Dic 26, 2019 07:01 UTC
  • Disputa Palestina-Israel, dos años después del decreto de Trump sobre Al-Quds

ParsToday-El presidente de EEUU, Donald Trump, en una decisión ilegal, adoptada el 6 de diciembre de 2017, anunció a Al-Quds como la nueva capital del régimen israelí y declaró que trasladaría la Embajada de EEUU de Tel Aviv a Al-Quds. El mandatario norteamericano ejecutó su decisión en mayo de 2018. En este programa revisamos en breve la última situación de la disputa entre Palestina y el régimen de Israel, dos años después de la emisión de esta orden ilegal de Trump.

Las decisiones y ilegales políticas del Gobierno deTrump contra Palestina y a favor del régimen israelí continúa aun después de la medida del 6 de diciembre de 2017.
 
En un primer paso, la Administración de Trump intentó presionar financieramente a los palestinos. En este sentido, en agosto de 2018, el Gobierno deEEUU suspendió toda su ayuda de 200 millones de dólares a Palestina. Este fondo era utilizado para implementar programas de desarrollo y la eliminación de la pobreza en Cisjordania y Gaza, pero Estados Unidos alegó que la ayuda era usada para la gobernanza del movimiento de resistencia palestina HAMAS en Gaza.
 
Mientras tanto, a fines de agosto de 2018, Estados Unidos también suspendió por completo su respaldo financiero de 360 millones dólares a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés). Al mes siguiente, en septiembre de 2018, Estados Unidos cortó 25 millones de dólares de ayuda a seis hospitales en Al-Quds.
 
En su siguiente paso, el Gobierno de EEUU anuló en septiembre de 2018 el permiso de residencia de Hesam Zamlat, un representante de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y su familia en Estados Unidos, y bloqueó sus cuentas bancarias.
 
Además, otra medida ilegal de Estados Unidos ha sido la adopción de una parte del llamado acuerdo del siglo contra Palestina, según publicaron los medios de comunicación en 2019, pero, al parecer, debido al fracaso en la formación de un gabinete en los territorios ocupados, esta decisión no fue revelada.
 
Entre estas decisiones, que están en el marco del acuerdo del siglo, figura la anexión de asentamientos en disputa en Cisjordania a Israel, así como el desarme completo de los palestinos. El Gobierno de Estados Unidos cree que los grupos palestinos deberían estar completamente desarmados y que solo la policía palestina debería tener armas de estilo urbano. El agotamiento de la palestina de cualquier capacidad defensiva y militar es el objetivo más importante de esta decisión no declarada de Israel.
 
Luego de que los medios de comunicación revelaran esas decisiones, el Ministerio palestino de Relaciones Exteriores anunció en un comunicado: “El plan del presidente de Estados Unidos, llamado ‘acuerdo del siglo’, es un intento de legalizar y profundizar el sistema de apartheid en la Palestina ocupada”.
 
Una de las medidas más importantes que ha adoptado Estados Unidos en 2019 contra Palestina y en apoyo a Israel ha sido reconocer como legas los asentamientos construidos en zonas ocupadas de Palestina. El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en la más reciente decisión ilegal de este país, declaró el 18 de noviembre de 2019 que la construcción de los asentamientos del régimen sionista en los territorios palestinos ocupados no es ilegal y es completamente legítima. Esto mientras que el Consejo de Seguridad, en su Resolución 2334 de diciembre de 2016, ha considera claramente ilegal la construcción de asentamientos y exigió su suspensión.
 
El régimen sionista ha intensificado sus crímenes contra los palestinos, aprovechándose del apoyo ilegal del Gobierno de Estados Unidos. En este sentido, este régimen impuso en noviembre de 2018 una guerra de cuatro días y en mayo de 2019 otra de dos días contra los palestinos. En la guerra de dos días de mayo de 2019, 25 palestinos fueron hechos mártires y 154 resultaron heridos.
 
Mientras tanto, el régimen sionista volvió a asesinar a comandantes palestinos. El régimen sionista acabó con la  vida el 12 de noviembre de Baha Abulata, un comandante palestino de la Yihad Islámica en una operación dirigida contra la Franja de Gaza.
 
El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, después de este crimen organizado, afirmó que 10 días antes todos los miembros del gabinete israelí aprobaron el asesinato de Abulata. De hecho, el régimen sionista ha recurrido al asesinato de funcionarios y comandantes palestinos para compensar sus derrotas.
 
En agosto de 2018, el diario israelí Haaretz, escribió en un informe que Israel tiene la intención de adoptar una política de asesinato selectivo de funcionarios en lugar de realizar operaciones militares masivas contra la Franja de Gaza. En el informe se reseña que, después de que el ejército israelí y el servicio de seguridad general de inteligencia israelí (Shabak) anunciaron por separado que preferían la política de asesinato de los funcionarios la resistencia a las operaciones militares en masa en la Franja de Gaza, se ha preparado el terreno para la ejecución de esta política.
 
Además de la guerra y el asesinato, el régimen sionista siguió la construcción de asentamientos y la destrucción de hogares palestinos, ataques a la mezquita Al-Aqsa, el bloqueo integral de Gaza y la violencia contra palestinos, especialmente contra prisioneros y niños.
 
En este sentido, el club de los prisioneros palestinos en un informe con motivo del Día Mundial del Niño (20 de noviembre), anunció que los militares del régimen israelí, desde principios de 2019 hasta finales de octubre, han arrestado a 745 niños palestinos
 
Lo importante es que el apoyo explícito e ilegal de la Administración de Trump al régimen sionista y la continuación e intensificación de sus crímenes contra los palestinos no solo no debilitaron a los grupos ni al pueblo palestinos ante el régimen israelí, sino la estrategia de “resistencia” prosiguió con mayor fuerza.
 
Los grupos de resistencia palestina, en la guerra de dos días de mayo de 2019, dispararon 700 cohetes desde la Franja de Gaza hacia los territorios ocupados que tuvieron alta capacidad de destrucción. A causa de estos ataques con misiles murieron cuatro israelíes y más de 140 personas resultaron heridas. Como resultado de los fuertes ataques de los grupos de resistencia, se provocó un fuerte pánico entre los residentes de las zonas vecinas de la Franja de Gaza, de tal modo que al menos el 35 por ciento de los sionistas residentes en estas áreas se vieron obligados a huir por el temor de estos ataques misilísticos. Tras la respuesta decisiva de los grupos palestinos de resistencia a los ataques israelíes, el régimen israelí tuvo que aceptar la mediación egipcia y un alto el fuego con los grupos de resistencia.
 
Tras el asesinato de Baha Abulata en noviembre de 2019, los grupos palestinos dispararon más de 200 misiles contra los territorios ocupados, dejando docenas de heridos y un pánico dispersado sobre los territorios ocupados, de tal manera que Israel cerrado por primera vez desde 2014 todas sus escuelas y centros públicos.
 
Las manifestaciones llamadas “marcha del retorno”, que comenzaron en marzo de 2018 en protesta por las decisiones del Gobierno de Estados Unidos contra Palestina, continuaron también en 2019. Eso es mientras que las tropas israelíes han atacado a los manifestantes todos los viernes, de modo que más de 330 palestinos cayeron mártires y unos 18000 resultaron heridos. De hecho, las marchas del retorno indican que el pueblo palestino enfatiza el elemento de "resistencia" contra Israel y que aún cree que la resistencia es la única forma de combatir los crímenes israelíes.
 
Para concluir se puede decir que pese a que el apoyo del Gobierno de Estados Unidos al régimen sionista se ha vuelto aún más obvio y es mucho mayor que antes, el régimen israelí se encuentra en una posición precaria más que nunca y la incapacidad de formar un gabinete a pesar de la celebración de dos elecciones parlamentarias en solo seis meses es uno de sus signos. A pesar del apoyo que Netanyahu recibió por parte de los Estados Unidos, el primer ministro israelí está en vísperas del fin de su vida política por su incapacidad en formar un gobierno e incluso a punto de ser encarcelado por cuatro casos de corrupción.
 
P/NA/NL

 

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