Violación de los derechos humanos en Arabia Saudí
A pesar de los esfuerzos internacionales y la adopción de instrumentos internacionales sobre los derechos de la mujer, la violación de los derechos de este género sigue siendo fuerte y sistemática. De hecho, se puede asegurar que uno de los registros más oscuro de la violación de los derechos de la mujer está relacionado con Arabia Saudí.
A lo largo de la historia, las mujeres han sufrido mucha opresión y han sido privadas de muchas de sus libertades y derechos elementales. Esta situación ha abonado el terreno para la aparición de movimientos defensores de las mujeres en todo del mundo. A principios del siglo X XI y como resultado de grandes esfuerzos de los movimientos de mujeres y numerosas actividades en apoyo a este colectivo, la reivindicación de los derechos de las mujeres encontró una extensión considerable. Desde 1945, el año que finalizó la segunda guerra mundial y se estableció la Organización de las Naciones Unidas, cuyo deber es proteger la paz y seguridad internacional y garantizar los derechos humanos incluida la situación de la mujer, se han emitido más de 20 documentos legales de carácter internacional en los que se abordan y reflejan los problemas particulares en relación con la situación de la mujer. En este sentido, la Convención de 1979 sobre la eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer se considera uno de los más grandes esfuerzos para mejorar la situación de las mujeres en el mundo.
A pesar de los esfuerzos internacionales y la adopción de instrumentos internacionales sobre los derechos de la mujer, la violación de los derechos de este género sigue siendo fuerte y sistemática. De hecho, se puede asegurar que uno de los registros más oscuro de la violación de los derechos de la mujer está relacionado con Arabia Saudí.
Hasta fines del año 2004, las mujeres saudíes carecían de documento de identidad independiente y su nombre estaba incluido en el documento de identidad de su padre. Desde ese año, ellas han accedido a un documento de identidad independiente, sin embargo, algunos ulemas de Arabia Saudí, como Abdulaziz Alshaij, bajo el pretexto de que es ilícito mostrar la cara de las mujeres en fotografías, declararon su oposición a que las mujeres posean su propio documento de identidad.
Las mujeres saudíes todavía no tienen pleno derecho de voto. El gobierno de Arabia Saudí había prohibido el voto femenino en todo tipo de elecciones para elegir a las autoridades del país. Los clérigos saudíes aprobaron la decisión del gobierno pues consideran que el acceso de las mujeres a las urnas es causa de corrupción y contrario a su castidad. Sin embargo, en los recientes meses, el rey saudí otorgó el derecho a las mujeres a participar en elecciones de consejos pero con muchas limitaciones.
La educación de las niñas saudíes también se enfrenta a restricciones. Aunque Arabia Saudí no ha prohibido a las mujeres el acceso a la educación y proporciona educación gratuita para ellas, la presencia de jóvenes en los institutos y escuelas es muy restringida. Según las estadísticas oficiales del gobierno saudí, el 55 por ciento de los estudiantes de educación primaria, el 79 por ciento de los estudiantes secundarios y el 81 por ciento de los estudiantes universitarios son varones. El enfoque tradicional en Arabia Saudí ha llevado a muchas niñas a abandonar la escuela a una edad temprana. Además está prohibida la educación de las mujeres en todos los campos de la ingeniería y el derecho.
Considerando la discriminación en las posibilidades educativas de las niñas y mujeres en Arabia Saudí, hoy en muchas universidades y facultades de este país se utilizan sistemas educativos a distancias (a través de Internet) para educar a las mujeres.
La violencia doméstica es uno de los problemas serios de las mujeres saudíes. Las mujeres golpeadas por los hombres no disfrutan de ningún apoyo. Samar Badavi, después de separarse de su primer esposo, regresó a casa de su padre con su hijo. Su padre la golpeó fuertemente y Samar finalmente en marzo 2008 escapó a una casa de refugio de mujeres en Jade. Su padre la acusó de "desobediencia" ante una corte, pero el caso no se tramitó. Nuevamente se quejó en el año 2009, pero Samar ignorando la citación del tribunal evitó su arresto. El abogado y activista pro derechos humanos Waleed Abu al Khair se hizo cargo de la defensa de Samar. Ella se iba a casar de nuevo, pero su padre, como su tutor, se lo impidió. Samar presentó una queja ante un tribunal en la que pide que quiten el derecho de tutoría a su padre. En respuesta a este reclamo, otra queja por desobediencia fue interpuesta en la corte. La demanda llevó a la detención y encarcelamiento de Samar sin juicio. Por último, al no haber pruebas, Samar fue liberada en octubre de 2010. Esta liberación fue fruto de una campaña internacional promovida por defensores de los derechos humanos en Arabia Saudí y otros países para que la opinión pública se dé cuenta de la situación de las mujeres saudíes. Los regímenes fanáticos en Arabia Saudí prohíben que las mujeres casadas trabajen o viajen sin la compañía de un tutor masculino. Badavi es la primera mujer en Arabia Saudí que presentó un dossier histórico, es decir, denunció a su padre por abuso al sistema de tutoría.
Las mujeres saudíes no tienen derecho a viajar sin la compañía de un familiar. Los estudiosos Hanbali, consideran ilícito que una mujer viaje sola. En Arabia Saudí, la legislación se aplica meticulosamente y a las mujeres que no obedecen no les permiten salir de casa. Esta ley se aplica a los viajes dentro y fuera del país.
La entrada de las mujeres sin un miembro de su familia masculino también está prohibida en muchos lugares públicos en Arabia Saudí, incluidos los bancos, los restaurantes y tiendas. Los restaurantes, en general, cuentan con dos ambientes separados uno para los solteros y el otro para las familias. La parte familiar de los restaurantes también se divide en pequeños puestos donde las mujeres pueden comer sin máscaras (negab) pero sin la presencia de un hombre ilícito según la religión (na mahram). La participación de las mujeres es muy escasa en la sociedad en general e incluso en las mezquitas ya que las mujeres saudíes que salen de su casa deben ir acompañadas de un familiar, de lo contrario, se enfrenta a la policía que vela por la moral.
Aunque en Arabia saudí, no está prohibido el trabajo de las mujeres, existen muchas condiciones y limitaciones. Entre ellas, las mujeres, antes de trabajar, necesitan un permiso del Ministerio de Asuntos Islámicos. Esta dependencia gubernamental ha estipulado muchas normas que limitan el empleo de las mujeres. El empleo de las mujeres depende de cinco condiciones: las mujeres deben trabajar para ganar dinero y solventar sus necesidades. Si la solicitante de empleo no puede demostrar que necesita el dinero para ganarse la vida, el Ministerio de Asuntos Islámicos puede impedirle hacer ejercicio o ignorar su demanda. El trabajo de mujeres debe ser en un lugar solo donde se encuentren mujeres e incluso no tienen acceso los familiares varones acompañantes. Sobre esta base, las mujeres pueden trabajar en las escuelas de niñas, talleres, costura, enfermería y similares.
La prohibición a las mujeres en puestos de poder político es otro efectos sociales de la discriminación contra las mujeres. El empleo de las mujeres en muchos cargos ejecutivos está prohibido, como ministerios, organismos y el poder judicial. De hecho no existen jueces mujeres en Arabia Saudí.
Las mujeres, pese a contar con la cualificación educativa adecuada, no pueden trabajar en las actividades económicas. El nivel de empleo de las mujeres en Arabia Saudí, durante los últimos años, se ha mantenido estable y no ha tenido un crecimiento considerable. Por lo que sólo el cinco por ciento de las mujeres saudíes educadas forman parte de la fuerza laboral del país. La tasa de empleo de las mujeres saudíes es más baja a nivel mundial.
Las mujeres de Arabia Saudí tienen prohibido conducir. La Comisión Suprema de Arabia Saudí, en 1990, emitió una fatwa en la que declara ilícito que las mujeres conduzcan y, desde aquel entonces hasta ahora, a pesar de algunos esfuerzos para eliminar esa prohibición, debido a la oposición de los autoridades religiosas de este país, no se ha logrado progresos al respecto. El 24 de agosto de 2006 también fue rechazado el plan de un parlamentario saudí sobre el derecho de conducir de las mujeres en este país. Asimismo, las autoridades de Riad han insistido en negar el derecho a conducir de las mujeres alegando que crea corrupción y daña la castidad general. Los funcionarios saudíes también arguyeron que, como las mujeres usan burka, esta vestimenta dificulta a la hora de manejar lo que puede producir accidentes.
La primera mujer que ha conducido en Arabia Saudí, Menal Shariff, solo estuvo detrás del volante 8 minutos en la ciudad de Jade. El video de sus escasos minutos de conducción, los primeros días de su publicación, atrajo a más de medio millón de espectadores. Unos días más tarde, ella fue arrestada y detenida por la policía religiosa.