Islamofobia en el Occidente 3
Jul 24, 2017 10:18 UTC
En este programa se estudia la expansión de los ataques terroristas y racistas contra los musulmanes y la promoción de la islamofobia en el Reino Unido.
La islamofobia en los países occidentales se ha convertido en un enfoque institucionalizado. Algunas autoridades occidentales, de vez en cuando admiten que el término Islam se refiere a una religión de paz, amor y reconciliación y las medidas de los grupos takfiríes y terroristas no tienen relación con las enseñanzas del último profeta divino, el Hazrat Mohamad (saludos sean para él y sus descendientes). Sin embargo, en la práctica la política de los gobiernos occidentales fortalece a los grupos takfiríes y terroristas. De hecho, determinar la naturaleza de los grupos takfiríes y terroristas y evitar desvincular las medidas terroristas de estos grupos con el Islam pacifista, es un truco para cumplir con su responsabilidad de fortalecer y promover los movimientos extremistas y terroristas. La primera ministra británica, Theresa May, cuando ocupaba el puesto de ministra del Interior varias veces dejó clara la naturaleza del grupo takfirí Daesh. Hace tres años, tras la trágica muerte de David Haines, activista de derechos humanos británico en Siria a manos del grupo terrorista Daesh, la primera ministra conservadora británica dijo: “se llaman 'estado islámico', pero déjenme decirles la verdad, ni es estado ni es islámico, la ideología no tiene nada que ver con el verdadero Islam”. May, en su discurso, también mencionó otros puntos que evidenciaron su conocimiento sobre la Escritura celestial, es decir el sagrado Corán. Si alguien no presta atención a estas palabras, pensaría que las había pronunciado un erudito musulmán. May dijo: “El Corán dice 'no hay coacción en la religión' Permítanme que en esta sala decirles este mensaje de que los extremistas no tendrán éxito en dividirnos. Déjenme decirles este mensaje que sabemos que el Islam es una religión de paz y no tiene nada que ver con la ideología de nuestros enemigos. Pongámonos de pie hombro a hombro junto con los musulmanes británicos para decir 'no en mi nombre'. Debemos hacer todo lo posible para derrotar esta ideología y evitar que cambie a los jóvenes musulmanes británicos”.
A pesar de la conciencia y el reconocimiento de los gobiernos occidentales de la naturaleza del Islam en la práctica no ocurre lo mismo y no hacen nada para reducir la islamofobia y la propaganda anti-Islam en los medios occidentales y los círculos políticos. Por el contrario, tras cada acto terrorista se intensifica la ola de antislamismo y los ataques contra los musulmanes en el Occidente y sus lugares religiosos, como mezquitas, casas de oración y lugares de reunión. Inglaterra, en los últimos meses fue testigo de varios ataques terroristas en las ciudades de Londres y Manchester, en los que murieron 35 personas. En el cuarto y quinto ataque terrorista, las víctimas fueron musulmanas que fueron blanco de atentados cuando salían de realizar sus oraciones en mezquitas. El diario británico The Independent, en un reciente número, sobre este asunto, escribió: los delitos relacionados con la islamofobia —sea discriminación por raza o religión— se han incrementado de manera sin precedentes después de la votación sobre el retiro del Reino Unido de la Unión de Europa (Brexit). Según informes de la policía británica, el nivel de incidentes relacionados con el odio en este país, durante los 11 meses después de la celebración del referéndum sobre el Brexit ha aumentado 23 por ciento y, en algunas zonas de Inglaterra y Gales, ha superado el 50 por ciento.
El diario agrega que algunos institutos islámicos informaron del aumento de los crímenes de odio contra los musulmanes. De abril a julio se registraron 23 casos de ataques contra los musulmanes como en vehículos, expulsiones de grandes empresas comerciales, obstáculos en las oraciones para los estudiantes, entre otros. En algunos países europeos también ha aumentado la discriminación y el racismo contra los musulmanes. Un índice de este aumento es el crecimiento de las tendencias de extrema derecha, el racismo y la islamofobia. Pero los gobiernos occidentales no hacen nada para reducir la islamofobia y anti-Islamismo. A pesar de que ellos consideran que el terrorismo es una de las más grandes e importantes amenazas de la seguridad, en la práctica su política está dirigida a fortalecer y promover el extremismo y el terrorismo.
El Gobierno del Reino Unido, junto con Estados Unidos, ha sido pionero en el fortalecimiento y la promoción de los grupos takfiríes y terroristas. Los civiles y las fuerzas armadas de Irak y Siria han logrado un gran éxito en hacer retroceder a Daesh en los últimos meses. No obstante, todos los expertos están de acuerdo en que Daesh no está al final de su carrera, ya que hasta que los fondos siguen activos permanecerá la amenaza de los grupos takfiríes y terroristas. A su vez, esta amenaza persistirá mientras se seguirá manteniendo el pensamiento de islamofobia en Occidente. Porque son los grupos takfiríes y terroristas los que tienen como tarea destruir la imagen del Islam por sus enseñanzas pacifistas. Ahora la cuestión es que ¿por qué los gobiernos occidentales ayudan al fortalecimiento de las corrientes takfiríes y terroristas y apoyan la islamofobia en los países occidentales? En la cumbre del Grupo 20, en la ciudad alemana de Hamburgo, uno de los temas tratados fue el bloqueo de las fuentes financieras del terrorismo, entre ellos principalmente de Daesh. Casi todos los Estados participantes, entre ellos Arabia Saudí, anunciaron su apoyo a este proyecto. Aquí está la ironía. Nadie en el mundo occidental no sabe cómo se financian los grupos takfiríes y qué país o países respaldan a los terroristas. En el Reino Unido se han hecho dos investigaciones sobre los recursos financieros y el pensamiento que siguen los grupos takfiríes. Una de las investigaciones publicadas en la primera semana de julio, mientras la premier May prohibió la publicación de algunos resultados de esta investigación.
El informe que se publicó en el Reino Unido y se realizó gracias a los fondos liberados por el grupo de expertos Henry Jackson. De acuerdo con esta investigación, el apoyo financiero más importante de los grupos extremistas en nombre del Islam está activo en el Reino Unido y lo alimenta Arabia Saudí.
Según el informe, Arabia Saudí, en los últimos 50 años, ha gastado por lo menos 76 mil millones de euros en promover el pensamiento wahabí; un pensamiento que es la base de la ideología de los takfiries en todo el mundo. La presidenta del centro de investigaciones mundial del Islam (FFGI) Susanne Schroeder, en Frankfurt, al explicar el contenido del informe del instituto de investigación Henry Jackson, dijo: “estas estadísticas, en cualquier forma, no son una sorpresa. Explica, según el estudio, Arabia Saudí está trabajando en la ideología wahabí. Schroeder subrayó que Arabia Saudí no solo entrega dinero a los terroristas sino que dispuso recursos para la publicidad a fin de captar aficionados. Arabia Saudí, pareciera que considera a algunos grupos, pues mandó construir mezquitas, centros culturales y educativos. Estos centros, a continuación, se preparan para propagar la ideología wahabí. Este investigador alemán dijo que la corriente wahabí se intensificó después de la Revolución Islámica de Irán. La revolución de Irán preocupó severamente Arabia Saudí y aumentó la presión. La presidenta del centro de investigación mundial del Islam (FFGI) denuncia que Arabia Saudí, desde entonces, mantiene relaciones con sus conectadores en Asia, África y partes de Europa para promover la ideología wahabí.
La segunda investigación sobre las fuentes de financiación y apoyo psicológico a los grupos terroristas se realizó por petición del ex primer ministro británico David Cameron, pero se alcanzó el resultado, durante el periodo de la primera ministra May. En esta pesquisa, Arabia Saudí es el primer acusado de apoyar a los grupos takfiries y terroristas. El Gobierno británico, para que este informe no deje efectos negativos en sus vínculos estratégicos con el régimen de Al Saud, evitó publicarlo. El amplio vinculo político, militar y económico de los gobiernos occidentales, en primera línea Estados Unidos y el Reino Unido con Al Saud —el más importante partidario de los corrientes takfiríes y terroristas — muestra que no debe darse importancia a los gestos de desafío de los gobiernos occidentales en el enfrentamiento con los grupos extremistas y terroristas. Debe lucharse contra el pensamiento extremista y terrorista desde la raíz y no solo por medidas de seguridad. De hecho, testigos indican que los gobiernos occidentales no solo no han bloqueado las fuentes financieras de los grupos terroristas, sino por el contrario, se han movilizado con el fin de intensificar la islamofobia y fortalecer las corrientes takfiríes terroristas.