Un futuro brillante (8)
Feb 08, 2020 08:16 UTC
ParsToday - La unidad y la cohesión son los factores más importantes para mantener la supervivencia de la comunidad y sociedad humana.
La Revolución Islámica de Irán declara su entrada en la quinta década de su vida en un momento en el que, a pesar de todas las luchas de los enemigos contra el sistema, se ha convertido en un modelo a seguir para los países libres del mundo. El factor más importante en esta permanencia es la cohesión y la unidad del pueblo, como la forma más efectiva de contrarrestar los complots de los enemigos del Islam.
La unidad y la cohesión son los factores más importantes para mantener la supervivencia de la comunidad y la sociedad humana, y el hombre debe impulsarlas no solo para preservar la vida colectiva sino también para disfrutar de una vida digna. La unidad y la cohesión también son el requisito previo para reparar y reconstruir la sociedad, avanzar hacia el crecimiento y triunfar en todos los ámbitos de la vida.
Según los analistas políticos, la preservación y la continuación de la Revolución Islámica y su elevación hasta el día de hoy se deben especialmente a la unidad y la cohesión nacional, ya que, debido a que el Irán islámico contiene muchas etnias, dialectos, subculturas y minorías religiosas, ha podido atravesar muchos altibajos manteniendo su dignidad e independencia.
En este sentido, contar con pautas internas y espirituales ha sido un factor importante en la unidad y convergencia de la sociedad islámica iraní, de modo que, hasta ahora, ha podido establecer un vínculo profundo y duradero entre los pilares del sistema y todos y cada uno de los miembros de la sociedad. Las enseñanzas de la fe islámica también, para la unificación y a convergencia de las sociedades humanas, han estimulado las motivaciones y han acercado los corazones con las estrategias constructivas. El pacto de hermandad entre los musulmanes planteado por el Profeta del Islam (saludos de Dios sean para él y sus descendientes) en las primeras etapas de su establecimiento en Medina, y las aleyas coránicas que recalcan la hermanad entre los creyentes han fortalecido la relación de hermandad entre los musulmanes y creyentes.
Esta unificación, solidaridad, convergencia y el movimiento hacia una sola dirección crearon una fuerza que estabilizó y otorgó seguridad a la Revolución Islámica. Cada vez que se urde un complot, esta poderosa fuerza entra en la escena y lo echar por tierra. Por ejemplo, en 2009 varios meses de disturbios y protestas provocar incidentes que causaron muchos daños al país, pero la presencia gloriosa, épica y millonaria del pueblo el 23 de diciembre de aquel año extinguió, como si fuera agua, el fuego de esa sedición.
Todo el mundo recuerda que también en noviembre de 2019, bajo el pretexto del aumento del precio de gasolina, un número de oportunistas y alborotadores, dirigidos por el enemigo extranjero, organizó protestas y afirmando que eso era un movimiento popular, causó daños a propiedades públicas y los bienes de algunos ciudadanos. No obstante, el pueblo prudente de Teherán y otras ciudades condenó al unísono a los agitadores y expresó su apoyo al Líder de la Revolución Islámica y la República Islámica, creando así una nueva epopeya en el país persa.
Basado en su creencia en el Mahdismo y la aparición del mensajero prometido (el Imam Mahdi, que Dios acelere su llegada), el pueblo musulmán de Irán cree que, sin duda, en todas las conspiraciones, el brillante amanecer pertenecerá al frente de los justos. Por lo tanto, con conciencia e inteligencia, otorgan vida, calor y ebullición vibrantes a este movimiento. Mientras este lazo y esta convergencia espirituales permanezcan como el capital de la Revolución Islámica, habrá un futuro brillante y esperanzador ante nosotros.
P/FE/NL
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