Segundo paso de la Revolución (6)
ParsToday- La Revolución Islámica de Irán se formó en base a tres lemas importantes "Independencia, Libertad, República Islámica", objetivos que, después de la revolución, se cumplieron en gran medida. Pero lo que parece más importante es preservar los grandes e infraestructurales logros de la Revolución Islámica por lo que durante los cuarenta años de su existencia, el pueblo iraní ha hecho grandes esfuerzos.
El Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, en su comunicado titulado "El segundo paso de la Revolución", llama a todos a continuar preservando la independencia y la libertad de Irán y así las define: "La independencia nacional simboliza la liberad de la nación y del Gobierno ante las intimidaciones de los poderes arrogantes del mundo, mientras que la libertad social significa el derecho a decidir, practicar y pensar por todos los miembros de una sociedad. Las dos forman parte de los valores islámicos y son regalos divinos que Dios les ha hecho a los seres humanos y no a los gobiernos. Los gobiernos tienen el deber de proporcionárselas a la gente", recuerda el Líder.
Esta definición sobre la independencia y la libertad planteada por parte del ayatolá Jamenei contiene varios puntos importantes. Primero, la independencia es un tipo de libertad, que incluye también el ámbito extranjero, es decir, liberarse del dominio de actores foráneos, su agresión y opresión.
Otro punto importante en la interpretación del Líder de la Revolución Islámica es el origen divino de la independencia y la libertad. Desde el punto de vista del Islam, la libertad es una bendición divina que nace con el ser humano y ninguna persona o gobierno la proporciona. Por supuesto, la libertad en el Islam tiene un concepto más amplio y profundo que la libertad occidental, ya que incluye la libertad espiritual, como la liberación de la esclavitud de conceptos erróneos emocionales y éticos. Sin embargo, el ayatolá Jamenei cree que el deber de los gobiernos es garantizar la independencia y la libertad de la gente y advierte que, una libertad basada en los principios islámicos, no debe estar en contraposición a la moralidad, la ley y los valores divinos, y la independencia no debe significar la interrupción de las relaciones con el mundo exterior.
Otra recomendación del Líder, en la declaración sobre el segundo paso de la Revolución, que tiene una relación directa con la independencia del país, es observar tres principios “dignidad, sabiduría y política” en las relaciones internacionales. El ayatolá Jamenei declaró estos tres principios al comienzo de su liderazgo y siempre se ha esforzado por implementarlos adecuadamente. De acuerdo con el principio de dignidad, ninguna acción en la política exterior y las relaciones internacionales debe perjudicar la dignidad y el prestigio de la nación iraní. Esta dignidad debe preservarse basándose en estrategias sabias a nivel mundial. Además, según el principio de la política exterior, la República Islámica representa flexibilidad en los casos en que sus principios de dignidad no se vean perjudicados. El ayatolá Jamenei, en el comunicado "El segundo paso de la Revolución", al tiempo que indica algunos de los logros de los tres principios de dignidad, sabiduría y política en el campo de la política exterior, insta al gobierno a centrarse en estos tres principios en relación con los gobiernos occidentales y no confiar en estos.
Otro tema importante mencionado en dicho comunicado es el fortalecimiento y el florecimiento económico. Al inicio de este sector y sobre la importancia de la economía se lee: "La economía constituye un punto clave y determinante. La economía es un factor fuerte e importante para un país que planta cara a la dominación y a la colonización. Una economía débil allana el camino para la injerencia, el dominio y la injerencia de los enemigos".
Por lo tanto, incluso la independencia política de un país sin fuerza económica carece de solidez. Una de las causas de la Revolución Islámica fue la dependencia económica y la debilidad del régimen del Shah. Es por eso que, después de la revolución, se iniciaron los esfuerzos para superar las dificultades económicas y de vida de la gente. No obstante, las sanciones económicas, las presiones políticas, la imposición de la guerra de ocho años contra Irán por parte de los enemigos, y el débil desempeño de algunos de los funcionarios del país impidieron que la República Islámica de Irán consiga el puesto que esperaba. Por supuesto, hay que tener en cuenta que, durante los últimos cuarenta años, se han logrado grandes éxitos en la economía que son admirables.
El Líder de la Revolución Islámica enfatiza firmemente que la solución de los problemas económicos del país se encuentra dentro del país y, sobre esta base, desde hace años, presentó el plan, titulado "Economía de Resistencia", cuyas políticas generales fueron redactas por varias agencias en 2014 y se entregaron al gobierno. En torno a las características de la Economía de Resistencia, el Líder persa afirma: "Una economía endógena y productiva, basada en la tecnología, implicando a la nación en la economía y reduciendo la intervención del Gobierno en la misma usando las capacidades internas del país, entre otras medidas". Desde hace años, el ayatolá Jamenei insiste en la ampliación de la cantidad y la calidad de los productos internos para cumplir con las políticas de la Economía de Resistencia e insta al pueblo a comprar productos iraníes. Según esta misma política, este año persa se ha denominado "Año del auge de la producción".
Sin embargo, la solución los problemas económicos, sin luchar contra la corrupción y avanzar hacia la justicia, no terminará en el resultado deseado. Sobre todo, porque los ideales de la Revolución iraní surgen de los altos valores del Islam, especialmente de la justicia. El ayatolá Jamenei, en su comunicado, enfatiza que la justicia encabezaba los objetivos primarios de todos los profetas divinos y ocupa un lugar especial en la República Islámica de Irán. De acuerdo con el Líder persa, "Pese a que la República Islámica de Irán ha dado importantes pasos para alcanzar esta meta, pasos a los que ya he aludido brevemente más arriba, hay que hacer mayores esfuerzos para difundirlos a fin de hacer fracasar los complots que buscan tergiversar la imagen de la República Islámica o simplemente mantenerse callados y ocultar la verdad. Todo ello forma parte del celoso programa de los enemigos de la Revolución".
En alusión a las amplias propagandas de los medios de comunicación enemigos basadas en el aumento de la corrupción entre los responsables iraníes, el ayatolá Jamenei afirma: "Desde luego, el nivel de corrupción entre las autoridades de la República Islámica es mucho menor en comparación con el registrado en otros países y durante el régimen de la tiranía, en el que todos eran unos corruptos. Gracias a Dios, las autoridades de este sistema político se han alejado, en la mayoría de los casos, de la corrupción, pero lo que existe, aun siendo poco, resulta del todo inaceptable. Todos deben saber que una economía intachable es la condición que da legitimidad a todas las autoridades de la República Islámica". En otras palabras, incluso, la más mínima corrupción económica entre las autoridades, para un sistema basado en enseñanzas islámicas, es demasiado, y se ha repetido en reiteradas ocasiones que los sectores de supervisión deben luchar con seriedad contra este dilema y, al respecto agrega: "Esta labor, que requiere gente fiel, bondadosa y luchadora, con un corazón iluminado, forma parte de la campaña multilateral de la República Islámica de Irán para hacer valer la justicia".
Entonces, en la República Islámica, contrario a la economía liberal del Occidente, no es suficiente el crecimiento económico, ya que este crecimiento debe ser de modo que toda la gente aproveche de manera igual y reduzca las limitaciones y la brecha económica y social. En este sentido, en el comunicado "El segundo paso de la Revolución", el líder persa afirma: "En la República Islámica ser rico no es un delito, pero la discriminación en la distribución de los recursos nacionales, el abrir paso a los corruptos en lo que a la economía se refiere y el tolerar engaños económicos, pasos que todos desembocan en una situación de injusticia, son cuestiones que están sumamente prohibidas. Además, olvidar a las capas más vulnerables de la sociedad es algo completamente inaceptable".
P/NA/NL