Sin lugar a duda, hacer deporte nos ayuda a disfrutar de una salud física y mental. Pero, el deporte no es exclusivo de las personas sanas, los discapacitados también pueden hacer ejercicios y a través del deporte prevenir muchas enfermedades físicas y psíquicas.

Actualmente en Irán y gracias al desarrollo de las posibilidades deportivas y de alentar a todo el mundo a hacer deporte, los discapacitados también tienen acceso a las diversas disciplinas deportivas, incluso se presentan en campeonatos internacionales y, además, han logrado muchos éxitos. Entre los campeonatos que se llevan a cabo según las normas específicas para los discapacitados se enumeran: el atletismo, el baloncesto con sillas de ruedas, el voleibol sentado y de pie, el ciclismo, las espadas, el goalball, el judo, la natación, el fútbol de siete jugadores, el tiro con pistola y con arco, el tenis de mesa y el levantamiento de pesas.

Las mujeres también están presentes en el campo del deporte para los minusválidos. En el capítulo de hoy les presentamos a la Sra. Elham Chazani, campeona de tenis de mesa de las atletas discapacitadas de Irán.

Es innegable el efecto positivo que tiene el deporte en la salud y en la alegría de la sociedad, sobre todo en las mujeres. Las atletas discapacitadas iraníes al igual que otras deportistas son muy activas en las áreas deportivas, uno de ellos es el tenis de mesa donde las mujeres iraníes tienen una fuerte presencia. La Sra. Elham Chazani se encuentra entre las discapacitadas persas que ha logrado conseguir en este campo varias medallas. Ella nació en 1984 en la ciudad de Arak (situada en el centro de Irán). En su infancia, como toda niña, fue muy traviesa y le encantaba correr. Por desgracia, a los seis años de edad sufrió la enfermedad de la polio y, desde entonces ha pasado su vida sentada en una silla de ruedas.  

Aunque su discapacidad le estaba afectando su vida para mal, afortunadamente pudo encontrarse a sí misma y continuó la vida con esperanza y seriedad, de modo que, hoy es la campeona de tenis de mesa de la República Islámica de Irán. En 2009, con 19 años de edad, participó en los campeonatos de la liga nacional de tenis de mesa donde ocupó el segundo lugar, y consiguió la medalla de plata. Ella califica como un hecho importante el haber triunfado en este campeonato y subraya: “Esta medalla de plata a nivel nacional fue mi primer paso en el camino para conseguir el oro”.

Además, la Sra. Elham Chazani participó en el Campeonato de las Capitales Asiáticas de Tenis de mesa, donde logró la medalla de bronce. Más tarde, esta dama discapacitada persa pudo conseguir en el Campeonato de Mujeres de Países Islámicos la medalla de oro. También, ella ocupó el segundo lugar tanto en el campeonato al Trono  Internacional celebrado en Jordania como en los Juegos Paraolímpicos en Pekín y, ocupó el tercer lugar en los Juegos Asiáticos de 2010 de Gwangju, China. La verdad es que, la Sra. Chazani ha podido, pese a su discapacidad física, alzar poderosamente la bandera de Irán mucho mejor que aquellos que, se levantan por sus propios medios y que físicamente están sanos. Lo relevante es que tanto Elham como el equipo de las mujeres discapacitadas iraníes se presentan en las competencias con la vestimenta islámica; y de esta manera, han demostrado a todo el mundo que no solo la discapacidad no impide hacer deporte y competir en los campeonatos, sino que tampoco la vestimenta islámica obstaculiza asistir a las competencias deportivas.

En una entrevista le hemos preguntado que dada su discapacidad nos explicara qué piensa sobre esforzarse para marchar en el camino correcto de la vida y, ella nos contestó lo siguiente: “Hasta los 16 años pasé todos los días de mi vida en una silla de ruedas y fue una pesadilla; me aburrían los días del colegio y, cuando veía a mis compañeras de clase, me hundía cada vez más en mi soledad. Por fin, un día decidí irme a la Fundación de Caridad de Kahrizak, lo cual fue el hito de mi vida”. Continuó: “El hecho de separarme de mi familia e irme a la Fundación de Caridad de Kahrizak fue la más dura decisión que tomé, pero, ahora, mirando lo pasado, estoy segura que fue la mejor decisión. Como dije con 16 años de edad fui a la Fundación de Caridad de Kahrizak (sur de Teherán), donde me encontré con las personas discapacitadas que vivían condiciones de discapacidad mucho peor que yo. Ver a ellos me alivió y sentí esperanza en mí misma y, decidí quedarme a vivir en esa fundación. Bueno, al principio, mi familia no estaba de acuerdo conmigo, pero, por fin, me dejaron”. Ahí comenzó sus actividades deportivas.

Elham poco a poco se enteró de que podía continuar con sus estudios junto con sus actividades deportivas. Al respecto dice: “En la fundación me rodee con los ayudantes, los cuales me daban mucho ánimo. Así fue que comencé a seguir mis estudios”. Sí, la fundación citada fue un comienzo para que ella entrara en el mundo de la ciencia y el deporte, el tenis de mesa, en concreto. Para la campeona de tenis de mesa de mujeres, debe su éxito gracias a Dios y señala: “Todo lo que tengo es por parte de Dios, he aprendido a reírme de las dificultades y de mis debilidades. Siempre siento que Dios me ayuda en la vida ya que, Él me ayudó a que olvidara la discapacidad que tengo en mis pies y, ahora sólo pienso en el éxito”.  

Elham también evalúa muy importante el rol de la familia en el éxito de todas las personas, en particular, los discapacitados y, al respecto destaca: “La amable y cariñosa familia que tengo es una gran bendición de Dios, la cual me acompaña casi siempre y nunca me ha fallado. Mi familia es muy amable y, siempre espero su ayuda incondicional. Mi familia es todo mi corazón”. La Sra. Chazani hace referencia a su primer éxito en los torneos nacionales y, señala: “Cuando me dieron la medalla de plata, mis padres y mis hermanos se pusieron a llorar. Desde entonces, procuro, conseguir más éxitos y, ver siempre la sonrisa en sus caras”.

Ahora, Elham se ha concentrado en sus capacidades y, sabe muy bien que salvo la desesperanza nada puede impedir el éxito de los hombres. Ella cree que el éxito está en las manos de las personas que pueden conocer sus propias capacidades. Elham Chazani viviendo junto con los discapacitados que se olvidaron de sus defectos, se rieron de la vida y, así consiguiendo el éxito, se empoderó, de modo que, estos ejemplos con voluntad, le dieron energía para que subiera los escalones del campeonato del mundo. A ella le encanta vivir junto con estas personas y siempre está a su lado, los cuales se echaron a llorar con los éxitos de ella y, no la dejaron sola con sus tristezas.