Jul 05, 2017 09:49 UTC
  • Islamofobia en el Occidente 1

La serie “Islamofobia en el Occidente” es una revisión de los eventos relacionados con la islamofobia en el mundo, especialmente en el Occidente. En el primer número de este programa se estudia los actos terroristas contra los musulmanes británicos y las diferentes reacciones al respecto.

Cuatro de las víctimas de un ataque terrorista acaecido hace unos tres meses en el Reino Unido eran musulmanes. Temprano por la mañana del lunes 19 de junio, en Londres, un número de musulmanes que salía de la mezquita después de realizar las oraciones fue atropellado por una furgoneta. En este incidente, una persona murió y otras ocho resultaron heridas. El secretario general del Consejo Musulmán del Reino Unido, Harun Khan, en un mensaje de Twitter denunció el atropello de creyentes musulmanes fue intencional. El Consejo Musulmán de Gran Bretaña califica el incidente de “deliberado” y resultado de la “islamofobia” y pide mayores medidas de seguridad en torno a las mezquitas, escribió Khan. El alcalde de  Londres, Sadiq Khan, en un comunicado declaró: “lo que es evidente en este ataque es que fue intencional y contra los oradores que habían acabado su rezo en el mes de Ramadán”.
 
Este incidente tiene tres diferencias respecto a actos terroristas registrados previamente en este país.  En primer lugar, a diferencia de los incidentes terroristas, los autores de los hechos no hablan de religión. En segundo lugar, EIIL (Daesh, en árabe) ni ningún otro grupo terroristas takfirí ha asumido la responsabilidad  de los ataques terroristas contra los musulmanes de Londres. En los incidentes terroristas anteriores, antes que nada, los musulmanes fueron acusados. Sin embargo, más tarde, grupos como Daesh o al-Qaeda aceptaron la responsabilidad de los hechos. La acusación contra los musulmanes pese a que Daesh o al-Qaeda eran los más probables responsables de estos incidentes, tiene que ver con el temor de la propagación del Islam y la islamofobia en Europa. La tercera diferencia del incidente terrorista en la mezquita de Londres con los sucesos terroristas anteriores ha sido la cobertura de las noticias sobre el incidente. El ataque contra los musulmanes tuvo una cobertura muy limitada en los círculos políticos británicos y los medios de comunicación. 
 
El ataque terrorista contra los fieles musulmanes en Londres tiene sus raíces en el racismo, discriminación racial y la islamofobia en Europa. Los círculos políticos y mediáticos y los servicios de inteligencia de Europa propagan la teoría de que las medidas terroristas en Europa tienen su raíz en el extremismo en el Islam. Es por eso que después de cada ataque terrorista en Europa primero apuntan a la religión del autor y luego mencionan que su nacionalidad, en la mayoría de los casos ha sido de países europeos.  El objetivo de esta estrategia en las noticias es promover la islamofobia y crear aversión hacia el Islam. Es por esto que en el ataque terrorista de la mezquita de Londres donde las víctimas eran de religión musulmana, los medios no han mencionado el origen étnico de los autores de este incidente.
 
El autor de la agresión a los musulmanes cuando salían de rezar fue un cristiano británico de 48 años de edad que en el momento del ataque gritó. “Quiero matar a todos los musulmanes”.  ¿Podría decirse  que porque el autor de este hecho violento ha sido cristiano, el Cristianismo promueve el terrorismo? Ningún  analista en el mundo hizo tal análisis sobre los ataques terroristas contra los fieles musulmanes de Londres. Pero ¿por qué los gobiernos europeos insisten en relacionar los incidentes terroristas en Europa y el mundo con la naturaleza de  las enseñanzas islámicas? La razón es que con esta propaganda intentan que los todos los musulmanes sean señalados como terroristas, es decir, como una bomba andante. El comportamiento de los servicios de inteligencia y de seguridad de Europa acusan de tal manera a los musulmanes de sospechosos de actos terroristas que no se compara con cualquier señalamiento de este tipo contra personas no musulmanas. El punto considerable aquí es que estas autoridades no dan tal importancia a los delitos y actos violentos cuando los autores son no musulmanes y en muchos casos no se consideran actos terroristas e inmediatamente se forma un equipo de psicólogos y sociólogos para revisar y explorar las causas del crimen. Si un crimen es achacado a un musulmán o ciudadanos de países islámicos, todo cambia. La causa del delito o crimen es obvia y no necesita investigarse y los círculos políticos y mediáticos rápidamente analizar la acción como terrorista. En la literatura política y mediática de Occidente, la definición del término terrorista y terrorismo, está ligada con musulmanes y el Islam.
 
Esta política de gobiernos, políticos y medios de comunicación occidentales ha sido adoptada completamente con un objetivo. Los países islámicos están en una posición estratégica en la geografía natural, económica, política e incluso cultural del mundo. Los países occidentales, después de la caída de la Unión Soviética, para beneficiarse  de una posición estratégica multidimensional en esta región y  mantener y desarrollar su influencia, necesitaban crear enemigos y disidentes en los países islámicos. Así es como los países occidentales, liderados por Estados Unidos y el Reino Unido apoyaron las corrientes  islámicas extremistas y takfiríes  de los países islámicos en Oriente Medio y los países del sur de Asia que son contrarias al Islam pacifista y justo y anti-dominio. Con esta política, los occidentales han destruido la imagen del Islam que se opone y lucha contra sus políticas intervencionista y expansionista en la región.
 
En una referencia a las palabras de la primera ministra del Reino Unido, Theresa  May, pronunciadas hace tres años, se puede  aclarar aún más la política anti-Islam del gobierno británico y de otros países occidentales. Las palabras de May muestran muy bien que los políticos occidentales son muy conscientes de las enseñanzas de paz y justicia del Islam y, pese a este conocimiento, continúan apoyando de los corrientes takfiríes y terroristas y promoviendo el  extremismo y terrorismo.  Hace tres años, tras la trágica muerte de David Haines, activista de derechos humanos británico en Siria a manos del grupo terrorista Daesh, la primera ministra conservadora británica dijo: “se llaman 'estado islámico', pero déjenme decirles la verdad, ni es estado ni es islámico, la ideología no tiene nada que ver con el verdadero Islam”. May en ese momento era ministra del Interior. Sin embargo, estas afirmaciones no se reflejaron en aquel momento. Tal vez no estaban en línea con las políticas y medidas que siguen el gobierno británico y otros gobiernos europeos en Siria e Irak. Por supuesto,  May nunca volvió a repetir estas palabras aunque Daesh ha aceptado la responsabilidad de los ataques terroristas registrados en los últimos tres mes en el Reino Unido. Tal vez se puede decir que May pronunció esas palabras en un estado emocional como resultado de la trágica muerte de David Haines y, después de hacerlas públicas, lo lamentó porque después May jamás se ha referido a la naturaleza de Daesh. May, en su discurso, también mencionó otros puntos que evidenciaron su conocimiento sobre la Escritura celestial,  es decir el sagrado Corán. Si alguien no presta atención a estas palabras, pensaría que las dijo un erudito musulmán.  May, dijo: “El Corán dice 'no hay coacción en la religión' Permítanme que en esta sala decirles este mensaje de que los extremistas no tendrán éxito en dividirnos. Déjenme decirles este mensaje que sabemos que el Islam es una religión de paz y no tiene nada que ver con la ideología de nuestros enemigos. Pongámonos de pie hombro a hombro junto con los  musulmanes británicos para decir 'no en mi nombre'. Debemos hacer todo lo posible para derrotar esta ideología y evitar que cambie a los jóvenes musulmanes británicos”.
 
La primera ministra conservadora británica, que tiene tal  conocimiento completo sobre la naturaleza del Islam, ha viajado a Arabia Saudí  y Emiratos Unidos Árabes y ha firmado contratos armamentístico por algunos miles de millones de dólares con estos países partidarios de Daesh y patrocinadores de corrientes extremistas y terroristas. De hecho, se debe decir que el gobierno del Reino Unido es socio de las medidas que los terroristas takfiríes de Siria e Irak han ejecutado en las ciudades europeas.