Islamofobia en el Occidente 14
En este programa se abordan dos temas: el ataque a un jardín de infancia en Suecia y la posible reacción del Gobierno estadounidense si el autor de los sangrientos ataques de Las Vegas hubiera sido musulmán.
La islamofobia no tiene fronteras en Europa, no diferencia entre mujeres y hombres o niños y jóvenes, basta que una persona pertenezca a una familia musulmana para que sea blanco de ataques racistas y discriminación religiosa. Un caso reciente de islamofobia en Europa, ocurrió en Suecia donde fue atacado un jardín de infancia para las familias musulmanas.
Osman Adem, director del jardín de infantes "Sinbad", en la ciudad sueca de Södertälje, dijo que el personal al abrir la escuela el 2 de octubre notó que el centro había sido blanco de un ataque. "Durante los últimos dos años, las ventanas del jardín de infantes se rompen debido a ataques con piedras. A veces, tenemos que enseñar a los niños con los cristales rotos, pero es la primera vez que han escrito palabras odiosas e insultos al Islam y a los musulmanes", aseguró Adam para luego añadir que los niños, familias y profesores sienten miedo. "Hemos reportado a la Policía para que nos proporcione seguridad y podamos dictar las clases con tranquilidad aquí, pero no han hecho mucho durante estos dos años".
Aunque ya está claro para todos que los eventos terroristas Europa no tienen nada que ver con el Islam y los musulmanes, ¿cómo un jardín de infancia puede ser una amenaza para este continente? Los terroristas que cometen crímenes y asesinatos en Europa y otros países del mundo en nombre de Islam, están en la misma dirección de los objetivos políticos de los gobiernos occidentales. Hoy en día, los budistas extremistas de Myanmar cometen crímenes contra los musulmanes, incluso peores a los que perpetran los grupos takfiríes y terroristas, como el EIIL (Daesh, en árabe). A pesar de que los musulmanes rohingyas son reprimidos y asesinados brutalmente por budistas extremistas, nadie cuestiona las enseñanzas budistas ni sus seguidores son objeto de ataques racistas o discriminación religiosa en ninguna parte del mundo.
La verdad es que la islamofobia o la hostilidad hacia el Islam es un proyecto político sionista-estadounidense con objetivos a largo plazo para perjudicar la imagen de esta religión, que promueve la paz y la justicia. Los islamófobos en Occidente, en el marco de este mismo proyecto, atribuyen de inmediato cualquier acto violento a los musulmanes y alegan que es resultado de las enseñanzas islámicas. Sin embargo, los eruditos musulmanes y cualquiera que siga o conozca esta religión, conforme el Corán y las pautas de Hazrat Mohamad (P), ponen de relieve que las atrocidades de Daesh y otros grupos terroristas no tienen relación alguna con el Islam. Este caso se ve muy bien en las reacciones al sangriento ataque de Las Vegas. De hecho, si el autor de este suceso que dejó decenas de muertos y centenares de heridos hubiera sido musulmán, solo Dios sabe cómo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y otros islamfobos habrían actuado contra la comunidad islámica.
Thomas L. Friedman, escritor del diario Daily Mail y periodista conocido del diario The New York Times, responde a la pregunta de que si un terrorista musulmán hubiera cometido esta atrocidad en Las Vegas, cómo habrían sido las reacciones. "Si este tirador hubiera sido un musulmán, el presidente Trump habría calificado de inmediato el acto como un ataque terrorista, de tal manera que podría usarlo para justificar su prohibición de viajar de musulmanes a Estados Unidos y, con toda seguridad, hasta la ampliaría. Nuevas leyes draconianas también se habrían determinado rápidamente bajo la excusa de impedir que sucediera otros episodios similares. Sin embargo, la verdad es que el autor fue un blanco chiflado que cometió esta masacre por razones que nunca sabremos. Así que Trump prefiere tapar sus oídos y fingir que nunca sucedió para no afectar a sus amigos de la Asociación Nacional del Rifle (organización estadounidense que defiende el derecho de poseer armas)". Friedman en otro fragmento de su artículo publicado en The New York Times, responde de otra manera, si Stephen Paddock (autor de ataque) fuera musulmán. Friedman opina que " Si por lo menos Stephen Paddock fuese musulmán... Si por lo menos hubiese gritado 'Alá es grande' antes de abrir fuego sobre los asistentes a ese recital en Las Vegas... Si por lo menos fuese miembro de Daesh... Si por lo menos hubiera uno foto de él posando con el Corán en una mano y un rifle en la otra... Si hubiese pasado todo eso, nadie nos estaría recriminando por deshonrar a las víctimas y 'politizar' el asesinato en masa de Paddock cuando hablamos de remedios preventivos".
A continuación escribe: No, no, no. En ese caso, sabríamos lo que hay que hacer. De inmediato el Congreso convocaría a una audiencia sobre el peor atentado terrorista en territorio norteamericano desde el 11 de septiembre. Cada media hora recibiríamos un tuit de Donald Trump con la frase 'Yo les dije', como lo hace minutos después de cada atentado terrorista en Europa, precisamente, para politizarlo de inmediato. También habría una urgente convocatoria a una comisión investigadora que establezca qué leyes habría que aprobar para que no vuelva a pasar. Y a continuación estaríamos 'sopesando todas las opciones' contra el país de origen del atentado".
Este periodista también estudia las reacciones de las autoridades norteamericanas al entender que el autor de los ataques no es musulmán y su país de origen es el mismo EE.UU.
"¿Qué pasa cuando el asesino es sólo un estadounidense desequilibrado y armado hasta los dientes con armas de tipo militar, compradas legalmente o adquiridas fácilmente debido a nosotros mismos y a la laxitud demencial de nuestras leyes de control de armas? En ese caso, también sabemos lo que pasa. El presidente y el Partido Republicano se esfuerzan para asegurarnos de que no pasa nada. A continuación, y contrariamente a lo que hacen ante cada ataque de Daesh, insisten en que el hecho no debe ser 'politizado' y piden a todos, particularmente a ellos mismos, que se miren al espejo y repiensen su oposición a las leyes de llevar armas.
Al criticar la negligencia del Gobierno y representante del Congreso estadounidense para actuar contra las leyes que permiten el porte fácil de armas, el periodista aseguró " Y no se les puede pedir que hagan el menor sacrificio para que defiendan una legislación que quizás haría un poco más difícil que cualquier norteamericano pueda acopiar un arsenal como hizo Paddock, con 42 armas de fuego, algunas de ellas rifles de asalto, 23 en la habitación del hotel y otras 19 más en su casa, varios "dispositivos electrónicos" no especificados y miles y miles de rondas de municiones".
En otra parte de su texto, Friedman se refirió a la corrupción, porque detrás está el dinero y la avaricia de los fabricantes y vendedores de armas, de las compañías petroleras y mineras, y de todos los legisladores y controladores a los que han comprado para que guarden silencio.
Lo que está sucediendo en Myanmar es aún peor de lo que ocurrió en Las Vegas. Pero qué tanto se ha hecho eco de estos hechos en el mundo. La masacre continua de los musulmanes rohingyas casi no se refleja en los medios occidentales. Un vistazo a las estadísticas revela que los musulmanes han sido las mayores víctimas de las masacres, genocidio y limpieza racial en Europa, África y Asia durante las últimas tres décadas y además son los primeros en ser culpados, sin pruebas, por incidentes terroristas en los países occidentales.
¿Cómo es posible que los seguidores del Islam sean las mayores víctimas de los crímenes durante las últimas tres décadas y, al mismo tiempo, su religión sea relacionada con la violencia y el extremismo? ¿Por qué no se refleja la masacre de los musulmanes en los medios occidentales? Sin embargo, ¿por qué el asesinato de un individuo en los países occidentales por una persona que tiene nombre musulmán, de inmediato tiene una amplia cobertura mediática? y, al mismo tiempo, ¿por qué ese asesinato se atribuye a todos los musulmanes y se relaciona con las enseñanzas del Islam? La respuesta a estas preguntas está en una frase: El odio antimusulmán o la islamofobia es una estrategia a largo plazo para destruir la imagen del Islam y adelantar los objetivos expansionistas de Occidente en los países islámicos.