Ramadán en la Literatura persa 6
(last modified Fri, 31 May 2019 19:30:00 GMT )
May 31, 2019 19:30 UTC

ParsToday-En el nombre de Dios todopoderoso. Estimados amigos de la Voz Exterior de RII., estamos a su servicio para presentarles otro capítulo del programa Ramadán en la Literatura persa. Esperamos que sea de su agrado e interés.

El ser humano es una criatura compuesta por el cuerpo y el alma. De la misma manera que el cuerpo tiene algunas necesidades y deseos, el alma, también, cuenta con sus propios deseos y necesidades.

El ser humano es una criatura débil en cuanto a su poder corporal; sin embargo, en cuanto a sus cualidades espirituales es altamente capacitado para abrazar la eternidad. Con sus miles de tentaciones, deseos, sentimientos, emociones, imaginaciones y pensamientos, el ser humano es como un pequeño repertorio del Universo.

Los poetas persas de los siglos anteriores al tener en cuenta este asunto, componían poesías místicas para elevar el nivel espiritual del ser humano.

Uno de estos poetas es Shams al-Din Mohammad Shirazi, bien conocido como Hafez  nació en Shiraz, en el sur de Irán en el año 1315 y falleció en la misma ciudad.

Su padre murió cuando él era pequeño. Después, pese a todas las dificultades económicas su madre logró darle una buena educación. Aprendió de memoria el Corán, razón por la cual recibe el nombre de Hafez, que significa “el que preserva y memoriza el libro sagrado”. Trabajó como copista y más tarde fue profesor de estudios coránicos en la Universidad de Shiraz.

Hafez es sin duda el poeta persa más popular entre la gente común de su país. No hay hogar en el que no se encuentre su Diván, es decir la compilación de sus poemas, puesto que ha adquirido un lugar muy especial entre los iraníes.

En la poesía de Hafez, se encuentran muchos símbolos que generalmente son de la naturaleza. Por ejemplo en una poesía suya leemos:

No te aflijas: una vez más la vida reinará en el jardín en que suspiras

y verás muy pronto, ¡oh, canto de la noche!,

Una cortina de rosas sobre tu frente.

No te aflijas si no comprendes el misterio de la vida.

¡Tanta alegría se oculta tras el velo!

Hafez sabía bien que el mes de Ramadán, es la ascensión del ser humano. Él a través de sus poesías expresa que este mes abre los ojos a la verdad del universo y el ser humano a través de realizar ayuno puede aproximarse a su verdadero amado que es Dios, y así, sentirá el dulce aroma del conocimiento y la verdad.

Por otro lado cada vez que el poeta persa se refiere a la realización del ayuno, crítica la hipocresía entre los musulmanes en el mes de Ramadán. En su opinión un buen musulmán no tiene que detenerse en la superficie de la religión, sino es su obligación prestar atención a los profundos conceptos de la religión y sus rituales.

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