Feb 08, 2021 05:53 UTC

Sanción es un término muy conocido para la nación iraní. Una nación que se levantó para cambiar el sistema de monarquía y dependiente de EE.UU. y establecer la República Islámica de Irán, bajo el liderazgo del Imam Jomeini (Que Dios lo bendiga).

Con el lema ‘No Oriente, Ni Occidente’, desde el comienzo de su victoria, el Irán islámico, dirigiéndose a todos los arrogantes, declaró que crecería, avanzaría y se mantendría sobre sus propios pies, sin dependencia de los poderes del este u oeste, gracias a los esfuerzos de su juventud.
 
La nación iraní, un pueblo que ha sacrificado la vida de sus jóvenes para lograr esta revolución, se enfrentó, desde el principio, a la enemistad de Estados Unidos y sus aliados en diversas formas, incluidas las sanciones. Después de la toma de los estudiantes, el 4 de noviembre de 1979, de la embajada de Estados Unidos, en Teherán, conocida como ‘nido de espías’ y la detención de su personal, la presión de Washington comenzó en forma de sanciones.
 
Las sanciones contra Irán es un conjunto de acciones de algunos aliados de Estados Unidos liderados por Washington, que, según proclaman sus impostores, tienen el objetivo de obligar a la República Islámica de Irán a rendirse al sistema de dominación y renunciar a su independencia y libertad. Sanción significa privación y pena, y las sanciones contra Irán han tenido como objetivo perturbar el sistema económico del país e incluso paralizarlo.
 
Las primeras sanciones contra la República Islámica de Irán se impusieron en los primeros meses y años de la victoria de la Revolución Islámica, sin embargo, se intensificaron después de que el país persa logró dominar la energía nuclear para usos pacíficos. Estas medidas coercitivas, pese a que podemos categorizarlas en cuatro grupos, a saber, las sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), las de la Unión Europea(UE), y las que de forma unilateral establecen países como Estados Unidos y su Congreso, son principalmente impuestas bajo la dirección y guía de la Administración de Estados Unidos contra la República Islámica de Irán. Cabe recordar que, según la mayoría de los analistas y pese a algunos efectos a corto plazo, estas sanciones en general no han afectado al proceso de desarrollo científico y nuclear de la República Islámica de Irán. La estrategia de sanciones ha podido reducir hasta cierto punto el crecimiento económico e industrial del país persa y restringido la inversión extranjera, no obstante, ha aumentado considerablemente la voluntad de los hombres y mujeres iraníes para establecer un nuevo modelo de economía de resistencia en rechazo de la dependencia de los países extranjeros.
 
Las sanciones, aunque son muy problemáticas, sin embargo, indican al pueblo iraní que debe confiar en sí mismo, que debe encontrar un camino para el progreso y el desarrollo de su país, basándose en sus fuerzas internas, talentos e ingenio. Entonces, la nación iraní ha tomado el camino de la autosuficiencia y la educación de sus talentos y el aumento de los conocimientos básicos, de modo que ha logrado éxitos notables en el mundo. Ahora, todos reconocen los avances científicos, tecnológicos, industriales, militares y médicos de Irán, especialmente en las últimas tres décadas, y nuestro orgullo es que todos estos logros se han alcanzado mientras el país ha estado bajo severas sanciones desde sus primeros días.
 
El Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei dijo: “Han impuesto muchas restricciones a nuestro país. Intentaron imponer sanciones en todos los campos económicos y su decisión era poner de rodillas a la nación iraní, sin embargo, el sistema de la República Islámica de Irán, gracias a la paciencia y perspicacia de su pueblo, puso de rodillas a todas aquellas políticas y políticos. Hemos podido aprovechar estas sanciones como una oportunidad. Todas estas restricciones, sanciones y privaciones resultaron en nuestro acceso a tantos éxitos en los campos de innovación e iniciativa en diversos ámbitos, que los países de la región no han podido lograr desde hace muchos años”.
 
Construir el primera satélite nacional, llamado Omid (Esperanza), y lanzarlo al espacio; adquirir conocimientos de simulación genética, lograr conocimientos de células madre y su uso, así como almacenar la sangre del cordón umbilical de bebés en un banco de sangre; fabricar equipos militares avanzados, especialmente misiles de alta precisión de aire y mar, de considerable alcance; adquirir la tecnología de combustible diésel; acceder a la energía nuclear y combustible nuclear,  realizar trasplantes de órganos exitosos, especialmente de corazón, y  acceder a la nanotecnología, ha mejorado la clasificación científica de Irán a nivel mundial. En muchas de las ciencias anteriormente mencionadas, Irán se encuentra entre los diez primeros países del mundo. Estos logros científicos y tecnológicos revelan que, gracias a los esfuerzos de las élites, especialistas y médicos, Irán está pasando el camino de la excelencia y el progreso, y las sanciones paralizantes no han logrado debilitar el esfuerzo y la perseverancia de los iraníes; además, han revivido el espíritu de esperanza y excelencia en los corazones. Ahora Irán ha logrado un progreso orgulloso en varios campos, especialmente, en la nanotecnología y sus aplicaciones en la industria, la salud y diversas ciencias como la aeroespacial y la defensa. El papel de la nanotecnología en el sector sanitario, especialmente durante el brote del nuevo coronavirus (causante de COVID-19), se hizo más notable. Gracias a esta tecnología, el Irán islámico pudo proporcionar y satisfacer las necesidades de salud, como máscaras y ventiladores dentro del país. Actualmente, la producción de la vacuna contra COVID-19 por parte de científicos iraníes ha llegado a la etapa de pruebas clínicas y debemos esperar buenas noticias en este campo.
 
El presidente de Irán, Hasan Rohani sobre la tendencia notable del progreso científico por la élite y los jóvenes científicos iraníes cree que “el espíritu revolucionario, nacional e islámico de la generación joven del país ha jugado un papel importante en el desarrollo de las nuevas tecnologías, incluidas la nanotecnología, la biotecnología y la energía nuclear, y hay que subrayar cada vez más este rol”, remarcó.
 
Las sanciones no son consideradas obstáculos para una nación que ha elegido el camino del progreso, sino son oportunidades para avanzar y adelantar. Según los últimos informes, el jefe de la Sede Nacional Nanotecnología de Irán anunció que, en 2019, el Irán islámico ha subido del puesto 57 al 4 del mundo con la publicación de más de 12.000 artículos mundiales en el campo de la nanotecnología y ahora se encuentra entre los 7 primeros países del mundo que establecen estándares globales para la nanotecnología. Además, gracias a los científicos persas, el número de invenciones nacionales en el campo de la nanotecnología, de 2 en 2001 ha subido a 260 en 2019, lo que supone el 24 % de las invenciones del mundo.
 
La construcción de equipos militares avanzados por la élite juvenil iraní no es algo nuevo. Sin embargo, el Irán islámico ha declarado en reiteradas ocasiones que el propósito de construir equipos militares avanzados no es más que defender el país y aumentar el nivel de estabilidad y seguridad en la región, puesto que Irán no declarará ninguna guerra.
 
Hace unos días, el 17 de enero, el Irán islámico, en sus ejercicios militares, lanzó misiles balísticos antibuque contra un objetivo simulado en el océano Índico para demostrar su poder disuasorio.
 
Las últimas noticias en el campo de la tecnología también revelan que Irán está buscando fabricar uranio metálico mediante el uranio natural. El embajador iraní ante las organizaciones internacionales radicadas en Viena, capital austriaca, Kazem Gharibabadi, subrayó: “Se han iniciado las actividades de investigación y desarrollo para diseñar un tipo de combustible mejorado para el reactor de investigación de Teherán y esta actividad se realiza en tres etapas y, en la primera, el uranio metálico se produce utilizando uranio natural”. Tras afirmar que el plan de Irán fue notificado a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) hace dos años, agregó que “esta medida pondrá técnicamente al país persa en la lista de países líderes en el campo de producción de nuevos combustibles”.
 
Los jóvenes elites revolucionarios, liderados por su líder, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, no solo no temen las sanciones, sino que están tratando de romper la barrera de estas medidas punitivas y fortalecer el país. Al respecto, el Líder ha dicho: “Las sanciones son ciertamente curables, pero la cura no es retirarse. La solución para las sanciones se basa solo en las capacidades nacionales. Debemos mantener las capacidades que anteriormente tuvimos y buscar descubrir nuevas capacidades —ciertamente son muchas— para basarse y confiarse en nuestro potencial y revivirlas, presentar a nuestra juventud al campo de trabajo y seguir las principales características de la economía de la resistencia, es decir endógena y orientada al exterior(extroversión)”. 
 
 
 
P/FSH/NL

 

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