ángeles míos!: Vean a Mi sierva Fátima, la Señora de todas mis siervas que está en mi presencia, cómo vibra por piedad y temor a Mí, cómo su corazón está colmado de adoración por Mí. Sed testigos que Yo pondré a sus seguidores a salvo del fuego infernal”.

 

El día de nacimiento de Hazrat Fátima en Irán es el día de la conmemoración del lugar de la mujer y madre. Esperamos que las madres y mujeres musulmanas del mundo, con el conocimiento correcto del Islam y gracias a los ejemplos de las pautas de Hazrat Fátima, entiendan su prestigio real en el escenario de la familia y sociedad y actúen como se merece.

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