Sep 10, 2020 06:06 UTC

ParsToday- Una de las cuestiones más importantes con respecto al acuerdo de los Emiratos árabes Unidos (EAU) con Israel es ¿cuáles son sus repercusiones? En dos programas, abordaremos el tema de si las consecuencias de este acuerdo serán estratégicas o de corto plazo.

Salida del régimen sionista del aislamiento político
 
Una de las ramificaciones más importantes del acuerdo de EAU con la entidad sionista es el aumento del número de los países árabes que han firmado un acuerdo de paz con este régimen. EAU es el tercer país árabe y el primer país del Golfo Pérsico que ha pactado la paz con Israel y que avanzará hacia el establecimiento de relaciones diplomáticas formales.
 
Desde la guerra árabe-israelí en 1967, solo Egipto había firmado el acuerdo de paz con Israel en 1978 en virtud de los Acuerdos de Camp David.  Jordania hizo lo propio en 1994 con el Tratado de Paz de Wadi Araba. Ahora, Emiratos Árabes Unidos (EAU) es el tercer país árabe en firmar acuerdo de paz, conocido como Acuerdos de Abraham.
 
Es importante señalar que no solo entre EAU e Israel, sino que también entre este régimen y algunos otros países árabes ha habido relaciones secretas, incluso desde hace tres décadas, las cuales han aumentado desde 2015 y con la subida al poder del rey Salman en Arabia Saudí.
 
El sitio web del canal 2 de la televisión israelí publicó en mayo de 2016: "Un número significativo de inversionistas emiratíes participan en el sector de la construcción y la vivienda e incluso en el proyecto de la judaización de Jerusalén".
 
La entonces ministra de Cultura y Deportes israelí, Miri Regev, visitó Abu Dabi, la capital de EUA, en octubre de 2018, bajo el pretexto del envío del equipo de judo de ese régimen.
 
Igualmente, en julio de 2019, el entonces ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Israel Katz, viajó por primera vez a Abu Dabi donde se reunió con funcionarios emiratíes
Considerando esta situación, se puede decir que la consecuencia estratégica del acuerdo de EUA con el régimen israelí no es la retirada del mismo del aislamiento político en la región de Asia Occidental, toda vez que Israel ya había salido hace mucho tiempo del aislamiento político en esta zona gracias a la traición de ciertos países árabes a la causa palestina.
 
Entonces, incluso si los Acuerdos de Abraham se extendieran en forma de dominó a otros países árabes, incluidos Baréin y Omán, tampoco tendrían repercusiones estratégicas en la cuestión palestina ni en la región de Asia Occidental.
 
La presencia del régimen sionista en el Golfo Pérsico
 
 
 
Algunos expertos sostienen que una de las consecuencias más importantes de los Acuerdos de Abraham sería la presencia israelí en la región del Golfo Pérsico, ya que EAU es el primer país árabe de esta zona en pactar la paz con Tel Aviv.
 
 
Sin embargo, parece ser que la presencia del régimen sionista en el Golfo Pérsico no es una presencia vinculada a temas de seguridad, sino más bien, una presencia económica. Tampoco los Acuerdos de Camp David y el Tratado de Paz de Wadi Araba produjeron un vínculo en términos de seguridad entre Tel Aviv y El Cairo y entre Tel Aviv y Amán.
 
No parece que los Acuerdos de Abraham lleven a una presencia israelí con carácter de seguridad en el Golfo Pérsico. Anteriormente, ha habido relaciones de inteligencia y en materia de seguridad de países como Baréin, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí con el régimen sionista, pero han tenido que ver principalmente con el área de la seguridad interna de esos Estados árabes.
 
 
Dada la reacción de la República Islámica de Irán al acuerdo de EUA con Israel, parece poco probable que este convenio derive en una presencia con carácter de seguridad de Tel Aviv en el Golfo Pérsico y cerca de las fronteras geográficas del país persa.
 
Al respecto, el general de división Mohamad Baqeri, jefe del Estado Mayor de Irán, advirtió: "Ciertamente, el enfoque del pueblo iraní hacia este país vecino (EUA) cambiará fundamentalmente. Y las Fuerzas Armadas de la República Islámica le mirarán con cálculos diferentes. Y si sucede algo en la región del Golfo Pérsico que dañe nuestra seguridad nacional, consideraremos responsable a EAU y no lo toleraremos".
 
 
 
Consecuencias internas a corto plazo del acuerdo
 
 
 
Parece ser que los Acuerdos de Abraham tendrán consecuencias internas a corto plazo para las tres partes, a saber, EUA, Israel y Estados Unidos, y estarían dirigidas a sus gobernantes.
 
En un análisis sobre los beneficios que obtendrá EAU de este acuerdo, el cual se informó en la publicación Al-Quds Al-Arabi, editada en Londres, Ayesh Mohammed señala: "Muchos preguntan sobre las razones de la competencia de los países árabes para normalizar las relaciones con Israel y los beneficios que esto traería para ellos.
 
 De hecho, estos países no se beneficiarán de esta normalización y hablar de intereses e inversiones comunes es mentira. Si fuera así, Jordania y Egipto, que anteriormente normalizaron sus relaciones con Israel, ahora estarían en una buena posición, mientras que las estadísticas confirman que la situación económica y de inversión en estos países es grave. La verdadera razón de esta competencia es el sistema político que gobierna en esos países y no sus intereses económicos. Estos gobiernos, con un sistema político despótico, no son populares en el interior. Por eso, están obligados a obtener en el exterior la legitimidad que necesitan. Es decir, dejarse caer en los brazos de Israel es beneficioso solo para los gobernantes de esos países, ya que contarán con el apoyo de Tel Aviv y Washington".
 
 
El interés personal del príncipe heredero de EUA, Mohammed bin Zayed, y la idea de que Abu Dabi, con el apoyo de EE.UU. y el lobby judío, pueda desempeñar un papel más importante en los avatares en la región de Asia Occidental, es un factor importante en el avance de EUA hacia la normalización de las relaciones con Israel.
 
Lo que avala la veracidad de este análisis y visión, son las diferencias que han surgido entre Abu Dabi y Tel Aviv tras el acuerdo de paz, sobre la entrega de cazas F-35 a EAU.
 
Mientras EUA quiere comprar estos aparatos a EE.UU., los funcionarios sionistas, especialmente el ministro israelí de asuntos militares, Benny Gantz, se han opuesto formalmente a esto argumentando que cualquier acuerdo no debe socavar la seguridad de Israel y debilitar, según Gantz, la superioridad militar de este régimen en la región.
 
Benjamin Netanyahu y Donald Trump también miran al acuerdo con EUA desde el punto de vista de sus propios intereses personales. Netanyahu enfrenta las mayores presiones dentro de los Territorios Ocupados por parte del pueblo y de grupos políticos.
 
El director del Servicio de Empleo de Israel, Rami Graur, dio a conocer en marzo pasado que más de 600.000 personas habían perdido sus trabajos en los Territorios Ocupados debido al brote del coronavirus, y predijo que el número de desempleados israelíes subiría a 800.000. Esto sucede mientras el Ministerio de Economía israelí estimaba que el número de desempleados en Israel había alcanzado un millón con el brote de la COVID-19.
 
Desde hace dos meses, varios miles de personas están protestando contra Netanyahu todos los domingos en distintas partes de los Territorios ocupados. Los manifestantes están presionando para que Netanyahu renuncie como primer ministro debido al fracaso de su gabinete para lidiar con la neumonía, los crecientes problemas económicos y el hecho de que se encuentren suspendidos los cuatro casos de corrupción contra él.
 
Ante esta situación interna, Netanyahu está tratando de aprovechar el acuerdo de paz con EAU y, en general, la política exterior, como una baza para liberarse de la presión popular y de los grupos políticos.
 
Por otra parte, Donald Trump, que a principios de 2020 estaba firmemente convencido de que ganaría las elecciones presidenciales de noviembre, ahora se encuentra en la peor posición electoral ante su incapacidad para combatir el coronavirus.
 
Una cuarta parte de los infectados y las muertes por la COVID-19 en el mundo están en EE.UU. Trump, que en los últimos cuatro años ha servido a los intereses del régimen sionista más que cualquier otro presidente del país norteño, dio a conocer el acuerdo con EAU en el umbral de las elecciones presidenciales y para mejorar su frágil posición y demostrar que no ha sufrido un fracaso total en la política exterior.
 
De hecho, la Administración Trump no solo no ha logrado nada en la política exterior en los últimos cuatro años, sino que el lema "América, primero" se ha convertido en "América, solo". El anuncio del acuerdo de EAU con Israel por parte de Trump se realizó principalmente con el objetivo de "inventar logros” en el ámbito de la política exterior.
 
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, se puede decir que los Acuerdos de Abraham no tendrán consecuencias estratégicas para EAU, Israel y Estados Unidos, toda vez que no ha pasado nada nuevo, porque las relaciones de Abu Dabi con Tel Aviv han existido incluso desde la década de 1990 y ahora solo se han hecho públicas. También Baréin y Arabia Saudí, mantienen lazos con Israel desde la década de 1990, y su eventual acuerdo con el régimen sionista tampoco se consideraría como un "dominó de normalización".
 
 
 
P/FE/JP
 
 

 

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