Jul 03, 2019 08:05 UTC

ParsToday-Como ya dijimos, la Revolución Islámica de Irán es diferente a otros movimientos populares y revoluciones desde diferentes aspectos, pero la diferencia más importante es su naturaleza islámica y religiosa.

 En un mundo dominado por los asuntos materiales y superfluos, la religión se ha marginado y se limita a los asuntos personales, pero la gran Revolución Islámica de Irán presentó al Islam como su principal estrategia, práctica e ideológica  para conseguir sus altas metas en ambos mundos, tanto individual como en sociedad.

El Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá seyed Ali Jamenei, en su comunicado titulado “El segundo paso de la Revolución” se refiere a este asunto tan importante, así: “La Revolución Islámica de Irán entró en escena con poderío y majestuosidad en una época en que el mundo estaba dividido en los dos bloques materialistas del Este y el Oeste, y nadie podía sospechar que pudiera surgir un gran movimiento religioso. Rompió los esquemas, prestando atención tanto a este mundo como al más allá y anunció la llegada de una nueva era”.

El surgimiento de la Revolución Islámica de Irán, con lemas y metas islámicos y luego la formación de un sistema basado en estos mismos altos valores espirituales y religiosos, resulta peligroso e insoportable para el mundo del Occidente por dos razones: primero, este movimiento ha planteado al Islam como una religión pionera  con un contenido eficaz ante el liberalismo y comunismo y otras escuelas materialistas del occidente. La segunda razón de la oposición del Occidente con la Revolución Islámica es la presentación de un modelo de gobierno basado en esta religión, de modo que ha introduce la religión en el ámbito de la política.

De hecho, la República Islámica de Irán, además de sus posturas antihegemónicas del Occidente y la defensa a las naciones oprimidas por las potencias, ha presentado una escuela, cuyo  pensamiento domina este sistema y que cuestiona todas las opiniones materiales y antirreligiosas. De hecho, la principal razón de la oposición de los gobiernos occidentales con la República Islámica de Irán es esta misma naturaleza religiosa, así como su lucha contra la opresión. Por lo tanto, las infundadas acusaciones contra este sistema islámico, entre ellas la violación de los derechos humanos, creación de inseguridad en la región, apoyo al terrorismo, construcción de armas nucleares, etc…, son excusas para imponer presión a Irán a fin de que deje de lado el contenido islámico de su sistema.

En este sentido, el Líder persa resalta: “Este país debido a su independencia, fe, creencia en islam, creencia en la soberanía de la religión de Dios en la tierra y en la sociedad y por los altos valores que considera, tiene un gran número de enemigos que se dedican constantemente a conspirar”.

Debido a la desviación del cristianismo, así como la opresión y la crueldad que la iglesia había impuesto contra la gente, además de algunos otros factores, después del Renacimiento, los europeos intentaron durante varios siglos socavar, aislar e incluso eliminar la religión de la vida de la gente.

 Ellos adoptaron esta postura respecto a todas las religiones, incluido el Islam. Por esta razón, en el momento de la victoria de la Revolución Islámica de Irán, se imaginaba que la religión estaba camino a la decadencia. El marxismo consideraba a la religión como la causa del retraso del pueblo, y en la antigua Unión Soviética y algunos de los países que la seguían, estaba prohibido  seguir una religión. En los países liberales occidentales, aunque no está prohibido, se propaga en contra de las prácticas religiosas, de tal modo que la religión prácticamente estaba aislada y la gente del Occidente incluso no mostraba ninguna tendencia hacia el cristianismo.

En tal situación, un acontecimiento revolucionario con lemas e ideales religiosos y con el propósito de revivir el verdadero Islam surgió de pronto y sorprendió a las escuelas materialistas y religiosas. La Revolución Islámica de Irán, aunque no respalda sectas distorsionadas del cristianismo y el judaísmo, así como escuelas no divinas como el hinduismo y el budismo, enfatiza la necesidad del hombre por la espiritualidad y por tener una religión divina completa, como el Islam. La ideología islámica que se introduce en esta gran revolución no se limita al culto individual en el hogar y la mezquita, sino que está activa en la comunidad. Básicamente, las enseñanzas del Islam son tales que incluso en la dimensión de la adoración, como las oraciones de los viernes, la congregación y la peregrinación ponen de relieve que su naturaleza es más social que individual.

El resurgimiento de tal religión por el movimiento del pueblo musulmán de Irán cuestionó todas las ideas y propagandas occidentales contra la religión y, como resultado, se han opuesto a esta revolución y trataron de que fracase esta nueva experiencia del florecimiento y el auge de la religión y la espiritualidad en la sociedad.

Desde el principio, ellos sabían que los puntos de vista progresivos de la Revolución Islámica sobre la religión atraerían muy pronto la atención de otras naciones, especialmente de las sociedades musulmanas, y creían que sería muy difícil confrontar con el salvador pensamiento islamista. Su predicción se cumplió muy pronto y muchos musulmanes quedaron impresionados por los verdaderos ideales islámicos que introdujo la revolución iraní.

Cabe mencionar que los occidentales no se oponen a un Islam, limitado en los hogares y mezquitas y que no entre en la sociedad y la política. Por esta razón, no solo no consideran amenaza al Islam wahabí gobernante en Arabia Saudí, sino que también apoyan a esta religión aparentemente islámica y la ponen al servicio de sus objetivos. Por esta razón, el fundador de la República Islámica de Irán, el Imam Jomeini (que descanse en paz), llamó a tal islam como el ‘islam estadounidense’. Pero el islam que ha presentado la Revolución iraní, llamado por el Imam Jomeini como ‘el puro Islam de Muhammad(P)’", no solo no se compromete con opresores y rebeldes como los Estados Unidos, sino que está abocada a formar un gobierno para promover los valores auténticos y revolucionarios del Islam.

El sistema de la "República Islámica de Irán" es producto de tal idea del Imam Jomeini, inspirado en las enseñanzas del Islam y con el apoyo de la gente. De hecho, otro problema de otros gobiernos occidentales con la Revolución Islámica de Irán es que las enseñanzas del Islam componen la base del sistema político de su sistema político y presenta un nuevo tipo de gobierno contra los gobiernos liberales y materialista del Occidente. En este Gobierno, las normas y las órdenes de Dios

son la base y el estándar de la administración del país, y otras leyes que no estén en conflicto con estas reglas y normas son ejecutables. Al mismo tiempo, la gente y las autoridades del país eligen libremente desde su líder hasta el presidente y los parlamentarios, y participan en los asuntos del país. También se garantiza la libertad de respeto a los valores islámicos y la preservación de la seguridad y los intereses nacionales. Por otro lado, el Líder al frente del sistema islámico determina las políticas generales, resuelve las diferencias de los tres poderes, protege el sistema islámico y los intereses de la gente y tienen una posición importante en la República Islámica de Irán.

Hoy en día, la República Islámica de Irán, como un modelo exitoso de un gobierno basado en la espiritualidad y la religión, es bien recibida por los musulmanes y esta cuestión es muy preocupante para el Occidente. El islamólogo estadounidense, el profesor Andrea Meier en libro “La misión política del islam” escribe: “Con el establecimiento de la República Islámica de Irán, que es el resultado de la revolución islámica, la misión política del Islam se ha institucionalizado de tal modo que hasta el momento que ha sido única. Por primera vez, un sistema político derivado del islamismo reemplazó a través de la revolución a un régimen no religioso (laico) que seguía al Occidente. Para muchos musulmanes, esta transformación fue una victoria contra el poder imperialista colonial y poscolonial… Por lo tanto, la Revolución Islámica en Irán para los musulmanes de todo el mundo fue un modelo para el cumplimento completo del gobierno ideal islámico”. Es por eso que los gobiernos occidentales y sus medios de comunicación, con propagandas infundadas, tratan de presentar ineficiente a la República Islámica.

En el comunicado “El segundo paso de la Revolución, el ayatolá Jamenei se refiere a este punto cuando dice: “Era natural que los dirigentes extraviados y opresores se opusieran (a la revolución islámica), pero esa oposición fue vana. La izquierda y la derecha del mundo moderno lo hicieron todo, desde fingir que no oían aquella nueva y distinta voz hasta esforzarse por variadas y numerosas vías por sofocarla; pero todo ello no hizo más que acercarlas a su muerte cierta. Y hoy en día, transcurridas cuarenta fiestas anuales por el triunfo de la Revolución, cuarenta Décadas del Alba, uno de aquellos focos de enemistad (la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS) ya ha desaparecido, y el otro trata de lidiar con problemas que vaticinan su cercana agonía. Mientras tanto, la Revolución Islámica avanza manteniéndose leal a sus principios”, enfatiza el Líder en su comunicado titulado “El segundo paso de la Revolución”.

 

P/NA/NL

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