Feb 22, 2021 04:48 UTC

Pars Today-El hijo de Ali ibn Musa al-Reza (P), el Imam Mohamad Taqi (P), nació el 10 de Rayab de 195 de la hégira lunar en Medina. Felicitamos el nacimiento de este gran sublime a todos ustedes estimados oyentes.

El padre de Mohamad Taqi fue el Hazrat Reza y su madre se llamaba Sabique, pero el Imam Reza la llamaba Khaizaran y siempre se refería a ella como una mujer querida y virtuosa. El nacimiento de Mohamad Taqi, también conocido como Yavad, fue una bendición para los chiíes y esto siempre se lo recordaba el Imam Reza a su hijo y lo sabían muy bien los chiíes. La hermana del Imam Yavad, Hakime Khatoon, cita: “Un día, mi padre me llamó y dijo: ‘¡Hakime! esta noche nace el niño bendito de Khaizaran, debes estar presente en el momento de su nacimiento’. Me quedé allí. Aquella noche después del nacimiento de Yavad, cuando el Imam Reza entró, le dimos el niño que estaba envuelta en un lienzo limpio. Estaban muy felices y abrazaron al bebé. El Imam Reza me dijo que no me aleje de la cuna y cuide al pequeño con amor”.

 

 

El nacimiento del Imam Yavad ocurrió en un momento en que se había intensificado la propaganda contra el Hazrat Reza. Por otro lado, el Hazrat Reza no había tenido un hijo hasta los cuarenta y siete años, y los chiíes creían que los imames después del Profeta eran doce, nueve de ellos de la generación del Imam Husein (Pl), y no tener un hijo a esa edad, enfrentaría al Imamato a serias dudas. El nacimiento del Hazrat Yavad eliminó la trampa de los enemigos y lo sacó de la ansiedad, así que siempre lo consideró una enorme bendición.    

 

 

En el Corán y las tradiciones religiosas, la caridad se conoce como la concesión de riqueza o cualquier otro bien a los pobres necesarios en el camino de Dios. Basta ver que la caridad se menciona en el Corán para entender su importancia y valor en el Islam, además, siempre está junto a la oración. Mohammad Taqi es un ejemplo claro del Corán. Él tenía características cercanas a la perfección. Uno de sus apodos es Yavad, que significa generoso porque era, sin duda, el modelo más digno de la caridad y la ayuda de los oprimidos de la comunidad. Él nunca ignoró las privaciones de la gente y, en la medida posible, ayudó a las personas débiles y sin medios. Uno de los historiadores escribe al respecto: “El Imam Yavad cada año dividía mil dírhams entre la gente de Medina y, por esta razón, se le dio el apodo de Javad (generoso)”.

 

 

El Imam Yavad (P) solo vivió 25 años, pero en este corto tiempo su grandeza científica y atracción espiritual fue tal que se ganó la admiración de muchos sabios, incluso de otras religiones. Felicitamos el aniversario del nacimiento del Imam Yavad a todos ustedes estimados oyentes y aprovechamos este día para exponer algunos puntos de la grandeza espiritual y la personalidad de este Hazrat en la forma de historias sobre su vida.

 

 

Una característica única del Imam Yavad fue que asumió el Imamato a una edad muy temprana, a los nueve años. Aquel Hazrat, pese a su corta edad, destacó por su conocimiento, su palabra elocuente y virtudes morales. El Imam Yavad sobresalió en inteligencia, que brillaba cuando mostraba su capacidad para realizar análisis sobre asuntos científicos y religiosos.

A veces, algunas personas para examinar al Imam Yavad le hacían preguntas difíciles sobre cuestiones científicas y religiosas. Aquel Hazrat, con dominio pleno del asunto, respondía a todas preguntas. Según las narraciones, un día, 80 jurisprudentes de Bagdad y de otras ciudades, que habían viajado a la Medina en peregrinación, realizaron una visita al Imam Yavad. Ellos hicieron muchas preguntas y plantearon diferentes asuntos al Imam, quien respondió todo satisfactoriamente.

 

 

De acuerdo con el Imam Yavad, los seres humanos con tres características agradables pueden llegar a satisfacer a Dios. Primero, pedir perdón; segundo, ser tolerante, y tercero, dar abundante limosna. Cierto día, una persona escribió al Imam Yavad una carta para pedirle que rezara por ella y le dijera cómo podía enfrentarse con su padre que era un hombre impaciente y oponente a la familia del profeta. Aquel bendito Hazrat, en respuesta a la misiva, escribió: “Rezo por ti y quiero que trates bien a tu padre y no le molestes”. A continuación, le dijo: “Sé paciente porque después de cada dificultad hay una facilidad y recuerda que la victoria es de los piadosos”. Aquel hombre actuó de acuerdo a la recomendación del Imam y no pasó mucho tiempo para que el buen comportamiento del hijo hiciera que su padre se convirtiera en uno de los seguidores de la familia del Profeta.

 

 

Desde el punto de vista del Imam Yavad, servir al pueblo, causa el descenso de la misericordia divina y, por el contrario, si un hombre ignora a su prójimo, es posible que pierda las bendiciones divinas. Por eso, aquel Hazrat dijo que “algunas de las bendiciones de Dios no serán reveladas, a menos que aumenten las necesidades del pueblo”. Si las personas no se esfuerzan por suministrar las necesidades y no soportan las dificultades, ponen en riesgo las bendiciones divinas que han alcanzado.

 

Uno de los fieles de la familia del Profeta del Islam, que vivió en Irán, en una memoria sobre el Imam Yavad, escribió: “Durante mi viaje de peregrinación, fui a visitar al Imam y le conté mi problema. Le dije que el gobierno me exigía el pago de muchos impuestos y no era capaz de pagarlos. Entonces, le pedí que escribiera una carta al gobernador de Sistan en Irán y que le recomendara ser tolerante con su pueblo. El Imam me respondió que no lo conocía. Seguidamente, le explique que el gobernador era uno de sus fieles y que, de hecho, su consejo le sería muy útil. El Imam Yavad, en una carta dirigida al gobernador iraní, escribió: “En el nombre de Dios, saludos a ti y a los creyentes meritorios de Dios. Gobernador de Sistan: El poder y el mandato es un depósito que tu Señor te dispuso para que sirvas a sus creyentes. Con este poder y con esta capacidad debes ayudar a tus hermanos en la fe. Lo único que quiero de ti, es que seas bondadoso con la gente. Ten en cuenta que el juicio de Dios contemplará todo tu trabajo y ninguna de tus obras quedará oculta”. El hombre, en su memoria, continuó: “Tomé la carta y regresé a mi país. Había llegado antes que yo la noticia de la carta del Imam al gobernador de Sistan, que era uno de los seguidores del Imam Yavad. Entonces, a mi llegada, el mismo gobernador salió a mi encuentro y, tras darme la bienvenida, me dijo que había ido a recibirme para que le entregara la carta. Tras leerla, me preguntó sobre mi trabajo y desde aquel entonces se comportó con justicia no solo conmigo, sino con todo el mundo”.

 

 

El Imam Yavad fue el refugio de los necesitados y los pobres. Su generosidad era tal que el título Yavad se refiere a esta destacada característica. La popularidad de aquel Hazrat fue tanta que cuando alguien pronunciaba su nombre las almas se llenaban de entusiasmo. El Imam Yavad seguía de cerca y con una mirada especial la situación de sus amigos y de otras personas, especialmente cuando estuvo en Medina. 

Las narraciones, las cartas y los documentos históricos concernientes al Imam Yavad, así como su reacción ante el dominio del gobierno abasí, reflejan el hecho de que aquel Hazrat estuvo a la cabeza de la oposición política y religiosa contra el gobierno abasí y la activó, con mucho cuidado y en su mayoría de manera secreta, en todas las ciudades islámicas. La vida corta del Imam y su martirio son signos del temor de los califas abasíes ante la presencia influyente del Imam Yavad entre el pueblo.

Con una oración del Imam Yavad, el más generoso, acabamos el programa de hoy: “Los pecadores que insisten en cometer pecados, creen que están lejos del castigo de Dios. Quienes piensan así son perdedores”.