Exitosas mujeres persas (25)
Hoy les presentaremos otra dama de elite iraní. Esperamos que sea de su agrado e interés.
Al contrario de las propagandas malintencionadas de los enemigos de la República Islámica de Irán sobre el hecho de que la mujer iraní no participa en las actividades políticas, culturales, sociales, científicas ni tampoco de investigación, la mujer iraní además de colaborar en diferentes escenarios nacionales, también se ha asociado en diferentes áreas internacionales. En esta vigésima quinta edición de la serie Exitosas Mujeres Persas le presentamos a la Dra. Susan Safaverdi, activista de los Derechos Humanos. Les invitamos a que como siempre nos acompañen hasta el final del programa.
La Dra. Susan Safaverdi se encuentra entre las exitosas mujeres iraníes tanto en el escenario nacional como internacional; ella nació en 1960 en Teherán y terminó sus estudios secundarios en su ciudad natal. Durante la Revolución Islámica acompañó a sus compatriotas en la lucha contra la tiranía del régimen de Pahlavi. Y después de la victoria de revolución registró muchas actividades en su expediente, entre otros poner en marcha el Centro para Lucha contra la Adicción, donde consiguió buenos logros en el tratamiento y la prevención de la drogadicción.
Un poco después de que triunfara la revolución islámica, la Sra. Safaverdi viajó a Alemania para continuar con sus estudios donde consiguió la licenciatura y el master en Ciencias Políticas; terminando sus estudios regresó a Irán. Más tarde se marchó fuera del país para hacer el doctorado en esta misma carrera. Actualmente, la Dra. Safaverdi es miembro del claustro de profesores en la Universidad Libre Islámica de Irán donde ejerce la docencia impartiendo clases tanto en el área de las Ciencias Políticas como la Lengua Alemana. La Sra. Safaverdi además de su trabajo universitario, también es activa en las organizaciones internacionales y en las ONG. Y ahora mismo es la directora de una ONG llamada Centro para Amantes de la Paz establecida en 2005; donde ha creado una estrecha relación con las mujeres de otras religiones con el fin de encontrar los puntos comunes y de trabajar para la paz, la justicia y para amar a los congéneres. En esta línea, viajó a distintos países del mundo y mantuvo numerosas reuniones en la ONU sobre los temas tratados como la paz, la mujer y la familia, aportando buenas propuestas y soluciones a los activistas de los Derechos Humanos. Para ello, la Media Luna Roja de la República Islámica de Irán la premió en 2008 la mención del Embajador por la Paz. Entre otras de sus actividades en la ONG se puede hacer referencia a la creación, después del terremoto ocurrido en la ciudad de Bam, sur de Irán, del Centro de Lesiones de la Médula Espinal para la Mujer. Previamente, ella dirigía la Oficina para Asuntos de la Mujer en la Asamblea Mundial de los Ahlul-Bait (S). Además es integrante del Consejo Central para Asuntos de la Mujer en la Universidad Libre Islámica en Teherán. La Dra. Safaverdi ha llevado a cabo muchos viajes a diferentes países tales como a Los EE.UU., Francia, Argelia, Egipto, Bosnia, Suiza, Alemania y a El Líbano, entre otros países y, se ha presentado en muchos seminarios y reuniones a fin de familiarizar a los pueblos en todas partes del mundo con el Islam y con la república islámica.
Igualmente, la Sra. Safaverdi ha traducido y redactado muchas obras, muchas de las cuales tratan los temas políticos, los derechos humanos, las mujeres y los niños. Desde luego, algunos de sus redacciones relatan sus recuerdos en los viajes realizados sobre los derechos humanos. La obra titulada “Las 27 Horas en el Aeropuerto de John F. Kennedy” es una de las conocidas redacciones de esta hábil dama iraní, la cual narra la historia de los integrantes de las ONG de la Mujer en Irán que viajaron en 2000 a Nueva York con una invitación oficial de las Naciones Unidas (ONU) para participar en una comisión anual contra la discriminación de la mujer, pero, nada más que llegar al Aeropuerto de John F. Kennedy se enfrentaron con inesperadas actitudes por parte de los agentes de seguridad de EE.UU., las cuales merecen ser leídas. Cabe destacar que los lectores extranjeros la han recibido con beneplácito; La mayoría de los cuales se han familiarizados por primera vez y a través de esta novela con la vida de una familia iraní crecida en el sistema de la República Islámica y en las creencias religiosas. Safaverdi domina el inglés y el alemán y, ha traducido sus obras en estos dos idiomas. Como autora de la obra “Las 27 Horas en el Aeropuerto de John F. Kennedy” también la ha traducido al inglés. Asimismo, Safaverdi tiene otro libro en dos volúmenes titulado “Resurrección en la Oscuridad”, que lo ha redactado cuando vivía en Alemania. Ya que durante su estancia en este país pudo junto con su esposo y sus amigas, dar a conocer el Islam a muchos de los no musulmanes y, así, les motivó a que se convirtieran al Islam. En efecto, los recuerdos de los recién convertidos al Islam forman el contenido de la obra “Resurrección en la Oscuridad”. Dos libros titulados El Islam y el Niño también están entre las otras obras de la Dra. Safaverdi traducidas al alemán.
En una entrevista realizada con la Dra. Susan Safarverdi le preguntamos sobre el impacto de la familia en el éxito de las personas. Al respecto, ella nos contestó lo siguiente: “La familia es un importante elemento para el progreso de una persona o, al revés, para debilitar su voluntad. De hecho, el hombre aprende en la familia la autoestima. La familia es un lugar donde forma la identidad individual de la persona y, aquí, se descubre el importante rol de los padres. Por consiguiente, los padres serán el mundo de los hijos. Éstos aprenden en la familia tanto el entendimiento, la cooperación como la separación, la hostilidad y la incertidumbre. Por lo cual es imprescindible que el hombre y la mujer se acompañen ya que, cualquier tipo de discordia hace que los hijos desorienten en la vida”.
La Sra. Safaverdi aclara el papel de la mujer y subraya: “Lo importante para una mujer es tener autoestima y, mirarse a sí misma como un ser humano y no como una mujer con sus apariencias ya que, si una mujer está llena por dentro, se dará cuenta de que su apariencia tienen un impacto pasajero o temporal y, lo que hace que progrese una mujer a lo largo del tiempo como un ser humano es la autoestima, ser comprometida con los valores, las creencias, así como también, esforzarse al respecto. Por tanto, las futuras madres deberían evaluarse y fortalecerse a sí misma por medio de la formación y la promoción de su pensamiento y, también procurar en comprender correctamente el lugar que ocupan”.
Safaverdi casada y con tres hijos, ha logrado con la colaboración de su esposo, estar activa tanto en la familia como en las áreas sociales y religiosas. En respuesta a la pregunta de que cómo una mujer puede, estar presente en la sociedad, establecer un equilibrio entre su rol de ser la madre y la esposa, con sus actividades sociales, ella contesta lo siguiente: “Sin lugar a duda, no es fácil compaginar los roles para una mujer que desea ser tanto una buena madre como una esposa ejemplar; Obviamente, esto no puede funcionar sin la contribución de la pareja. Puede que una mujer dé pasos en este camino, pero, definitivamente no avanzará como Dios manda en uno de estos papeles, sin la cooperación de su pareja. Para que una mujer pueda cumplir con los tres roles, antes que nada, debe identificar la situación y la importancia que ocupa ella misma en cada uno de los roles citados; caso contrario, se enfrentará con problemas. Desde luego, lo imposible no existe; pero, según las palabras del Imam Jomeini (que en paz descanse) y del ayatolá Jamenei, las mujeres deben conocer el lugar que ocupan, comprendiendo su propio carácter y su lugar. Ahora bien, esto no es un acto unilateral, sino que lo que se ha dicho exige la formación de tanto las mujeres como los hombres desde la niñez. En efecto, para que nuestros hijos e hijas tengan en el futuro un ejemplo de una vida común en matrimonio según los verdaderos ejemplares de los imames, sobre todo la del hazrat Ali (S) y la hazrat Fatemeh (Saludos sean para ella), deberán familiarizarse desde la niñez con estos preceptos religiosos.