Dic 13, 2017 07:29 UTC
  • La islamofobia en el Occidente 21

En este programa revisaremos el tema del comportamiento de los gobiernos europeos y del líder del mundo católico, el papa Francisco, ante la política de limpieza racial de la minoría musulmana rohingya en Myanmar.

La Comisión Islámica de Derechos Humanos (IHRC, en inglés) con sede en Londres, eligió a Aung San Suu Kyi,  la consejera de Estado y  líder del partido gobernante, como ganadora del premio al  Islamófobo Internacional 2017. Los ataques que Aung San, también premio Nobel de la Paz, ha permitido en contra de la minoría musulmana rohingya son tan atroces que ha hecho que gane a los otros nominados a otros islamófobos internacionales como Donald Trump, el presidente de Estados Unidos;  Marine Le Pen, la líder del Partido Nacional de Francia, o  Wilders, secretario del ultraderechista Partido por la Libertad de los Países Bajos. Parte de la comunidad internacional ha criticado duramente a Aung San Suu Kyi por cerrar sus ojos ante la violencia que perpetra el ejército de Myanmar contra los musulmanes rohingyas y el desplazamiento de miles de personas.
 
La nueva ronda del ataque del ejército birmano contra los musulmanes rohingyas comenzó el 25 de agosto del año en curso. El ejército de Myanmar, con el propósito de una limpieza étnica, incendió el hogar de muchos musulmanes, asesinó a miles de personas y violó a miles de mujeres y niñas musulmanas rohingyas. Los continuos crímenes militares de Myanmar han provocado la huida de 620.000 musulmanes a Bangladés. En la lista de Premios a la Islamofobia otorgados por la Comisión de Derechos Humanos Islámicos hay otros nombres.  En el Reino Unido, el premio anual a la islamofobia fue otorgado a Tommy Robinson, exlíder del grupo fascista de la Liga de Defensa Inglesa, por sus opiniones antislámicas. Los otros candidatos en esta categoría fueron Katie Hopkins, columnista, presentadora de radio y personalidad de los medios de comunicación británicos;  Nigel Farage, líder del Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP); Anne-Marie Waters, la fundadora del Partido Por Bretaña, y Boris Johnson, el ministro británico de Exteriores.  Fox News también fue galardonado con el premio a la ironía en la categoría de medios de comunicación. Por supuesto, una parte del comportamiento de los gobiernos europeos en apoyo a la islamofobia se puede observar en su patrocinio a los gobiernos con postura antiislámica en cada rincón del mundo. Un ejemplo, es con el gobierno birmano.
 
Las autoridades y figuras políticas europeas viajaron a Bangladés y lamentaron el deterioro de la situación de las personas desplazadas y pidieron su regreso a su país. Incluso algunos funcionarios europeos han advertido sobre esta catástrofe al Gobierno de Myanmar, pero hasta ahora ningún gobierno occidental ha tomado una medida práctica para frenar la política de limpieza étnica contra la minoría musulmana rohingya. Aunque los gobiernos occidentales tienen todas las herramientas necesarias para ejercer presión política, sobre todo contra la ministra de Asuntos Exteriores Aung San Suu Kyi,  líder del partido gobernante en Myanmar. La última figura prominente que ha visitado Myanmar es el papa Francisco, el líder católico del mundo.
 
El lunes 27 de noviembre, arribó a la ciudad de Rangún, sur de Myanmar, donde fue bien recibido por miles de personas de la minoría católica del país asiático. Myanmar tiene alrededor de 700.000 seguidores del catolicismo. No tienen ningún límite para visitar a su líder y viven libremente de acuerdo con las enseñanzas del cristianismo en este país. ¿Si en lugar de los musulmanes, los católicos hubiesen sido el blanco del mascare y limpieza racial, los europeos habrían tenido una respuesta pasiva a la tragedia humana en Myanmar? ¿Hubieran ido a visitar a Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz?
 
En los torneos deportivos, si se comprueba que el ganador de una medalla, la obtuvo mediante el engaño y con el uso de los medicamentos, incluso después de muchos años, le quitan el premio y se lo dan a la persona próxima en la lista. Pero tal norma no existe entre los ganadores de los premios Nobel. Incluso no critican a los Premios del Noble de la Paz, quienes transcurrido el tiempo pierden la situación necesaria por haberlos recibido. Aung San Suu Kyi fue nominada para el Premio Nobel de la Paz, debido a muchos años de luchar contra los militares. Pero ahora, contrariando todos sus valores libertarios, cierra sus ojos al asesinato de miles de musulmanes rohingyas e incluso lo justifica. No asistió a la Asamblea General de la ONU en Nueva York el pasado septiembre para no ser criticada por los líderes mundiales por el genocidio de los musulmanes rohingyas.
 
El sumo pontífice, en la reunión con Aung San Suu Kyi, habló con amabilidad, ruego y exhortación sobre la situación inhumana de la minoría rohingya. Ni siquiera él ni el obispo local usaron la palabra rohingya en sus conversaciones con la canciller, para que no sean molestado los líderes de Myanmar. Ya que el Gobierno de Myanmar no reconoce a los musulmanes de este país como ciudadanos, tampoco como una minoría étnica sino los considera inmigrantes bengalíes. Con esta postura del Gobierno birmano ante la minoría musulmana Rohingya ¿podríamos esperar que este lenguaje suave del papa y los gobiernos europeos provoque cambiar la política del gobierno birmano hacia musulmanes y proporcione las condiciones para su regreso al país? La experiencia ha demostrado que el gobierno birmano, sin presión internacional, no cambiará su comportamiento hacia los rohingyas. El comportamiento de los gobiernos europeos hacia el gobierno de Myanmar y Aung San Suu Kyi también revela que ellos no irán más allá de las críticas, lamentos y avisos.
 
La semana pasada, otro incidente ocurrió en Europa.  Un evento que revivió en nuestra mente el comportamiento de doble rasero de los gobiernos europeos en la prevención de acciones racistas y antiislámicas. El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) sentenció al exmilitar serbobosnio Ratko Mladic a cadena perpetua como "culpable" de genocidio y crímenes de lesa humanidad. El nombre de Mladic ha estado en la lista de criminales de guerra desde la Guerra de Bosnia-Herzegovina en la primera mitad de la década de 1990. Después del genocidio bosnio-musulmán del año 1995, huyó durante dieciséis años hasta  2011, cuando  Mladic finalmente fue arrestado en una casa en Belgrado y entregado al tribunal yugoslavo de criminales de guerra. El carnicero de Srebrenica, de 74 años, fue acusado de 11 crimines por la Procuraduría General de La Haya y fue declarado culpable de diez casos.
 
El crimen más importante de Ratko Mladic es la masacre de ocho mil hombres y muchachos bosnios musulmanes en la ciudad de Srebrenica. 22 años después de la tragedia de Srebrenica, cada año varias víctimas identificadas en las fosas comunes, han sido enterradas en el aniversario del incidente. Lo que no se ha abordado en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, fue el papel de los gobiernos europeos-proclamadores de defensa de DD.HH.- ante la limpieza étnica de los musulmanes por los serbios en la primera mitad de la década 90. ¿Cómo es posible que ocurriera la mayor tragedia humana al lado de las fronteras de los gobiernos occidentales y ellos no pudieran detenerla con toda su capacidad informática y militar?
 
La ola del colapso de los regímenes comunistas a principios de la década de 1990 también llegó a Yugoslavia. Pero lo que causó la separación dolorosa, sangrienta y duradera de Bosnia-Herzegovina de Yugoslavia fue la existencia de la mayoría musulmana en este país. Eslovenia se independizó solo después de diez días de tensión con el ejército serbio. La guerra de Croacia con Serbia por independizarse de Yugoslavia tomó solo tres meses. Macedonia se separó de Yugoslavia bajo el liderazgo de Slobodan Milosevic sin ningún conflicto. Montenegro también se ha independizado en un proceso de más largo plazo, pero la independencia de Bosnia-Herzegovina y su compleja división según el acuerdo de Dayton tiene una historia sangrienta y penosa. Los criminales serbios de Bosnia cometieron todo tipo de crimen contra los musulmanes. La masacre en masa, la violación colectiva a mujeres, rajar el vientre a las mujeres embarazadas para sacarles los fetos, solo figuran entre un puñado de crimines contra musulmanes.
 
Durante la guerra de Bosnia, cientos de miles de musulmanes fueron asesinados, 8000 de los cuales pertenecen a Srebrenica. Todos estos crímenes ocurrieron ante los ojos de los gobiernos europeos. El entonces primer ministro del Reino Unido, John Major, confesó una verdad durante el genocidio musulmán y dijo que no permitiría que se formara un país musulmán en Europa. La confesión mostró que los criminales serbios estaban masacrando a los musulmanes bosnios con la luz verde de los estados europeos. La islamofobia se ha extendido a Europa a la luz de las políticas de los gobiernos europeos en las últimas décadas. Son socios en los crimines contra los musulmanes y promueven el odio y la discriminación contra los musulmanes.