Segundo paso de la Revolución 15
Ago 21, 2019 08:03 UTC
ParsToday-En el mundo actual, es innegable el papel de la ciencia y tecnología en el avance y progreso de un país.
El Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, en el comunicado titulado “El segundo paso de la Revolución” afirma: “La ciencia es el instrumento más patente de la dignidad y el poder de un país. La otra cara del conocimiento es la habilidad”.
El régimen Pahlavi buscaba este poderío y orgullo en el aumento de la capacidad militar y la dependencia a las grandes potencias y, por esta razón, solo contaba con la ciencia y tecnología extranjera. En el comunicado “El segundo paso de la Revolución” leemos: “El Irán de antes de la Revolución tenía cero producción de ciencia y tecnología; en industria no tenía más capacidad que la del montaje; y en ciencia no tenía más talento que la traducción”.
Por esta razón, después de la Revolución Islámica, las autoridades pensaron en compensar este enorme atraso científico. Desafortunadamente, las sanciones económicas, la destructiva guerra del dictador iraquí Sadam Husein contra Irán y otras conspiraciones enemigas no permitieron que los científicos del país hicieran esfuerzos serios para remediar el letargo científico y tecnológico. Sin embargo, después de la guerra y, especialmente en las últimas dos décadas, gracias a las acciones, políticas y estímulo del Líder de la Revolución Islámica, se ha acelerado la producción de la ciencia y tecnología y se ha alcanzado logros significativos para el país.
En este sentido, el comunicado “El segundo paso de la Revolución”, dice: “Gracias a Dios, el talento de nuestra nación para adquirir conocimientos científicos e investigativos supera a la media mundial. El resurgimiento científico en el país, que comenzó hace casi dos décadas, se ha estado desarrollando a una velocidad sorprendente para los observadores globales, es decir, 11 veces más rápido que el ritmo promedio del crecimiento científico mundial. Nuestros logros en ciencia y tecnología, que nos han colocado en el puesto 16 de entre más de 200 países en el mundo, han sorprendido a los observadores mundiales y en algunos campos sensibles y novedosos nos han situado en las primeras posiciones. Todo esto se ha producido pese a las sanciones financieras y científicas contra el país”.
Estos impresionantes avances se han conseguido gracias a la confianza en Dios y la autoconfianza de los expertos iraníes. Aquellos que, debido a la extensión del ambiente científico y educativo del país en las cuatro décadas posteriores a la Revolución, continuaron el difícil camino del progreso para poder brillar en diferentes ámbitos. Actualmente, se ha duplicado el número de las escuelas del país en comparación con el período anterior a la Revolución y se han proporcionado las instalaciones educativas para 14 millones de estudiantes. De modo que, en los últimos 30 años, los mejores estudiantes iraníes han ganado alrededor de 700 medallas en varias disciplinas en olimpiadas científicas internacionales, e Irán se ha clasificado entre los diez mejores países en estos grandes campeonatos mundiales.
Por otro lado, la capacidad de las universidades del país ha dado un salto significativo, ya que, en 2570 universidades iraníes, 3,8 millones de estudiantes siguen carreras en varios niveles, mientras que en los últimos años del régimen de Pahlavi solo estudiaban 170.000 estudiantes. El ayatolá Jamenei, en el comunicado “El segundo paso de la Revolución” se refirió a la expansión de las unidades académicas y a los varios millones de graduados de estas universidades, así como a algunos de los avances científicos más importantes de Irán, como la nanotecnología, las células madre, el ciclo del combustible nuclear, la medicina y la biotecnología. En algunos de estos campos, Irán está entre los mejores.
En el campo de la medicina, se han hecho grandes progresos después de la Revolución Islámica, e Irán está a la vanguardia de la región y ocupa el decimoséptimo lugar del mundo en el campo de la producción científica en este ámbito vital. Ahora hay 117.000 médicos y 200.000 estudiantes de medicina en Irán, lo cual indica un enorme paso en comparación con la era anterior a la Revolución. Además, los hospitales y centros médicos cuentan con nuevas instalaciones y los servicios médicos se han expandido a las ciudades y pueblos más remotos. Irán también se encuentra entre los cinco principales países del mundo y los mejores países de la región en términos de trasplantes de órganos. Los servicios médicos gozan de tal nivel que los pacientes de otros países viajan a Irán para recibir tratamiento. Irán ahora suministra el 97 por ciento de sus medicamentos necesarios a nivel nacional y exporta algunos de ellos. Además, es el líder mundial en la producción de medicamentos recombinantes, generalmente utilizados para enfermedades que son difíciles de tratar y produce alrededor de 30 tipos de estos medicamentos.
Irán también ha alcanzado un marcado progreso en la ciencia moderna, en áreas como el uso de células madre para el tratamiento de enfermedades. Estas células pueden transformarse en otro órgano del cuerpo y reemplazarlo. La República Islámica de Irán es uno de los países más avanzados en el campo de las células madre, y los médicos y especialistas iraníes han utilizado esta tecnología para conseguir hitos como trasplante de cerebro, hueso, córnea de ojo y la reparación de partes de tejidos como de piel, ojos y huesos. Irán también es el principal país en el campo de la nueva e importante ciencia genética. Con este conocimiento avanzado, las plantas y los animales pueden modificarse para proporcionar una mayor eficiencia y resistencia ante cualquier virus o plagas, además sirve para ayudar a curar enfermedades.
El sector aeroespacial es otro nuevo y complicado campo de la combinación de varias tecnologías que se ha desarrollado ampliamente en Irán. En esta tecnología, los misiles avanzados y de largo alcance despliegan satélites sensibles y de precisión que operan en diversos campos, como telecomunicaciones, meteorología, cartografía, espionaje y militares. Irán es el único país de Asia Occidental que sorprendió a todos tras el lanzamiento exitoso del satélite “Omid” en 2009, y se ha unido a los pocos países que gozan de tal capacidad científica y tecnológica. Luego, algunos otros satélites, en tres casos con animales, fueron enviados al espacio y regresaron con éxito. Actualmente varios otros satélites se están construyendo o están en proceso de lanzamiento.
El acceso al ciclo completo del combustible nuclear es uno de los logros importantes que el ayatolá Jamenei en su comunicado “El segundo paso de la Revolución” ha considerado como uno de los frutos científicos y tecnológicos de esta gloriosa y popular revolución. Este gran éxito, que sorprendió a los expertos en ciencias nucleares, fue logrado por científicos iraníes en 2006, de modo que el mundo anunció que Irán era el octavo país capaz de producir un ciclo completo de combustible nuclear. La tecnología nuclear ahora se está utilizando para producir combustible destinado a plantas de energía nuclear, radiofármacos, exploración subterránea de petróleo y recursos hídricos, mejorar la contaminación ambiental, meteorología y otros usos pacíficos. No obstante, los gobiernos occidentales, que a veces han utilizado la energía nuclear para producir armas destructivas de destrucción masiva, están tratando de detener este proceso por completo bajo el pretexto de que las actividades nucleares de Irán son peligrosas. No obstante, el programa nuclear de Irán avanza bajo la supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y el Líder de la Revolución Islámica ha emitido una fatwa que determina como ilegal y prohibido el uso o producción de energía para fabricar armas. El ayatolá Jamenei en su comunicado “El segundo paso de la Revolución” reitera: “Desaconsejamos que se abuse de la ciencia como lo hizo el Occidente; sin embargo, insistimos en la necesidad del país de que fluyan entre nosotros las fuentes de la ciencia”.
Con todo, el Líder persa estimula a los científicos a investigar y ordena a los responsables a apoyarlos. En el comunicado “El segundo paso de la Revolución”, el ayatolá Jamenei afirma: “Sobre lo que quiero hacer hincapié es en el hecho de que este camino recorrido, a pesar de su importancia, ha sido solo el comienzo y nada más. Todavía estamos muy por debajo de la cima en cuanto a la ciencia a nivel mundial. Necesitamos llegar a la cúspide. Tenemos que traspasar las actuales fronteras científicas en los campos más destacados”.
P/NA/NL
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