May 22, 2020 07:30 UTC

ParsToday –Al-Quds (Jerusalén), la primera qibla de los musulmanes del mundo, es la tierra y patria principal de miles de refugiados musulmanes palestinos, que fue arrebatada de las manos de sus habitantes en 1948 por la arrogancia mundial, bajo el dominio de las fuerzas ocupadoras israelíes.

El Imam Jomeini (que Dios lo bendiga), fundador de la República Islámica de Irán, denominó el último viernes del mes bendito del Ramadán como el Día Mundial de Al-Quds, con el objetivo de llamar al mundo islámico y a todos los amantes de la justicia a un levantamiento integral para apoyar al pueblo oprimido palestino.
 
Hoy en día, Al-Quds es blanco de un gran complot denominado "acuerdo del siglo", que preconizan EE.UU. y el régimen sionista, con el respaldo de Arabia Saudí, para acabar con el conflicto de Israel con Palestina y abonar el terreno para la normalización de las relaciones árabo-israelíes.
 
Según este plan, el problema de los refugiados se resolverá con la “patria alternativa” fuera de la Palestina ocupada, de modo que se abolirá para siempre el derecho al retorno a su país de los refugiados palestinos.
 
Este plan tiene como principal objetivo dar legitimidad al régimen sionista y, en cambio, se otorgará una soberanía limitada a los palestinos en el marco de los territorios de 1967.  
 
El Líder de la Revolución Islámica iraní, el  ayatolá Seyed Ali Jamenei, destacó en un discurso que los enemigos se han centrado en enfrentarse con los musulmanes, sobre todo en la cuestión palestina. Al respecto, ahondó: “En la actualidad, los estadounidenses han denominado su política  satánica  con respecto a Palestina como ‘acuerdo del siglo’, pero deben saber que, con ayuda de Dios, este acuerdo nunca se materializará y, a pesar de deseo de los dirigentes norteamericanos, la causa palestina nunca será olvidada, y Al-Quds (Jerusalén) quedará como la capital de Palestina”. El Guía espiritual persa aseguró que el pueblo palestino resistirá a esta conspiración, y las naciones musulmanas también lo apoyarán. Añadió: “Desde luego, algunos gobiernos islámicos, que no creen en el Islam, se han convertido en el chivo expiatorio de EE.UU. por estupidez, ignorancia y codicias mundanas; pero, con ayuda de Dios, la comunidad islámica y el pueblo palestino vencerán a sus enemigos y verán el día en que el régimen falso de Israel será erradicado de la tierra palestina”.
 
EEUU, como el mayor defensor de la entidad sionista, siempre ha tratado de fortalecer la seguridad de Israel y, para lograr este objetivo, se ha valido de su penetración en la estructura política, económica y cultural de los países.
 
Un vistazo al pasado demuestra que, para tomar el control total de Al-Quds, el régimen israelí ha colocado en su agenda distintas medidas, incluyendo la expulsión de los principales habitantes, la usurpación de propiedades, la reubicación de los colonos para alterar la composición demográfica de Jerusalén, la destrucción de los monumentos y lugares sagrados islámicos, y la profanación de la Mezquita de Al-Aqsa, permitiendo la entrada en la misma de colonos radicales.
 
En una audiencia concedida a los jefes de los tres Poderes, un grupo de responsables y embajadores de los países islámicos, el Líder de la Revolución Islámica tildó a EE.UU., al régimen sionista y a los gobiernos reaccionarios árabes dependientes de las potencias como los “faraones del mundo de hoy” y, aludiendo a sus esfuerzos para generar disputas y desencadenar conflictos en la comunidad islámica, comentó: “Algunos políticos estadounidenses, voluntaria o involuntariamente, han reconocido que hay que provocar guerras en la región de Asia Occidental para proporcionar seguridad al régimen sionista y para que el cuerpo sangriento del mundo islámico no pueda progresar”.
 
El ayatolá Jamenei enfatizó que, hoy por hoy, la cuestión palestina encabeza todos los asuntos políticos de la comunidad islámica, y todo el mundo está obligado a esforzarse por liberar y salvar a la población palestina.
 
La verdad es que los palestinos han pagado hasta ahora un alto precio por defender su tierra ante los ocupadores, y de aquí en adelante resistirán más decididos que nunca.  El surgimiento de levantamientos revolucionarios y antisionistas en la reciente década en los países de la región, desde el norte de África hasta Baréin, demuestra que se están globalizando los mensajes en reclamo de la justicia y la salvación del Día Mundial de Al-Quds.
 
La persistencia de este movimiento, junto al movimiento de la Resistencia, ciertamente no permitirá que los derechos del pueblo palestino sean pisoteados con planes como el denominado “acuerdo del siglo”.
 
No hay duda de que la salvación del pueblo palestino de esta gran opresión representa un deber humano, religioso y moral, y todas las sociedades humanas, como ciudadanos de la comunidad internacional, deben tomar medidas al respecto.
 
De igual modo, declarar el Día Mundial de Al-Quds por Irán, muestra que la política de la República Islámica siempre ha sido de apoyar al pueblo oprimido de Palestina, impulsar la seguridad y estabilidad en la región y condenar las acciones divisionistas y unilaterales de  EEUU y del régimen israelí.
 
El derecho a la autodeterminación forma parte de los derechos internacionalmente reconocidos, conforme establece la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
 
En el año 2000, el Líder de la Revolución Islámica propuso un referéndum para determinar el destino de Palestina. Conforme a esta iniciativa de la República Islámica, registrada oficialmente en la ONU, dado que los litigios en Palestina se refieren al tipo del gobierno, hay que hacer un llamado a todos los palestinos, ya sean los principales habitantes del territorio palestino, aquellos que viven por el momento en la tierra palestina o los que se encuentran refugiados en distintos países, a participar en un referéndum bajo auspicios de organizaciones internacionales, a fin de determinar el tipo del gobierno que desean.
 
Luego, el gobierno emanado de la voluntad democrática del pueblo palestino decidirá sobre las políticas y los próximos programas de la tierra palestina, tales como la composición demográfica, la economía, las relaciones con los vecinos, etc.
 
P/FE/NL

 

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