May 13, 2020 04:52 UTC

ParsToday-Saludos queridos oyentes y amantes fieles de Dios, el Misericordioso; estamos a su servicio con este programa preparado con motivo de las Noches de Destino del mes de Ramadán.

La Noche del Destino (Laylat al-Qadr) es una noche en la que millones de los fieles rezan de todo corazón y lloran para que el Señor de los mundos tenga misericordia con sus siervos, ya que Él es el Compasivo, el Misericordioso. La Noche del Destino es una noche en la que se desatan los nudos de los problemas, los desviados del camino de Dios encuentran su camino, se escriben y se establecen de nuevo los destinos y se designa el destino del hombre para el año siguiente. En esa noche, todos son invitados de los habitantes del cielo y, en esta noche, el cielo alcanza su distancia más cercana a la tierra. ¡Qué bueno es que nuestro corazón se inunde con el brillo del cielo, de tal forma que nos libre del cautiverio de Satanás. La Noche del Destino es una noche en la que los musulmanes con corazones despiertos conocen su valor, aunque los inconscientes están de privados de entenderlo.
 
Dios Todopoderoso, el Más Misericordioso,  tiene tanta misericordia que no es comparable a ninguna misericordia ni bendición. Él ha bendecido a la Umma (comunidad) islámica y ha elegido la Noche del Destino como la noche del perdón y el arrepentimiento. Los interpretadores del sagrado Corán, considerando la 97ª sura del sagrado Corán denominada El destino (Al-Qadr), observan dos significados para el término Qadr. Algunos creen que Qadr significa honor, dignidad y grandeza, de acuerdo con lo cual la Noche de Qadr tiene un honor y grandeza especiales, y por esta razón, esta noche también se llama Noche de Honor. Y otros, basándose en las narraciones sobre las características de la Noche del Destino, han dicho que Qadr significa destino, evaluación y edición, así como perspicacia de la predestinación y, conforme a esta perspicacia de los asuntos de la gente, se designa en esta noche en la que los seres humanos, mediante el rezo y la súplica a Dios, pueden pedir cambios en su destino.
 
 Dios, el más Grande, en la sura La Vaca, aleya 185 dice:
 
شَهْرُ رَمَضانَ الَّذِی أُنْزِلَ فِیهِ الْقُرْآنُ
 
Es el mes de Ramadán, en que fue revelado el Corán. 
 
Además en la primera aleya de la sura Al-Qadr dice:
 
«إِنّا أَنْزَلْناهُ فِی لَیلَةِ الْقَدْرِ»
 
Lo hemos revelado en la noche del Destino.
 
Así es muy obvio que el Corán fue revelado en una noche de Ramadán. Sin embargo no está claro en cuál noche de Ramadán ocurrió esta revelación. Según algunas narraciones, las noches 19, 21 y el 23 del mes de Ramadán se consideran las Noches del Destino, pero unas señalan la noche 23 como la más importante. Además, algunas narraciones consideran la noche del día 27 de Ramadán como una de las noches de Qadr y, por esta razón, se recomienda realizar acciones especiales y prestar atención a la presencia de Dios en todas estas cuatro noches.
 
En la Noche del Destino, Dios, a través de los ángeles determinan el destino de cada ser humano para el año venidero, según los méritos y competencias de las personas y el grado de fe, piedad, buenas intenciones y acciones que tenga, por tanto, uno de los actos recomendados en esta noche es realizar la “Ehya”, que significa permanecer despierto desde la puesta del sol hasta el alba. Observar la vigilia en esta noche es para alejar el corazón y el alma de la negligencia, lo que permite al hombre dar pasos en la senda de la felicidad y la salvación con prudencia e inteligencia. Desde luego, meditar en esta noche otorga un empuje hacia el futuro y aleja al hombre del desgano y la inmovilidad. Hay muchos temas que merecen una profunda reflexión. Esta noche también es conocida como la Noche de Ehya.
 
Acerca de las tres noches 19, 21 y 23, como las Noches del Destino, llamamos su atención a una narración que resalta la necesidad de  Ehya, es decir la atención, la oración y la súplica en estas tres noches importantes y cruciales. De acuerdo con esta narración, en la noche del 19 de Ramadán se hacen los preparativos para un año, así, se abre el libro y se inicia la escritura del destino o mejor dicho se determina la alimentación, los ingresos y el sustento de las personas. En la noche del 21 de Ramadán, se definen y se enfatizan lo designado en la noche 19, y en la noche del 23 de Ramadán se da la aprobación final, con la firma de Dios. Así las tres noches se califican como las Noches del Destino sin embargo, se ha programado de tal forma que los fieles pueden emprender estas etapas y alcanzar las virtudes de la Noche del Destino.  El Señor ha ocultado la fecha exacta de la Noche del Destino para que lo adoren fervientemente durante todo el mes de Ramadán y los devotos puedan recibir toda la gracia, la misericordia y la recompensa divinas.
 
Uno de los actos recomendables de las Noches del Destino es colocarse el Corán sobre la cabeza. Los creyentes ayunantes , durante el mes de Ramadán, que es el mes de Dios, y, en la mezquita, que es la casa de Dios, abren y recitan el sagrado Corán y luego se colocan el libro de Dios sobre la cabeza , pues lo consideran un intermediario para solicitar sus peticiones a Alá. Reflexionan sobre el contenido del Corán, se refugian en él y hacen un pacto con él, de modo que al usar el  conocimiento esclarecedor de este libro sagrado, todos los aspectos de sus vidas se iluminan y alcanzan grados privilegiados. Otro buen acto en estas noches es hacer la salat (oración) de cien ciclos (rakat). Es por eso que el Imam Sadeq (P) aconseja realizar una oración de 100 rakat en cada una de las Noches del Decreto; de hecho, él mismo rezaba y se mantenía en oración recordando a Dios desde la puesta del sol hasta el alba. Otra práctica muy recomendada en las Noches de Qadr es recitar la súplica de Yaushan al-Kabir (La Gran Armadura), una oración bendecida que contiene 1000 nombres divinos. El ser humano, al pronunciar cada uno de esos nombres benditos, se da cuenta de su pobreza e incapacidad ante  el único creador del mundo.
 
 La noche 19 del mes sagrado del Ramadán también coincide con la noche que el Imam Ali (P), el primer Imam de los musulmanes chiíes, recibió un golpe que lo martirizó. Ibn Mulyam Moradi propinó un golpe con su espada envenenada en la cabeza bendita del Imam Ali, mientras este estaba prosternado dirigiendo la oración en la mezquita de Kufa.  Sobre la fe y la creencia firmes de este gran Imam, basta recordarles esta narración. Un día, el Profeta del Islam (P) estaba explicando la virtud y la superioridad del mes sagrado del Ramadán, en ese momento, Ali se levantó y  le preguntó: “¡Oh Mensajero de Dios! ¿Cuáles son los mejores actos de este mes?”. Él respondió: “La piedad y la abstinencia de lo prohibido por Dios (Haram)”. Luego el Profeta se puso a llorar. El Imam le preguntó la razón su llanto y el Santo Profeta  le respondió: “¡Oh Ali! Mi llanto se debe a la profanación y la opresión que recibirás en este mes. Es como si te veo realizando la salat, y el más odiable  hombre, desde el pasado hasta el futuro, el hermano del asesino de  camellos de la tribu Thamud (Zamūd),  se te acerca y te propina un golpe sobre tu bendita cabeza, la sangre correrá sobre el altar de adoración desde tu cabeza tiñendo tu bendita barba. El Imam le preguntó: “¿Es segura mi fe en ese momento?”. El Mensajero de Dios le contestó: “Sí, tu fe también es segura en aquel momento”.
 
La Noche del Destino es una oportunidad excepcional para acercarse a Dios y beneficiarse de sus favores y bendiciones. ¡Oh Dios!, nuestros están como un desierto seco y agrietado. Haz que fluya la corriente de tu misericordia y bondad sobre nuestros corazones y los llene con la luz de la fe y la certeza, para que podamos estar ante tu Majestad con una fe firme y una religión sólida, libre de cualquier politeísmo e inmundicia mundana.
 
P/FSH/NL

 

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