Pars Today

Irán es uno de los países en el que el contagio por coronavirus ha sido de forma muy amplia. Desde la fecha de la aparición de este virus mortal en el país persa, es decir el 18 de febrero pasado, hasta el momento se han realizado múltiples medidas para controlar y desarraigar esta enfermedad. El pueblo de Irán, para enfrentarse contra este enemigo peligroso, aprovecha de la experiencia exitosa de la defensa del país ante el ataque del ejército del exdictador iraquí Sadam Hosein contra el territorio iraní en la década de los 80. En aquella guerra impuesta que duró 8 años, todo Irán se enfrentó de forma unánime contra el enemigo, de modo que el Líder, el pueblo, el gobierno y otras entidades revolucionarias respaldaron a los combatientes y militares que estaban en la primera línea del frente de lucha. Actualmente, los médicos, los enfermeros y otros funcionarios del sector sanitario de Irán están en la primera línea del combate al coronavirus, y el pueblo, el Líder y otros órganos del gobierno apoyan y ayudan al equipo médico iraní en realizar su pesada tarea. Hasta el momento, el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ha agradecido, reiteradas veces, al equipo médico y ha dicho que verdaderamente, en estos días, observamos ejemplos de sacrificio del equipo médico que se consideran una gran lección para el resto de iraníes. Al respecto, el ayatolá Jamenei ha destacado: “Gracias a Dios, demuestran responsabilidad y compromiso humano y  religioso nuestros médicos en el país. Verdaderamente, los médicos, los enfermeros y otros elementos del sistema sanitario están luchando en el camino de Dios”.

 

La enfermedad del coronavirus penetró en el suelo persa en condiciones en que Irán está bajo las sanciones ilegales y hostiles de EEUU. Estas medidas coercitivas incluyen incluso la importación de medicamentos e instrumentos médicos. A pesar de las presiones internacionales, el gobierno opresor de EEUU no solo no está dispuesto a levantar las sanciones médicas sino que considera esta enfermedad como una oportunidad para destruir la resistencia de los iraníes ante las políticas hegemónicas norteamericanas. Mientras tanto, la República Islámica de Irán, al igual que en el pasado, basándose en sus capacidades internas y, especialmente en su sistema poderoso sanitario, lucha contra este virus nefasto. Desde que se detectó por primera vez el coronavirus en China, los responsables de la salud en la República Islámica de Irán implementó medidas primarias. Tras el surgimiento de los primeros signos de esta enfermedad en algunas personas en Irán, se iniciaron los esfuerzos para tratarlas y evitar el desarrollo de este virus mortal. Muy rápidamente, se prepararon múltiples centros médicos con equipamiento adecuado y, cada día, aumenta el número de estos hospitales. En este contexto, los médicos y enfermeros, con su sacrificio, han desempeñado un papel relevante en la mejora de las condiciones de los contagiados de coronavirus y, lamentablemente, algunos de ellos han perdido la vida. El Líder de la Revolución Islámica de Irán los ha denominado “mártires del trabajo”.

 

Por otra parte, dada la sensibilidad de la crisis del coronavirus, los expertos médicos de Irán han tomado medidas rápidas para encontrar nuevos métodos de tratamiento. A este respecto, pudieron producir unos kits de detección de este virus. Además, estos kits de manera rápida y con una mayor atención en comparación con sus similares extranjeros, pueden determinar si la persona está o no infectada. Estos aparatos se producen en masa que incluso se puede exportar a otros países del mundo. También, se ha usado con éxito la terapia de plasma en el tratamiento de la enfermedad. En este método, se toma del plasma de la sangre de quienes se han curado anticuerpos ante el coronavirus, después se inyecta a los enfermos para que puedan resistir más ante este virus nefasto. Mientras tanto, aún continúan con mayor velocidad las investigaciones de médicos iraníes para el descubrimiento de una vacuna efectiva contra el coronavirus. Los éxitos de Irán en la prevención, el control y el tratamiento de este virus son tantos que Christoph Hamelmann, representante de la Organización de la Salud Mundial  (OMS) en Irán, después de visitar unos centros médicos, elogió las medidas de la República Islámica de Irán y dijo que la instalación de centros para otorgar los primeros servicios médicos en Irán es un hecho tan importante que dejó mucha influencia en la delegación visitante. Irán tiene uno de los más poderosos sistemas de servicios sanitarios y médicos en la región de Asia Occidental. El funcionario de la OMS también evaluó de muy bueno la rapidez de la acción de Irán para enfrentarse contra este virus epidémico.

 

Tal como durante los años de la Defensa Sagrada ante el ejército del régimen de Sadam, los iraníes realizaban todo lo que podían para dar apoyo financiero y espiritual a los combatientes, actualmente también respaldan al equipo médico de los hospitales para combatir el coronavirus. La más importante ayuda es actuar según las recomendaciones sanitarias para evitar el desarrollo de esta enfermedad epidémica. El pueblo de Irán ha entendido muy bien que respetar los asuntos de la salud, como no presentarse en grupos públicos, considerar una distancia con los demás y quedar en la casa, son  importantes ayudas para acabar con este virus peligroso y reducir las dificultades de los defensores de la salud en el escenario médico. Por otra parte, el pueblo de Irán participa en el esquema del conocimiento de coronavirus para la detección de los contagiados y sospechosos de esta enfermedad. Con la ejecución de este esquema se sabe si una persona está contagiada o no. Las personas a través del teléfono o la página web del Ministerio de Salud responden a unas preguntas y así se informan de la situación de su salud, de modo que solo aquellas personas que verdaderamente están enfermas acuden a los hospitales. Además, en los recientes días y después de la presencia del coronavirus en Irán, los iraníes mostraron su nivel de cultura y moralidad social como un pueblo civilizado y, al contrario de muchos otros países, sin invadir a los supermercados, solamente compraron sus necesidades primarias higiénicas y alimenticias. Además, no olvidaron ayudar a las personas necesitadas en estas condiciones difíciles y, a través de diferentes maneras, se esfuerzan para que los afectados enfrenten los mínimos daños.

 

No obstante, el pueblo sacrificado de Irán, especialmente los jóvenes, no solo respetan los asuntos sanitarios, sino que actualmente muchos iraníes han entrado en el escenario de la lucha contra la coronavirus. Las fuerzas del apoyo a los oprimidos que en el tiempo de la guerra contra los militares de Sadam desempeñaron un papel relevante ahora también junto con otras fuerzas populares han creado un gran frente para combatir este virus peligroso. Algunos de ellos, a pesar de los peligros existentes en los hospitales y los centros médicos realizan todo lo que pueden para ayudar de la mejor forma a los enfermos y reducir la pesada carga de los médicos y enfermeros. Un gran número de jóvenes también, con un esfuerzo considerable, ha asumido la responsabilidad de desinfectar los diversos lugares públicos. Lo interesante es que algunas personas bajo la supervisión de los centros médicos elaboran los suministros higiénicos como mascarillas médicas e incluso algunas mujeres las cosen en sus casas. Mientras tanto, el pueblo musulmán de Irán ha puesto la  oración en la cabeza de sus asuntos para acabar completamente con el coronavirus y mejorar las condiciones de los contagiados por esta enfermedad. Los iraníes, de forma personal o masiva, solicitan a Dios que cure a los enfermos;  ya que, saben muy bien que solamente es Dios quien es capaz de desarraigar este desastre mundial y dar la salud completa a todo el mundo.

 

Desde los primeros días de conocerse los signos del coronavirus en Irán, el Líder de la Revolución Islámica y comandante de todas las Fuerzas Armadas de Irán, el ayatolá Jamenei ordenó a las fuerzas del Ejército y del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica que empleen todos sus esfuerzos y posibilidades para ayudar a quienes han sufrido daños al respecto. En base su orden, se construyó de forma rápida un centro sanitario y médico. Según el general Mohammad Hossein Baqeri, jefe del Estado mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, hasta el momento, estas fuerzas han instalado más de 11 000  camas hospitalarias e incluso un gran número de estas aún no se han utilizado. Actualmente, casi 60 hospitales fijos y algunos móviles, así como  decenas de clínicas del Ejército y del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, junto con un gran número de médicos y enfermeros, están al servicio de los contagiados a coronavirus.´

 

Por otro lado, como se ha planteado la probabilidad de que el surgimiento de este virus nefasto sea parte de una guerra biológica, el Ejército de Irán, en una maniobra rápida y organizada, construyó en  48 horas, un hospital de 2000 camas equipado con todo tipo de aparatos médicos, lo que muestra la disposición completa de Irán para enfrentar estos ataques.

 

Se puede entender el auge de la unidad y solidaridad del pueblo de Irán ante el coronavirus a través de las palabras de la escritora norteamericana Jennifer Green. Ella que junto a su esposo está en Irán quería regresar a su país a finales del año 2019, pero la llegada de esta enfermedad mortal al país persa obligó a las autoridades a cancelar los vuelos, lo que provocó que esta pareja se quede en el país persa. Primero, Jennifer pensaba que se enfrentaría con múltiples problemas dadas las sanciones de EEUU, pero, ella ha narrado lo siguiente: “Me extraña observar las fotos y los vídeos de la forma en que la gente ha arrasado con los supermercados en los países occidentales y cómo ha acabado con los  pañuelos higiénicos, los desinfectantes y las mascarillas. Aquí en Irán todas las tiendas y supermercados están llenas de artículos y productos alimenticios y los estantes nunca están vacíos. Yo compro muy fácilmente todo lo que quiero”. Ella ha elogiado el sacrificio de los iraníes y especifica que prefiere vivir en Irán cuando ve todos estos hechos dulces y bellos.

 

P/MK/NL