Nov 26, 2020 07:54 UTC

ParsToday - La libertad de expresión tiene muchos beneficios para el individuo y la sociedad, ya que negarle a la gente esta libertad provoca el estancamiento de los pensamientos y las ciencias humanas y perturba el movimiento evolutivo de la sociedad y sus individuos.

Privar al hombre de esta bendición divina, representa la mayor violación del derecho más natural y más innato del ser humano. Pero el profeta esotérico del hombre, que es su intelecto, siempre le advierte que esta libertad tiene límites y no es que cada quien sea libre de diseminar ideas que insulten a los pensamientos de los demás.
 
 
 
El reciente mensaje del Líder de la Revolución Islámica iraní, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, a los jóvenes franceses, también pone énfasis en este mismo asunto al decir: "¿Significa la libertad de expresión insultar, especialmente a una persona sagrada? ¿No es este acto estúpido un insulto a la capacidad de raciocinio de las personas que le eligieron (a Emmanuel Macron)?"
 
 
 
El Occidente siempre ha tratado de mostrar que el Islam se opone a la libertad de expresión y de convencer al mundo de que la fe islámica está en fuerte conflicto con la libertad de pensamiento y expresión, mientras que el Islam es una religión que acepta la expresión en el contexto del respeto a otras creencias y da al hombre la libertad de elegir el pensamiento y actitud hacia la vida.
 
 
 
Tras el citado mensaje del Líder de la Revolución Islámica iraní a los jóvenes franceses, en este programa queremos ofrecer un análisis para explicar la posición del Islam ante la libertad de expresión y, en este sentido, vamos a referirnos a los versos del sagrado Corán.
 
 
 
LOCUTORA. - Hay muchos versos en el sagrado Corán, que apuntan claramente a la libertad de expresión, y al meditarlos, se puede conocer la visión islámica ante este derecho.
 
 
 
En los versículos 8 y 9 de la sura “Al balad (La ciudad), Dios dice: “¿No le hemos dado dos ojos, una lengua y dos labios?
 
 
 
No cabe duda de que la lengua y los labios son necesarios para hablar, pero sin conocer la ciencia de la expresión, estos órganos no son diferentes de los labios y la lengua de los animales.
 
 
 
Entonces, lo que distingue al hombre de los animales es la expresión que Dios le ha enseñado.
 
 
 
En los versos coránicos, Dios llama como "expresión" a una bendición que se le ha enseñado al hombre inmediatamente después de su creación. Así se constata en los versículos 3 y 4 de la sura Ar-Rahman (El Compasivo): “Ha creado al hombre; le ha enseñado a explicar”.
 
 
 
El Corán, libro celestial y orientador de la religión del Islam, no solo no niega la libertad de expresión, sino que, la considera un derecho inalienable del ser humano.
 
 
 
El Islam considera la libertad de expresión como algo santo y genuino, la reconoce y la menciona como un medio para el florecimiento del pensamiento y la altivez material y espiritual del hombre.
 
 
 
La libertad de expresión ayuda a conseguir la perfección espiritual y el dinamismo en la vida humana y evita caer en las profundidades de la ignorancia.
 
 
 
Esto ocurre mientras los pensadores irreligiosos de los países occidentales y orientales sugieren que las religiones son para encadenar al ser humano y privarlo de la libertad.
 
 
 
Con una pequeña reflexión sobre los versos guiadores coránicos, nos encontramos con que los primeros mensajeros de la libertad fueron los mensajeros de Dios o profetas que, según el Corán, levantaron las penurias y cadenas que pesaban sobre el ser humano.
 
 
 
Al respecto, en el verso 157 de la sura Al-Araf (Los lugares elevados), Dios dice: “…..y les libera de sus cargas y de las cadenas que sobre ellos pesaban”.
 
 
 
Igualmente, el Imam Ali (la paz sea con él) dijo al respecto: "No seas esclavo de otro, ya que Dios te ha creado libre".
 
 
 
No cabe duda de que, para el ser humano, la libertad de expresión y pensamiento es más importante que la libertad de cuerpo y alma, siempre y cuando se pueda encadenar el cuerpo y el alma, pero no se puede encadenar la dignidad otorgada por Dios al hombre.
 
 
 
En el verso 64 de la sura Al-Imran (La familia), se lee: "¡Gente de la Escritura !Convengamos en una fórmula aceptable a nosotros y a vosotros, según la cual no serviremos sino a Alá, no Le asociaremos nada y no tomaremos a nadie de entre nosotros como Señor fuera de Alá".
 
 
 
En este verso, Dios invita a los no musulmanes (Gente de la Escritura) a expresar sus pensamientos junto con los musulmanes y alcanzar puntos en común, como el monoteísmo y la unicidad de Dios, en los que creen las religiones abrahámicas.
 
 
 
De hecho, el sagrado Corán intenta crear una atmósfera libre y sin violencia en la que cada miembro de la Gente de la Escritura pueda pronunciarse libremente y compartir sus opiniones con los musulmanes para que la mente buscadora de la verdad elija las correctas.
 
 
 
Dios Todopoderoso califica como los dotados de intelecto a las personas que, después de escuchar opiniones distintas, piensan y eligen lo mejor de ellas. En los versos 17 y 18 de la sura Az zumar (Los grupos), dice: “¡Y anuncia la buena nueva a Mis siervos, que escuchan la Palabra y siguen lo mejor de ella! ¡Ésos son los que Alá ha dirigido! ¡Ésos son los dotados de intelecto!
 
 
 
Al analizar estos versos, encontramos que Dios considera que la mejor gente es aquella que escucha, elige la mejor opinión y la cumple. Evidentemente, el sagrado Corán considera la libertad de expresión como uno de los inalienables derechos humanos, ya que el requisito para elegir la mejor opinión es que haya diferentes expresiones en la sociedad.
 
 
 
El Islam siempre ha pedido a sus seguidores que en sus debates científicos, opten por el buen debate, para que las realidades se revelen a todo el mundo de manera clara y transparente.
 
 
 
En este contexto, en el versículo 125 de la sura Al-Nahl (las abejas) se lee: “Llama al camino de tu Señor con sabiduría y buena exhortación. Discute con ellos de la manera más conveniente”.
 
 
 
Igualmente, el verso 46 de la sura Al-Ankabut (La araña) dice: “No discutáis sino con buenos modales con la gente de la Escritura”.
 
 
 
Sin duda, esta recomendación se debe al hecho de que la fe islámica otorga a la parte opuesta la oportunidad de pronunciarse y le ha dado libertad para expresar lo que piensa.
 
 
 
En dicho verso, los “buenos modales” implican evitar todo irrespeto a los valores de la contraparte, un principio moral que el Gobierno de Francia está violando abiertamente.
 
 
 
La postura hostil y profana del gobierno galo no solo ha aquejado los corazones de los musulmanes y la comunidad de eruditos islámicos, sino que, también ha levantado las voces de protesta de líderes de otros cultos.
 
 
 
El rabino Younes Hamami, líder de la comunidad judía en Irán, dijo en protesta por el comportamiento del presidente francés que "esto es un insulto sin lógica y un signo de debilidad de carácter; la manera en que se han comportado no es libertad de expresión, sino transgresión de los límites de la humanidad causando daños a los demás; la libertad no significa insultar a la dignidad de la humanidad; por eso, no nos gustó la actitud del mandatario francés".
 
 
 
A su vez, Maar Nasi Benjamin, arzobispo de la Iglesia Asiria Oriental en Irán, declaró en respuesta a la blasfemia del gobierno francés contra el Profeta del Islam Muhammad (saludos de Dios a él y a sus descendientes): "¿Permite la libertad tales conductas o bien tales prácticas son abuso del concepto de la libertad? No es correcto abusar de la libertad para difamar a otros”.
 
 
 
Quizás Emmanuel Macron no sepa nada de lo que dijo hace casi 14 siglos el Imam Ali ("Desea para otro lo que deseas para ti mismo, y aborrece para él lo que aborreces para ti mismo"), pero tal vez se pueda hablar con él del principio de la universalidad de Immanuel Kant, filósofo alemán de los siglos XVIII y XIX, quien afirmó como una regla de oro: "Obra solo según una máxima tal, que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal”.
 
 
 
Indudablemente, las autoridades occidentales, incluidas las francesas, no solo no toleran ningún insulto a sus respectivos países, ¡sino que tampoco permiten investigación científica sobre el Holocausto, considerado como una línea roja por parte del régimen israelí!
 
 
 
¡El presidente de Francia cuestiona tanto la capacidad de raciocinio de su pueblo que se permite el lujo de insultar a los principios morales y humanos y profanar los valores religiosos no solo de sus conciudadanos, sino también de sus prójimos en otras partes del mundo!
 
 

A/FE/JP

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