Dic 16, 2020 07:04 UTC

ParsToday- "Investigar las dimensiones de la violación del derecho internacional por parte del régimen de Israel" es un programa de dos partes, basado en el estudio titulado "Dimensiones legales de los juicios, resoluciones e informes internacionales contra el régimen de Israel" y elaborado por el Departamento de Investigaciones Aplicadas de Servicio Exterior de IRIB.

En el nombre de Dios, Todopoderoso, saludos queridos oyentes, estamos a su servicio con el programa "Las dimensiones de la violación del derecho internacional por parte del régimen de Israel". Antes que nada, les invitamos a informarnos sus puntos de vista sobre el programa a través del correo electrónico [email protected] o el número de teléfono +98-21-22162912. También pueden seguirnos en Instagram en la cuenta ParsTodaySpanish. Acompáñennos. En este episodio, estudiaremos los "crímenes del régimen israelí contra el pueblo palestino".
 
El derecho internacional abarca dos partes principales, es decir, el derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario (DIH). Vale la pena conocer las dimensiones y ejemplos de las graves violaciones de los derechos internacionales de los derechos humanos y humanitarios por parte del régimen de Israel, para probar los crímenes de este régimen, ya que el aumento de las acciones israelíes en violar los derechos del pueblo palestino, a través de su comportamiento violento y operaciones militares, ha provocado grandes preocupaciones en la comunidad internacional. El resultado de estos actos de violencia ha dejado muertos y heridos entre los civiles palestinos, incluidos niños y mujeres. La violencia generalizada contra las manifestaciones pacíficas y los periodistas que cubren las protestas, los castigos masivos, el asedio de zonas, la ocupación de tierras y la expansión de la construcción de los asentamientos y de un muro que divide el territorio palestino ocupado son asuntos que aumentan estas inquietudes. Al mismo tiempo, las políticas y acciones discriminatorias contra el pueblo palestino en los territorios ocupados palestinos, como el este de Al-Quds, y la continuación de la construcción de asentamientos israelíes, la asignación discriminatoria de los recursos hídricos, son otros crímenes israelíes contra el pueblo oprimido de Palestina.
 
En 2014, se reportaron 217 casos de violencia contra el pueblo palestino, sin embargo, esta cifra aumentó a 305 casos en 2015. Según el informe de la Organización de las Naciones Unidas, en 2015, 146 personas fueron asesinadas por la violencia de los israelíes en Palestina ocupada. El experto de las Naciones Unidas en derechos humanos y profesor de DD.HH. en la Universidad Western de Londres, Michael Lynk, tacha de violación directa de las normas y resoluciones internacionales, la construcción de los asentamientos israelíes, que incluye 240 asentamientos en los que viven 650 000 colonos en este de Al-Quds y Cisjordania. Estas acciones violan las normas y resoluciones internacionales, como la resolución 2334 que adoptó el Consejo de Seguridad de la ONU en diciembre de 2016 y, según la cual, se considera un crimen de guerra la construcción de estos asentamientos en virtud del Estatuto de Roma de 1998 , mejor dicho el Estatuto de Corte Penal Internacional (CPI).
 
El derecho internacional enfatiza el derecho de las naciones a la autodeterminación. El Artículo 1, párrafo 2 de la Carta de las Naciones Unidas establece que “los propósitos de las Naciones Unidas son: Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y tomar otras medidas adecuadas para fortalecer la paz universal”, lo cual también fue destacado en Artículo 55 de esta misma misiva. Tras la victoria del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) en las elecciones parlamentarias palestinas de enero de 2006, el régimen de Israel, en una medida racista con el fin de castigar al pueblo palestino, especialmente al pueblo de la Franja de Gaza, donde HAMAS ganó la mayor cantidad de votos, impuso un asedio inhumano por tierra y aire. Como consecuencia de este bloqueo, el régimen de Tel Aviv incluso impidió la salida de los pacientes palestinos al extranjero para recibir tratamiento, lo que causó la muerte de casi 380 palestinos hasta mediados de 2010.
 
Durante estos años, sobre todo desde finales de 2008 hasta mediados de enero de 2010, el régimen de Israel lanzó una guerra devastadora contra Gaza, conocida como la Guerra de los 22 Días. 1450 mártires palestinos y la destrucción grave de la infraestructura de la Franja de Gaza fueron los resultados de esta contienda bélica. El juez internacional Richard Goldstone, que posteriormente encabezó una comisión de la ONU para investigar estos crímenes, probó legalmente que el régimen israelí había cometido crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en dicha guerra. Desde 1948, alrededor de dos tercios del pueblo palestino han sido desplazados y hasta ahora casi 52 ciudades y cientos de aldeas de un total de 553 aldeas y ciudades palestinas han sido destruidas. El régimen de Israel ha provocado y provoca la masacre de cientos de personas y ha cometido muchos asesinatos colectivos. Los países occidentales, autoproclamadores de la democracia que respaldan al régimen de Israel, son cómplices de los crímenes de este régimen, especialmente Estados Unidos, que aprobó proyectos para proporcionar, una vez, 390 y, otra vez, 205 millones de dólares, para la construcción del sistema antiaéreo israelí Cúpula de Hierro. El respaldo sin límite de la Casa Blanca bajo el mandato de Donald Trump continuó con el maldito plan denominado “acuerdo del siglo”, y el traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Al-Quds, así como el apoyo a la ocupación de los altos del Golán; de hecho, todas estas medidas han sido calificadas como violación del derecho internacional vinculante y la violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad.
 
El 15 de julio de 2009, un grupo de exsoldados israelíes publicó un informe de 110 páginas, conocido como "Fracaso del silencio", donde se reconoció el uso de ciudadanos de Gaza como escudos humanos por parte de los soldados israelíes. En este reporte también se recordó el uso de ambulancias que transportaban a los heridos palestinos heridos como escudo humano. Además, las fuerzas israelíes entraron en las casas de algunos palestinos en Gaza, obligándolos a permanecer en la planta subterránea para utilizar sus hogares como base militar y base de francotiradores. Estas acciones del régimen sionista prácticamente han violado las reglas y normas internacionales. “Se han documentado ampliamente los abusos contra los derechos humanos, especialmente, de los prisioneros por parte de los israelíes. Incluso la detención de palestinos en los territorios administrados por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y su traslado a los territorios ocupados de Palestina es una violación del derecho internacional”, según Jeremy Hammond, analista-político y escritor estadounidense de Michigan.
 
Durante la guerra de Gaza, el régimen de Israel, de conformidad con las disposiciones de los convenios correspondientes con el derecho internacional humanitario, a saber, los Convenios de La Haya de 1907 y de Ginebra de 1949 y sus protocolos, estaba obligado a distinguir entre objetivos militares y personal militar y los objetivos no militares y el personal civil. De hecho en su invasión a Gaza, el régimen de Israel atacó centros médicos y viviendas, destruyó un gran número de ellos, preparó ataques ciegos contra hogares y lugares civiles, especialmente niños y mujeres y asaltó mezquitas que albergaban a civiles, además, violó las aprobaciones establecidas en el Convenio de La Haya y los Convenios de Ginebra de 1949 y cometió crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad según el Estatuto de la Corte Penal Internacional.
 
Al contrario del principio de prohibición del uso de la fuerza, el régimen israelí lanzó la guerra contra Gaza el 27 de diciembre de 2008 bajo operación llamada Plomo Fundido, que duró hasta el 17 de enero de 2009. En esta guerra desigual, el régimen de Israel cometió crímenes contra la paz, puesto que, violando la paz, lanzó una guerra agresiva en la que cometió crímenes de lesa humanidad y de guerra, mientras que todas estas medidas han sido documentadas en informes de organismos internacionales, especialmente el que ha elaborado el comité de investigación de la ONU encabezado por Goldstone. El crimen de guerra es un crimen que, al cometerlo, se viola el derecho internacional humanitario que rige en los conflictos armados. En los ataques del régimen de Israel contra la Franja de Gaza y el asesinato de civiles fueron cometidos crímenes que, lamentablemente, recibieron la vista gorda de los defensores de los derechos humanos.
 
Los ejemplos de crímenes de lesa humanidad en el ataque israelí contra Gaza, incluyen el asesinato y tortura física y mental de civiles, el asesinato de mujeres y niños, asaltos a hospitales y centros médicos, prohibición al traslado de heridos, el bloqueo del ingreso de medicinas a diferentes áreas y ataques contra escuelas y centros religiosos; en general todo esto es considerado crímenes de guerra, según el Artículo 8 del Estatuto de la Corte Penal Internacional. Además, la destrucción de hogares palestinos y limitaciones al acceso a los recursos hídricos, el traslado de la población sionista a los territorios palestinos ocupados y la limpieza étnica de los palestinos que viven en los territorios palestinos ocupados, la grave privación de los palestinos de los derechos individuales, sociales y legales en los juicios, figuran entre otros crímenes contra el pueblo oprimido de Palestina.
 
La construcción de asentamientos por parte del régimen ocupante, independientemente de los crímenes de invasión a otro territorio, se considera otra dimensión de la violación de los derechos internacionales por parte del régimen de Israel. El documento internacional vinculante más importante que estipula la prohibición de la agresión es la Carta de las Naciones Unidas, según la cual, “los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas”.
 
El más importante documento internacional aprobado hasta ahora en el campo de la criminalización, el crimen y la agresión territorial es el Estatuto de la Corte Penal Internacional. Tras años de negociaciones entre representantes de los Estados miembros permanentes del Consejo de Seguridad, del 31 de mayo al 11 de junio de 2010 se celebró en Kampala-Uganda una conferencia de revisión del Estatuto de la Corte Penal Internacional. La definición del crimen de agresión y la jurisdicción de la Corte Penal Internacional al respecto fue uno de los puntos más importantes de la agenda de esta cumbre. Las medidas de régimen de Israel en la Palestina ocupada son un claro ejemplo de la definición de agresión, conforme a la Conferencia de Kampala. Básicamente, la naturaleza del régimen sionista está asociada con violaciones del derecho internacional. A juicio de Klip Mapin, periodista y analista estadounidense, ante la opinión pública mundial, el nombre del régimen de Israel se equipara a violaciones de los derechos humanos. Es por eso que el movimiento global de boicot israelí, conocido como la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), se está generalizando cada día más y la opinión pública mundial ya conoce la opresión contra palestinos.
 
En resumen, a pesar de la documentación de los crímenes del régimen de Israel, basadas en documentos internacionales existentes y la sentencia del régimen sionista en algunos tribunales nacionales, regionales e internacionales, Estados Unidos y los países occidentales continúan apoyando al régimen criminal de Israel. Esta situación hace que el régimen sea más desvergonzado al continuar sus crímenes contra el pueblo palestino. La influencia de Estados Unidos en las organizaciones internacionales y la presión sobre las instituciones legales también provocan que el pueblo oprimido de Palestina no puede lograr sus derechos y sigue siendo bajo la opresión del régimen racista israelí y sus partidarios.
 
P/FSH/NL

 

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