Ene 31, 2021 04:52 UTC

ParsToday-Estamos en vísperas del 42 aniversario de la Revolución Islámica de Irán. Sin duda, esta revolución sin nombre del Imam Jomeini, no se conoce en ninguna región del mundo. Por este motivo, hemos dedicado el primer programa especial de estos días a presentar algunas de las dimensiones de la personalidad de esta figura influyente de Irán y del mundo. Acompáñennos por favor.

El duodécimo día de Bahman de 1357 (febrero de 1979) estuvo lleno de emoción y épica. El Imam Jomeini, después de años de exilio, regresó al país con una autoridad, dignidad y gloria indescriptibles. Miles de personas entusiastas acudieron al Aeropuerto Internacional de Teherán para que, con un cielo de cariño y afecto, saludaran a su amado líder. Cuando el avión del Imam aterrizó, los corazones latieron más rápido y las personas se adelantaron para ver el rostro celestial, poderoso y firme de su amado líder. La ruta del Imam desde el aeropuerto hasta el santuario de los mártires en Behesht Zahra, estaba decorada con flores y la gente había puesto flores en el camino en memoria de los mártires de la revolución. Las puertas del avión Boeing 747 se abrieron y llegó el Imam y con su gloria eterna, fluyó en una avalancha de seguidores del líder y llovió sobre las almas sedientas como una suave lluvia. Como el profeta Ibrahim (S), rompió los ídolos de la hegemonía y prometió el inminente amanecer de la República Islámica.
 
La voz de Salawat, el agradable olor a rosas y las flores rojas del pueblo al Imán de la Nación, marcaron el inicio de un nuevo capítulo. Sí, vino el “Alma de Dios” y los vítores de la victoria se escucharon en las casas y calles. ¡Bienvenido, Imam!
 
El pueblo religioso de Irán, consideró el llamado antimperialista del Imam Jomeini como una llamada justa. Vieron a un hombre de pura ascendencia, místico y con el corazón roto, no por capricho, pero como su líder el Imam Hussein (la paz sea él), se ha levantado para revivir la religión y los valores islámicos; por eso respondieron a la invitación de Jomeini y se levantaron contra la opresión y rugieron al imperialismo como fuertes olas. La Revolución Islámica se volvió como un sol que, con su llegada, da esperanza a las almas cansadas de opresión, humillación, dependencia, irreligión y corrupción. El Imam Jomeini no solo fue un revolucionario, sino que también creó esta transformación en las mentes y los corazones de la nación. Esta coordinación dio lugar a un sistema islámico basado en la participación del pueblo con el lema “Independencia, Libertad y República Islámica”.
 
El mártir Seyed Morteza Avini, uno de los pensadores y expertos en los asuntos vinculados al occidente de Irán, escribe sobre el Imam Jomeini y dice que el Imam Jomeini no era un nuevo profeta, pero era un recordatorio ... que le recordaba a la gente su pacto natural con Dios.
 
El Imam, como sus antepasados puros, buscaba educar y entrenar a las personas y la sociedad y, en una palabra, quería propagar las virtudes morales. La propagación de las virtudes morales es uno de los mandatos de Dios en el Sagrado Corán a su profeta Muhammad Mustafa (saludos sean para él y sus descendientes) para que todos los musulmanes sean conscientes de que el gobierno y la política no están separados de la moralidad y las virtudes humanas y espirituales y que la sociedad ideal del Islam, se crea solamente en la unión de estos dos asuntos. El profeta Muhammad (saludos sean con él y sus descendientes) fue el ejemplo supremo de un gobernante islámico y después de él, el Imam Ali (la paz sea con él) retrató las manifestaciones más hermosas de justicia social y dignidad humana en su gobierno islámico. El Imam Jomeini al seguir el método de los ancianos de la religión, buscaba revivir y difundir los valores religiosos en la sociedad. Una sociedad basada en los principios islámicos y la jurisprudencia chií, en la que se manifiesten las virtudes morales y espirituales. Tal gobierno necesitaba un gobernador que fuera único en jurisprudencia, conocimiento de religión, el respeto a la piedad y la ética integral y el Imam Jomeini tenía estas altas cualidades. Desde su juventud, se había esforzado por educarse a sí mismo y fortalecer sus características morales positivas y era único en respetar la moralidad y la piedad divina. Sus compañeros de habitación en su juventud en los colegios religiosos también sabían que Jomeini tiene dos cualidades especiales: levantarse en medio de la noche para rezar la oración nocturna y segundo, evitar los cotilleos. Este hombre tan digno, enfatizaba firmemente en la veracidad del discurso y la acción y se puede decir que “la honestidad en los dichos y hechos” hizo al Imam Jomeini más popular que cualquier otra cualidad.
 
La honestidad es una de las órdenes de Dios en el Corán y las recomendaciones de los líderes religiosos y uno de los signos de piedad y fe. En palabras del Imam Ali (la paz sea con él): “la veracidad es el pilar más fuerte de la fe” y “cuando Dios ama a un sirviente, le inspira la veracidad”. El Imam fue fiel a lo que decía en su vida personal y política. Si aconsejaba a las autoridades sobre la austeridad y la vida sencilla, sería un verdadero modelo a seguir. Cuando el pueblo de Irán, vio la dulzura de la honestidad en las palabras y los hechos del Imam Jomeini, aumentó su confianza en los ideales y el camino del Imam y así es como lo apoyaron hasta el fin del camino.
 
El amor de la gente por el Imam Jomeini, era el amor por todas las bondades. Este amor y afecto del Imam fue quizás más que eso. El Imam apreciaba a la gente y la amaba. Llamaba a la gente sus tutores y se llamaba a sí mismo su sirviente.
 
El dulce espíritu del Imam y su indescriptible bondad, atraían los corazones como un imán. El Imam Jomeini prestaba más atención al estrato pobre y advertía a los responsables que sirvieran a la gente con sinceridad, especialmente a los oprimidos. Él decía: no creo que haya ningún culto y oración más elevada que el de servir a los necesitados.
 
El Imam Jomeini como sus antepasados puros, había elegido una vida sencilla y alejada de la mundana y creía que el gobernador de la sociedad islámica, debería vivir como la clase media y débil. El Imam nunca se separó de la gente y siempre estuvo con ella y a su lado. Según el Líder supremo de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Jamenei, había tres creencias en el Imam, que le daban firmeza, la valencia y resistencia. Creer en Dios, creer en las personas y creer en sí mismo. Estas tres creencias se manifiestan en el verdadero sentido de la palabra en la existencia del Imam, en las decisiones del Imam y en todas las medidas del Imam.
 
El Imam Jomeini era un líder religioso místico de alto rango y al mismo tiempo, un político inteligente, carismático y anti-dictatorial y no dependía de los poderes de Occidente y Oriente. El Imam tenía una profunda información y conocimiento de la sociedad de su tiempo y las noticias y condiciones de otros países. Era un hombre piadoso y muy ordenado.
 
El Imam Jomeini desde su juventud fue conocido por su limpieza y disciplina y uno de sus secretos del éxito en la ciencia y la práctica, en el liderazgo y la política, fue que tenía mucho orden en todos los asuntos. Había preparado una mesa para su trabajo diario, en la que la labor del Imam estaba incluida en todas las horas del día y de la noche, excepto las horas de la noche en que se despertaba para la oración nocturna y el misterio y hablar con Dios. Su orden fue tan precisa que quienes le rodeaban, al ver su actividad, ¡se dieron cuenta de la hora que era! Porque el Imam comía a una hora determinada y dormía a una hora determinada y se despertaba a una hora determinada. Si hubiera tenido una cita, habría llegado a tiempo. Su hija Zahra Mostafavi narra que el i
 
Imam era tan puntual y ordenado que, si llegaba cinco minutos tarde para almorzar, todos los miembros en la casa, estarían preocupados por el motivo de su tardanza. Eso significa que todos seríamos arrastrados involuntariamente a la habitación del Imam. Después, vimos que, por ejemplo, que Haj Ahmad Agha (el hijo del Imam) había llegado y hecho una pregunta y esto hizo que llegara tarde.
 
Terminamos el programa con una frase del ayatolá Jamenei, discípulo y sucesor del Imam Jomeini quien dijo: el motivo de la influencia de incluso, una palabra del Imam Jomeini en el ambiente de la sociedad ha sido su pureza interior, su conexión con Dios, sus lágrimas de medianoche. En otro discurso sobre el Imam Jomeini, el Ayatolá Jamenei dice: el Imam fue favorecido por Dios debido a su relación con el Supremo. Nosotros también tenemos que seguir su camino con la misma confianza, sinceridad, esfuerzo y decisión.
 
 
P/ MK/ RH

 

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