Qasem Soleimani, el general de los corazones(1)
ParsToday-Ya han pasado unos días desde que el general valiente del Islam hach Qasem Soleimani cayó mártir, pero en todos sitios se habla de él. La mayoría de las personas se han vestido con ropa negra y sus rostros se ven compungidos.
El presentador de las noticias, citando a una fuente extranjera, dice que en “casi en todos los comunicados que han publicado personalidades de alto rango de la República Islámica de Irán y de las diferentes unidades del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI) por el martirio del general Soleimani, se le recuerda como ‘el soldado del Líder”’. El mismo general mártir también, en una carta dirigida al Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, tras la destrucción del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en el mes de aban de 1396, se considera hijo y soldado del Líder persa.
Cuando Hach Qasem estaba cerca de su Líder favorito, se mostraba contento y sus ojos tenían una luz especial y sonreía continuamente. Algunas veces lloraba por los problemas especiales del Líder, pero, incluso en esos momentos siempre mantenía una expresión de orgullo especial en su rostro.
Un fotógrafo le tomó una foto especial en un momento en que el general Soleimani estaba al lado del Líder de la Revolución Islámica de Irán mientras una de sus manos sostiene su cabeza y la otra está sobre su pecho en señal de respeto al Líder. Quizás, este gesto sea contrario a la cortesía militar y los asuntos legítimos, pero demuestra su amor verdadero y profundo y su obediencia especial al comandante en jefe de todas las Fuerzas Armadas de Irán. Aquella imagen se ha visto mucho y es muy famosa.
El ayatolá Jamenei, Líder de la Revolución Islámica de Irán, después del fallecimiento del Imam Jomeini (que descanse en paz), aún estaba comprometido con sus metas de no aceptar la opresión de los enemigos y, gracias a su inteligencia ante los complots de los poderes occidentales, actualmente, resalta como un Líder decidido y firme que ha podido acabar con el poder falso de las superpotencias mundiales. El ayatolá Jamenei es el gran proclamador de la unidad y solidaridad de los pueblos islámicos y, en cualquier ocasión, defiende los intereses del mundo del Islam ante los imperialistas hegemónicos. El Líder de la Revolución Islámica de Irán, al elevar la confianza en sí de los pueblos musulmanes en la región de Oriente Medio y de todo el mundo, informó de la creación de un nuevo Oriente Medio que solamente pertenece al Islam. El ayatolá Jamenei, al lado del Imam Jomeini, es ejemplo exitoso del liderazgo religioso ante los pensamientos materialistas del Occidente.
Hach Qasem Soleimani conocía muy bien a su Líder y le amaba mucho; ya que conocía su capacidad de amar tan profundamente. El general Soleimani, en una ceremonia por el aniversario del mártir Hasan Asadi, insistió en que el pueblo tenía que conocer muy bien a su Líder. Añadió: “¡pueblo! Acéptenme. Yo no soy miembro de ningún partido ni ala y no sirvo a ninguna parte sino al Islam y a la Revolución Islámica de Irán. Pero, todos ustedes tienen que saber que yo conozco de cerca a todos los ulemas chiíes. Ahora son 14 años que yo trabajo en este puesto. Conozco muy bien a los ulemas de El Líbano, conozco a los ulemas de Paquistán, conozco a los ulemas de los países del ámbito del Golfo Pérsico, tanto a los chiíes como los suníes, pero, juro por Alá que en la cabeza de todos estos ulemas y clérigos, tanto de iraníes como de no iraníes, está este gran hombre de la historia, es decir, el ayatolá Jamenei”.
El Imam Reza (la paz sea con él), el octavo Imam de los chiíes del mundo, decía: “si Alá no elige a un líder capaz y firme para guiar a un pueblo musulmán, la religión se destruirá gradualmente, la tradición del Profeta y los veredictos religiosos cambiarán poco a poco, los innovadores añadirán algunos asuntos a la religión, los opositores reducirá algunos casos de la religión y, finalmente, cambiarán las realidades para los musulmanes”.
Aunque, mientras el mártir Qasem Soleimani sonreía, en realidad, sentía mucho dolor. Pero, él era un iraní y un amigo fiable para los otros pueblos del mundo. Él era un general valiente y un guardián y basiyí verdadero. Vivía en este mundo, pero, en realidad, pensaba profundamente en el otro, y sabía muy bien que este mundo es una buena oportunidad para prepararse para el más allá. Soleimani había aprendido del movimiento de Imam Jomeini que la oposición al Líder de la sociedad, conlleva consecuencias nefastas; por eso, pasó una parte importante de su vida en el camino de la lucha contra el grupo takfirí EIIL. Esto, mientras, amaba profundamente al Líder y le obedecía completamente y, en su personalidad, se veía un tipo de la sabiduría pura.
El general Soleimani recibió la medalla Zolfaqar por parte del Líder de la Revolución Islámica de Irán. Las medallas militares se dan a los miembros de las fuerzas armadas para aumentar su espíritu, su confianza en sí y animarles. Estas medallas tienen algunas diferencias, ya sea por el sacrificio, la habilidad y la influencia de dicha persona. Cuando el ayatolá Jamenei, en una ceremonia, entregó la medalla de Zolfaqar al general Qasem Soleimani, dijo: “La lucha en el camino de Dios, no se compara con estas medallas. Alá, en el sagrado Corán, dice: ‘la resistencia en el camino de Dios y el sacrificio de la vida solamente se recompensa con el paraíso eterno que es el lugar de los bondadosos verdaderos’. Lo que nosotros entregamos a nuestros generales valientes es tanto el agradecimiento verbal como práctico; tanto nuestras medallas como grados militares, son unos regalos materiales y mundanos, pero esperamos la mirada especial de Alá a estos soldados valientes que dan su vida en el camino del Islam. El general Soleimani reiteradas veces puso su vida ante la invasión de los enemigos en el camino de Dios y para satisfacción de su Señor. Queremos que Alá le responda positivamente y su vida siempre esté llena de prosperidad y el fin de su vida sea el martirio, pero no ahora, pues la República Islámica de Irán aun le necesita mucho. Esperamos que su vida se apague por el martirio y no por la muerte. Si Dios quiere”, expresó el ayatolá Jamenei.
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