Nov 06, 2017 07:40 UTC
  • Islamofobia en el Occidente 18

En este programa, abordamos el tema de cómo los musulmanes estadounidenses enfrentan actos islamófobos.

a discriminación religiosa no tiene límites en muchas sociedades occidentales, sobre todo para los musulmanes, y todos los días somos testigos de una nueva forma de islamofobia en estas sociedades. El Consejo de Relaciones Americano-Islámicas (CAIR, en inglés), la organización más grande que patrocina los derechos de los musulmanes en Estados Unidos, informó recientemente sobre las altas tasas de acoso y discriminación contra los estudiantes de escuelas del estado de California. El informe de CAIR revela que los estudiantes musulmanes son intimidados en un nivel que duplica la tasa del promedio nacional. El informe lleva por título “Inquebrantable: la intimidación de los estudiantes musulmanes y el movimiento constante para erradicarlo”. Fueron encuestados 1000 estudiantes musulmanes de las escuelas públicas de California de 11 a 18 años de edad. Los estudiantes musulmanes de todo el estado respondieron a preguntas sobre cómo percibían su entorno escolar y el tipo de acoso y/o discriminación que habían experimentado en la escuela como blanco o espectador. Los resultados de la encuesta muestran que los estudiantes musulmanes se sienten menos seguros, bienvenidos y respetados en sus escuelas. Según el mismo sondeo, el 50 por ciento de los estudiantes denunció haber sufrido acoso social a lo largo de las historias de insultos y otras observaciones. El 53 % de los encuestados informó haber sido blanco de burlas de sus compañeros, insultos  verbales o maltratos debido a ser musulmanes. Además, el 26 por ciento de los estudiantes dijo que había experimentado algún tipo de acoso cibernético ligado a su religión y un sorprendente 57 por ciento de los estudiantes reveló haber visto a sus compañeros haciendo comentarios ofensivos sobre el Islam y los musulmanes en línea. Treinta y seis por ciento de las chicas que usan hiyab (pañuelo islámico) dijo haber experimentado un “ofensivo tocamiento o tirón” de su hiyab, una cifra que aumento siete por ciento en comparación del informe de 2015 de la CAIR.
 
Los resultados de la encuesta revelan un aumento en los comentarios ofensivos hechos por maestros, administradores y otros funcionarios sobre la religión de los estudiantes. Solo el 30 por ciento de los estudiantes informó que sentían que sus problemas fueron resueltos por un adulto, una disminución del 42 por ciento en comparación de  2014.
 
“Como temíamos, los resultados de nuestra encuesta mostraron que el entorno escolar para los estudiantes musulmanes siguió empeorando en todos las partes”, dijo Brittney Rezaei, abogada de derechos civiles de CAIR-rama de San Francisco Bay Area. “Los estudiantes enfrentan acoso por parte de sus compañeros, maestros e incluso administradores escolares, y sienten que no pueden obtener ayuda. Sin embargo, somos testigos de una increíble capacidad de recuperación por parte de los estudiantes con quienes trabajamos y  continúan prosperando frente a esta adversidad”.
 
El informe proporciona recomendaciones sobre cómo el Congreso, los editores de libros de texto, las escuelas y los padres pueden trabajar para crear entornos escolares seguros e inclusivos. “Los resultados de esta encuesta revelan que los estudiantes musulmanes tienen que soportar una pesada carga todos los días en la escuela al enfrentarse a matones cuya intolerancia religiosa ahora está siendo legitimada por un presidente estadounidense”, afirmó la abogada de derechos civiles de CAIR-rama de Los Ángeles  Marwa Rifahie, autora principal del informe. “Es difícil ignorar el efecto negativo de la campaña presidencial de 2016 y que la elección de Donald Trump ha tenido lugar en el progreso realizado en el ámbito de la intimidación escolar. Es importante seguir abogando por entornos de aprendizaje libres de hostilidad y discriminación”. Agregó. 
 
En uno de los mensajes amenazadores pintados en las paredes de la  escuela secundaria en Kent, en Washington, todos los musulmanes fueron amenazados de muerte en octubre. Además de esta amenaza, el hashtag #MAGA fue utilizado para referirse Al lema de la campaña de Donald Trump. «Make America Great Again» (traducible como «Haz América [Estados Unidos] grande otra vez”. Además, se escribieron otras frases insultantes en varias partes de la escuela secundaria.
 
Los musulmanes están probando diferentes formas de confrontar los insultos mediante medidas humanitarias y de concienciación, como  introducir  y difundir el verdadero Islam. Abrir las puertas de las mezquitas a personas durante las tormentas en Estados Unidos del mes pasado fue una de las acciones humanitarias de los musulmanes en Estados Unidos. En este sentido, se han informado varios informes sobre la asistencia de los musulmanes en las grandes tormentas de Irma, María y Harvey. El ciclón María provocó la muerte de unas diez personas en Puerto Rico donde tumbó casi todo el sistema de telecomunicaciones y eléctrico. Después del huracán María, un convoy de ayuda humanitaria de doctores y asistentes musulmanes se desplegó a Puerto Rico. Medicinas, linternas, artículos de higiene, generadores, glucómetros, entre otros utensilios fueron trasladados en ese convoy de asistencia humanitaria denominado “Musulmanes por la Humanidad” y otras organizaciones afines. Además un contenedor de varias toneladas con otros suministros se dirigió a la isla.
 
Como otro ejemplo, durante los recientes meses se han publicado diferentes informes sobre la asistencia musulmana a heridos estadunidenses en las tormentas en los últimos meses. Durante la tormenta Harvey, en el sureste de los Estados Unidos, la mezquita de Houston, la ciudad más grande de Texas, abrió sus puertas a las víctimas de las inundaciones y las víctimas del fenómeno natural. Las  mezquitas de la ciudad de Houston se convirtieron en refugios por la noche y allí se establecieron comedores donde se proporcionaban alimentos, agua potable, mantas y primeros auxilios a los necesitados.
 
La Sociedad Islámica del Gran Houston (ISGH, por sus siglas en inglés), que representa a 21 centros islámicos en el área, abrió cuatro de sus propiedades para convertirlos en refugios de 24 horas de funcionamiento. Ofrecer “un lugar seco para quedarse, comida y apoyo emocional para los residentes desplazados”, dice su sitio web. El  presidente de ISGH anunció: “Esta es una obligación, una obligación religiosa de ayudar a los demás. Cuando se da, no se da solo a su propia familia ... Se da a cualquiera que necesite ayuda”. El ISGH también recaudó fondos, y también suministros adicionales desde las comunidades musulmanas en otras partes de Estados Unidos. Además, 50 médicos de diversas comunidades musulmanas ofrecieron sus servicios. “Tenemos mezquitas en toda el área metropolitana de Houston”, dijo el jefe de ISGH. “Si no tienes a dónde ir, ve a la mezquita de tu barrio”, agregó en su momento. Por supuesto, tal asistencia no se limita a aquellos afectados por desastres naturales. Un grupo de voluntarios musulmanes en Denver, Colorado, Estados Unidos, distribuyó 2000 paquetes de alimentos en un acto humanitario. Este grupo de 100 personas entre las edades de 3 a 70 años, el sábado (28 de octubre) de 08 a.m. a 4 p.m., distribuyó 2 mil paquetes de alimentos de un almuerzo que consiste en un sándwich, granola, plátano y agua y ropa en el parque dentro de la ciudad de Denver. Además dispusieron  tiendas que entregaban café a las personas sin hogar. Nadine Ibrahim, funcionario a cargo de los voluntarios musulmanes sobre la recomendación del Islam respecto a la alimentación de los pobres, enfatizó que el Profeta del Islam (la paz sea con él y su descendientes) dijo:  “No cree en mí quien come hasta saciarse mientras su vecino tiene hambre y sabe de ello”. Entonces ¿es posible que la religión del Islam, con tal Profeta como un ejemplo completo de humanidad y bondad, fuera una religión de violencia y extremismo?, preguntó.