Ene 16, 2020 05:40 UTC

ParsToday - Estimados amigos, como recordarán, en el programa anterior, iniciamos nuestra gira por la provincia de Hamedán, al oeste de Irán, que está llena de atracciones naturales, culturales e históricas. Hamedán, capital de la provincia homónima, fue la primera capital de la primera dinastía de Irán, los medos.

Les hablamos de la colina Hegmataneh, una de las pocas ciudades antiguas del mundo. Luego, les presentamos las inscripciones cuneiformes de Ganj Nameh (literalmente, en persa, Libro de tesoros), pertenecientes a la época de los reyes aqueménidas Darío el Grande y su hijo Jerjes. Las excavaciones arqueológicas realizadas en los últimos años indican que los espléndidos palacios en esta área estaban ubicados en la misma colina. Lo que llama la atención respecto a esta ciudad antigua, es la avanzada red de suministro de agua que tenía.
 
Dijimos que la ciudad de Hamedán alberga la tumba de Baba Taher Oryan, místico y poeta iraní de mediados del siglo XI, y la tumba del médico, poeta y místico iraní Ibn Sina (Avicena), de fama internacional.
 
Recorrimos también la cueva de Ali Sadr, la cueva acuática más grande del mundo, con numerosos y enmarañados pasadizos, así como extensos lagos, de modo que para recorrerlos hay que navegar en barcos. El agua de la cueva es tan transparente que a simple vista puede divisarse el fondo de la cueva hasta unos 10 metros de profundidad.
 
Además, les contamos del agradable clima del refrescante valle de Alvand y del magnífico paisaje de la llanura de Mishan, que atraen a cualquier turista local o extranjero.
 
Ahora, en la quinta parte del espacio “Recorrido por Irán” y siguiendo nuestra gira por la región de Hamedán, nos dirigimos a la linda ciudad de Lalejin para presentarles algunos de sus lugares dignos de visitar.
 
 
No sabemos si alguna vez al viajar al oeste de Irán, especialmente a Hamedán y Kermanshah, su autobús paró en un lugar muy especial. Nos referimos a un centro turístico, lleno de alfarerías cuyos objetos de cerámica varían de pequeños a grandes, en diferentes diseños y colores, colocados en bandejas muy grandes, lo que atrae la mirada de cualquier amante del arte hacia tantos colores, esmaltes, diseños y delicadez. Sería una gran pérdida de oportunidad si no incluyes en tu recorrido por la provincia de Hamedán también a la ciudad de Lalejin, que es sólo un botón de muestra.
 
 
 
Probablemente todo el mundo sabe que Lalejin es el centro de la cerámica persa y quizás sea mucho más conocida en países extranjeros que en el interior del propio Irán. Esta localidad ocupa el primer lugar en lo que se refiere a la exportación de la cerámica entre las otras ciudades del país. Al entrar en la ciudad, en una gran plaza ves la estatua de un alfarero que simboliza al pueblo alfarero de esta zona; está de pie en una roca con una vasija de cerámica en la mano. También hay varios bonitos objetos de cerámica azules, uno de los cuales es un gran tarro con boca estrecha que destaca al lado de la estatua, lo que ofrece una vista interesante para fotografiar.
 
La celebración de la globalización de Lalejin como la ciudad mundial de la cerámica se llevó a cabo en esta localidad el 22 de agosto de 2016. A principios de ese año, un equipo del Consejo Mundial de la Artesanía (WCC, por sus siglas en inglés) viajó allá para visitar sus talleres y comercios y registrar esa ciudad como la Capital Mundial de la Cerámica.
 
 
De hecho, Lalejin se conoce como el centro de producción de objetos de cerámica en Oriente Medio. El 80% de sus habitantes se dedican a alfarería; producción de artículos de cerámica, y ocupaciones relacionadas, tales como la pintura de artículos de cerámica Y compraventa de productos cerámicos. Lalejin es mundialmente conocido por su calidad y antigüedad, y su producción cerámica se exporta a muchos países del mundo y tiene muchos admiradores en todo el planeta.
 
 
La mayoría de los países árabes quieren artículos de consumo de cerámica y macetas con auténticos estampados islámicos y se llevan como souvenirs todo tipo de platos, cuencos, jarros, candelabros, vasijas de cerámica y macetas. Los artículos de cerámica decorativos se exportan, especialmente a Europa y EE.UU. Cuencos y platos decorativos, grandes macetas con estampados de la antigua Persia y vajillas con dibujos de flores y arbustos tienen muchos admiradores en EE.UU. y Europa.
 
 
Los hornos para cocer cerámica antes eran alimentados con arbustos con espinas que se recolectaban en los alrededores de desiertos, pero más tarde se recurrió a fuel-oil y luego queroseno. Todas las partes de Lalejin están llenas de pequeños y grandes talleres alfareros, que pueden visitar los turistas.
 
 
No estaría mal saber cómo se obtiene la arcilla para el uso de estos talleres. Recogen arcilla requerida de las tierras alrededor de la aldea de Dastjerd y la llevan a sitios especiales de elaboración de barro. Mezclan la arcilla con agua en grandes recipientes y en varias etapas forman el lodo obtenido en gruesos ladrillos de barro y luego lo amasan. Ver el torno de alfarería y ver cómo trabajan los alfareros es muy agradable y deja asombrado a cualquier visitante, aunque sea por unos minutos. Realmente, el modelado a mano de un pedazo de lodo por un maestro, el cual se está acercando a su forma final, nos transmite un extraño sentido de lo que crea el hombre de la tierra.
 
 
Una vez construida su obra, los ceramistas la esmaltan. El esmalte es la misma capa cristalina y transparente que se obtiene de diferentes óxidos metálicos, y cada color tiene su propia composición. Los objetos de cerámica son cocinados y esmaltados en función de su uso. Por ejemplo, un tipo de cuencos llamados “Lanjin” primero los esmaltan y luego los cocinan en el horno. La vasija de barro para preparar el estofado tradicional persa dizí (caldo de carne) la construyen utilizando el ocre rojo y no la esmaltan. Las jarras de agua siempre se construyen sin esmalte, pero esmaltan el interior de contenedores de cérmica tradicionales para guardar vinagre, encurtidos y mermelada.
 
 
Como dijimos, la arcilla de los artículos de cerámica de Lalejin proviene de la bonita aldea de Dastjerd, ubicada a 5 kilómetros de esta ciudad. La gente de este pueblo habla turco azerí igual que los habitantes de Lalejin y se dedica principalmente a agricultura, ganadería y sastrería. Es interesante saber que hay muchos talleres de costura semi-industriales en Dastjerd que han hecho de esta aldea un centro semi-industrial de producción, lo que para una aldea supone un gran y encomiable movimiento. Igualmente, hay otra aldea llamada Dahanjerd, situada a 2 kilómetros de la ciudad de Lalejin, con productos agrícolas importantes y de alto consumo tales como cebada, maíz, patatas, pepinos y uvas. Ver los racimos dorados de uvas en los vastos viñedos es verdaderamente maravilloso.
 
Viajar a la magnífica Lalejin, con sus talleres de objetos de cerámica coloridos y esmaltados, es lo que recomendamos a todos los admiradores del arte persa, y esperamos que viajar a los sitios de producción comercial de Irán anime a todo el mundo a conocer los tesoros artísticos de este país.
 
P/FE/RH