Abr 27, 2020 06:35 UTC

ParsToday-A juicio de los economistas la industria es la fuerza impulsora de la economía y un factor clave en el crecimiento y desarrollo económico. En comparación con otras esferas económicas, la industria tiene más diversificaciones. Este sector crea más valor agregado que otros sectores de la economía y conduce a un empleo sostenible.

El impacto significativo del sector industrial en las variables macroeconómicas, como la producción, el consumo, la inversión, el empleo y las exportaciones, revela su papel clave en el proceso del desarrollo nacional. Las minas, fábricas, edificios y energía figuran entre las principales ramas de la industria. En este episodio del programa semanal "Prosperidad de producción; eje de desarrollo", abordamos brevemente la historia de la industria de Irán. Por favor sígannos.

En Irán, los primeros signos de la industria en su sentido moderno coincidieron con la expansión mundial de la industria de maquinarias. La primera fábrica iraní se dedicó a la hilandería y comenzó a funcionar en 1275 de la hégira solar (1896) en las cercanías de la ciudad de Teherán. El origen de la industria en aquel momento era importado y dependiente. En aquel período, las industrias tuvieron mínima contribución en el producto interno bruto (PIB) del país. Transcurrido el tiempo, se promulgaron muchas leyes para proteger las industrias nacionales, pero, debido a varias crisis, principalmente en el escenario internacional, como las dos guerras mundiales, las industrias recién activadas en el país persa entraron en  recesión. En la segunda mitad de la década de 1320 (1941), con el inicio de los proyectos de construcción civil en Irán, poco a poco se fue incrementando la participación de las industrias mineras en la economía del país. Con la nacionalización de la industria petrolera de Irán, el 29 del mes persa de Esfand de 1329 (el 20 de marzo de 1951), comenzó una nueva fase en el desarrollo industrial del país. Empezaron las inversiones en la infraestructura, la industria petrolera, la industria del ensamblaje y la industria ligera, y una década después, es decir la década 40 de hégira solar (1960), se enfocaron en la industrialización del país como una herramienta clave para el desarrollo económico. Desafortunadamente, por varias razones, especialmente el aumento excesivo de los ingresos del petróleo, se desviaron los objetivos de los programas de desarrollo industrial del país. Así que a pesar de la formación de las industrias básicas hasta final de la época Pahlavi, 1357(1979), Irán no era un país industrial y ni siquiera estaba en camino de serlo. Podemos describir la economía iraní de aquel entonces a través de las palabras de los actuales enemigos de la nación iraní, que tratan de restaurar la situación del país antes de la victoria de la Revolución Islámica mediante la imposición de sanciones económicas y la máxima presión.  La ex secretaria del Estado de EE.UU. Hillary Clinton, en su libro de memorias “Decisiones Difíciles” ( Hard Choices), escribe:  “Estábamos buscando el mandato de un gobierno en Irán que venda petróleo e importe bienes”.

Tras la victoria de la Revolución Islámica, la industria de Irán se extendió y no se ha limitado a un número de industrias relacionadas. Hasta antes de la revolución, mayormente se establecieron y explotaron en Irán pocas industrias por expertos extranjeros. Sin embargo, desde el comienzo de la victoria de la revolución, se han formado varias industrias, en diversos sectores, como en petroquímica, aeroespacial, electrónica y electrónica, telecomunicaciones, aleaciones, todo tipo de industrias basadas en el conocimiento y de alta tecnología, entre otras, por la esfuerzos de especialista y expertos nacionales, que han logrado desarrollos y éxitos significativos en una variedad de campos. Además, se ha realizado un  proceso de capacitación para el crecimiento de talentos en varios campos industriales del país. De modo que, en el año 2017, el porcentaje de la participación de la industria en el producto interno bruto (PIB) de Irán alcanzó el 40 %.

Entre los trabajos realizados en el campo del crecimiento industrial se encuentra el apoyo y la promoción de las pequeñas y medianas empresas (PYME). Una de las características de las pequeñas industrias es que son flexibles y aceptan fácilmente los cambios en el entorno de producción, crean valor agregado apropiado en el menor tiempo posible y conducen el aumento de la tasa de crecimiento económico. Las pequeñas empresas juegan un papel importante en la creación de empleos y en proporcionar una plataforma adecuada para aumentar la producción y las exportaciones. En el pasado, algunos creían que si la economía progresaba, este modelo de negocio desaparecería, ya que crecerían día a día y eventualmente perderían su independencia. Pero actualmente somos testigos de la persistencia de este modelo y su mayor expansión.

El número de empleados, la tasa de capital, el volumen total de activos, el volumen de ventas y la capacidad de producción son criterios que proporcionan diferentes definiciones para las pequeñas y medianas industrias. Sin embargo, el objetivo de los planificadores económicos y políticos del país persa para apoyar y estimular a estas pequeñas empresas radica en aliviar la pobreza, establecer bienestar público, justicia social y equilibrio regional, así como la independencia económica. Estas industrias ayudan a los países de varias maneras, como en el emprendimiento, la innovación, el dinamismo industrial y la creación de oportunidades del empleo. En Irán, como en muchos otros países, el establecimiento y el respaldo a las pequeñas y medianas empresas se considera una de las prioridades del programa de desarrollo económico del país. Más del 90 % de las unidades de producción en Irán está formado por las pequeñas industrias. Según las estadísticas, estas industrias tienen un porcentaje de participación del  48 % en el empleo del sector industrial, así que más de un millón de personas está trabajando en más de 40 000 unidades industriales en el país.

La importancia de las pequeñas y medianas industrias en la economía iraní comenzó con la formación de la Organización de Pequeñas Industrias en la década de 1360 (1981). Desde entonces, en la década de los 80 (2001), al enfocarse en la construcción de infraestructura industrial en los parques industriales, el número de polígonos y zonas industriales se ha cuadriplicado en comparación con el de antes de la revolución, es decir ha alcanzado 960 centros en todo el territorio iraní. De hecho, las leyes de apoyo y los incentivos para el establecimiento de unidades industriales alientan a los inversores a participar y lanzar actividades económicas en estas zonas.

La Organización de Pequeñas Industrias y Parques Industriales de Irán (Iran Small Industries and Industrial Parks Org.) busca utilizar las capacidades creadas a la luz de los desarrollos regionales y mundiales. En este sentido, dicha organización trata de aumentar su presencia en la economía del país mediante la creación de una plataforma adecuada para la inversión privada nacional y extranjera en el complejo de polígonos industriales. La creación de clúster (grupos) empresariales se considera otra actividad de la Organización de Pequeñas Industrias; en general, los clústeres incluyen una gran cantidad de unidades económicas pequeñas y medianas. El término clúster se refiere a una colección de unidades de negocios que tienen cuatro características: "centralización geográfica", "una orientación industrial común", "relaciones de cooperación" y "desafíos y oportunidades comunes". En Irán se están desarrollando, estudiando la viabilidad o trabajando más de 400 grupos industriales.

Entre los clústeres industriales exitosos en Irán, podemos nombrar al clúster de Loza y Cerámica de Laleyin, en la provincia de Hamadán (oeste). Este conglomerado industrial,  como uno de los proyectos nacionales de desarrollo de clústeres, está ubicado en el corazón de la capital de la cerámica de Irán, es decir la ciudad de Laleyin, en  Hamedán. La loza de Laleyin tiene 700 años de historia y es por eso que esta ciudad es conocida como la capital de la cerámica iraní. Laleyin posee 700 talleres grandes y pequeños que producen cerámica y lozas. Los productos están hechos por 2500 artistas de esta ciudad y se venden en más de 200 tiendas. Estos artistas producen más de 37 millones de piezas de cerámica al año. En la ciudad de Laleyin, con una población de 15 000 habitantes, la mayoría de las personas tiene oficios relacionados con la cerámica y obtienen sus  recursos a través de este negocio.

Entre los miembros del clúster de Loza y Cerámica de Laleyin de Hamedán, podemos mencionar a los principales fabricantes de cerámica decorativa y productores de loza, fabricantes de cocinas o de artículos sanitarios, unidades de producción de flores, unidades de suministro de pintura y esmaltes, unidades de fabricación de maquinaria, equipos y piezas relacionadas, las tiendas locales, los exportadores, el centro de capacitación de loza y cerámica, la Unión de Productores y Exportadores de Loza y Cerámica y el Parque Industrial de Laleyin.

La producción de todo tipo de platos de cocina, decorativos y artísticos, todo tipo de estatuas, productos de cerámica esmaltada, pintadas o no, cerámica combinada con cuero, madera, tela, flores, etc. figuran entre las obras de los  ceramistas de Laleyin. La cerámica de Laleyin se convirtió en elemento de exportación en 1387 (2008) y, desde entonces, se vende al exterior tres categorías de productos: decorativos, de consumo y sanitarios.

P/FSH/NL