El ayatolá Jamenei considera la confrontación de la Revolución de la nación iraní como la nueva dualidad Islam-Arrogancia que tras la caída de la Unión Soviética terminó en una seria confrontación entre la República Islámica de Irán y el Occidente, dirigido por EEUU.

 

La oposición de la Revolución Islámica con la arrogancia tiene su raíz en la cultura islámica y coránica. El Islam critica tanto la arrogancia como la rendición ante la crueldad. La arrogancia significa considerarse  superior y rechazar la verdad por altivez. El Líder lo definió así: “La arrogancia es el poder o las potencias en el mundo que debido a poseer capacidades financieras, armamentísticas y propagandísticas, se permiten injerir en asuntos de otros países y naciones”. En este sentido, el ayatolá Jamenei afirma que la lucha contra arrogancia significa que una nación no acepte la intervención o la imposición de un poder, una persona o un gobierno arrogante.

 

Para explicar la razón de la oposición de la República Islámica de Irán a la arrogancia, el ayatolá Jamenei afirma: “¿Por qué el sistema islámico se enfrenta hoy a la arrogancia? Es porque la arrogancia, con las características que ya dijimos, no puede soportar a un sistema islámico como el sistema de la República islámica. Pues el sistema de la República islámica se ha formado básicamente en protesta contra la arrogancia. La revolución se formó en protesta contra la arrogancia y, sobre esta misma base, se formó contra los elementos de la arrogancia en Irán y creció, se fortaleció y cuestionó la lógica de la arrogancia”.

 

Por supuesto, cualquier persona, grupo o gobierno puede tener las características de la arrogancia, pero no tener un impacto generalizado en otras personas y países. Pero el gobierno de Estados Unidos, dada su fuerza militar, política y económica, y al poseer las características de un poder dominante y expansionista, es un gran peligro para los países del mundo. Es por esta misma razón que el ayatolá Jamenei considera a EEUU el mayor símbolo de la arrogancia y dice: “Nosotros no somos la única cuestión de EEUU, la cuestión es el mundo, la cuestión es el mundo del islam. Los estadounidenses tienen el espíritu de la arrogancia hacia todas las regiones del mundo”.

 

Desde el inicio del levantamiento contra el régimen de Shah y después de su victoria, el pueblo de Irán, basado en las enseñanzas del Islam, expresó su oposición a todo tipo de opresión y violación y resistió ante la arrogancia, especialmente a Estados Unidos. En ese momento, Washington era el mayor partidario del represivo régimen de Pahlavi y, basado en su gran influencia en Irán, saqueaba los recursos del país. Por esta razón, durante la Revolución Islámica de Irán, apoyó plenamente a este gobierno autocrático, y la victoria de esta revolución, además del colapso del régimen de Pahlavi, también fue una gran derrota para los Estados Unidos. En el comunicado “El segundo paso de la Revolución”, el ayatolá Jamenei afirma: “La nación iraní pudo expulsar primero a un delegado de Estados Unidos y a los traidores al país, e impedir después de manera poderosa, hasta el día de hoy, volver a ser dominada por la arrogancia mundial”.

 

Pero la pesadilla más horrible para Estados Unidos fue que la Revolución Islámica, además de excluir a Irán de la dominación de este gobierno intervencionista, se opuso a las políticas expansionistas de este país en la región y el mundo y se dedicó a defender a los oprimidos. Este tema se menciona en el principio 154 de la Constitución iraní que dice: “La República Islámica de Irán... mientras se niega completamente a interferir en los asuntos internos de otras naciones, apoya la justa lucha de los oprimidos ante los arrogantes en cualquier parte del mundo”.

 

Mientras tanto, el difunto líder de la Revolución Islámica, el Imam Jomeini (que Dios lo bendiga),  desempeñó un papel importante en la formación y dirección de esta lucha contra la arrogancia y, gracias a sus aclaraciones y orientaciones, aumentó la conciencia y la percepción del pueblo iraní sobre diversos temas, en particular la naturaleza maligna y las conspiraciones de EEUU, y fortaleció la resistencia del pueblo ante estos complots. El comunicado “El segundo paso de la Revolución” se refiere al conocimiento de los complots enemigos y dice: “La Revolución agudizó de manera admirable la capacidad de comprensión política de toda la población, en particular de los problemas internacionales. El análisis político ya no se limita a la clase ilustrada y la mayoría de la gente está al tanto de asuntos como los crímenes de Occidente, en particular de Estados Unidos, como la causa palestina y la opresión histórica sufrida por esa nación, como el belicismo ruin de las potencias arrogantes y como sus injerencias en los asuntos internos de los distintos pueblos. La visión de los llamados intelectuales, antes autoexcluidos de la vida pública, se transmitió a todo el país en todos los planos de la vida, y este tipo de asuntos son ahora comprensibles con claridad hasta para adolescentes y niños”.

 

Otro punto importante que ha aumentado el enfado de Estados Unidos y sus cómplices es la acogida popular, incluso en países no islámicos, del enfoque anti-arrogancia y la resistencia de los iraníes ante Estados Unidos. En alusión al glorioso pasado de los de la Revolución Islámica  de Irán, el ayatolá Jamenei afirma: “El glorioso y enorgullecedor símbolo de la resistencia ante quienes ejercen la coacción, la imposición y la arrogancia en el mundo, con el ávido y criminal Estados Unidos al frente, ha ganado cada vez más relevancia. A lo largo de estos cuarenta años, se han convertido en rasgo distintivo reconocido de Irán y de los iraníes la resistencia inquebrantable, la perseverancia en la custodia de la Revolución y su grandeza divina y la insumisión frente a los Gobiernos arrogantes”.

 

El ayatolá Jamenei así define la resistencia ante la arrogancia: “La resistencia significa elegir el camino correcto, iniciar este camino, luchar contra obstáculos y dificultades y continuar el camino justo sin retirada o pausa. No obstante, cualquier camino tiene obstáculos pero quien elige el camino de la resistencia, supera los obstáculos o por maneras lógicas, los aleja y continúa su camino”. 

 

La resistencia de Hezbolá de El Líbano ante el ocupante régimen del régimen sionista causó la retirada de las tropas de este régimen del Líbano en 2000 y su nuevo fracaso en 2006. Además, tras el fracaso del plan de la reconciliación de algunos líderes palestinos con los sionistas, grupos como Hamas y la Yihad Islámica palestina, con su fuerte resistencia y lucha, pusieron en peligro la existencia del régimen sionista y derrotaron repetidamente los ataques militares del régimen de Israel y, en 2005, liberaron la Franja de Gaza de la ocupación de este régimen. La resistencia del pueblo de Yemen ante los agresores saudíes y emiratos no solo ha impedido la ocupación de este país, sino que les ha dado duros golpes. La resistencia en Irak y Siria también ha tenido enormes logros para la gente de ambos países, lo que llevó a la derrota del grupo terrorista Daesh y sus partidarios occidentales y árabes. Los bareiníes también han luchado contra el régimen real y autocrático de al-Jalifa desde 2011, y su severa represión no ha sacudido la resistencia popular.

 

Debido a estos logros y éxitos del frente de la resistencia islámica, el ayatolá Jamenei concluye: “Hoy, el frente de la resistencia se encuentra en la más coherente situación en comparación con los últimos 40 años; tanto en la región como en centro incluso más allá de la región, eso es una realidad. En el punto contrario, es el poder de la arrogancia; desde hace 40 años, se ha disminuido el poder de la arrogancia de EEUU, el poder del régimen israelí de crear sedición y el mal”.

 

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