Trump presenta el “Acuerdo del Siglo”; los objetivos y reacciones

Entre dichos pasos destacan: el reconocimiento de Al Quds (Jerusalén) como la capital del régimen sionista; el reconocimiento de la anexión del Golán ocupado a Israel; el corte de la ayuda financiera a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA); la expulsión del embajador palestino de Washington; la retirada de EE.UU. de la UNESCO y del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en apoyo al régimen sionista, y finalmente dar luz verde a la anexión de partes de Cisjordania a Israel. Sin embargo, el anuncio y la presentación del llamado Acuerdo del Siglo supone un punto de inflexión en el proceso del apoyo integral de la Administración Trump al régimen sionista.

 

 

 

Los objetivos del Gobierno de Trump en presentar dicha iniciativa incluyen: zanjar el conflicto palestino-israelí de cara a garantizar los intereses de los sionistas, ofreciéndoles un servicio inédito; convencer a los palestinos de que acepten un "micro-estado" en una muy pequeña parte de Palestina a cambio de recibir una ayuda de 50 mil millones de dólares; alegar un logro importantísimo en la política exterior en el año de las elecciones presidenciales de EE. UU. atrayendo así, los votos de los judíos de este país y el parabién de los grupos de cabildeo sionistas, especialmente el Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos - Israel (AIPAC, siglas en inglés); abonar el terreno  para normalizar las relaciones entre Israel y los países árabes, sobre todo los aliados de Washington tales como los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Omán y Arabia Saudí y, por fin, infligir una “gran derrota” al Eje de la Resistencia en la región de Asia Occidental afirmando que ya ha desaparecido su filosofía existencial, es decir la cuestión palestina.

 

Durante los últimos dos años, la Administración Trump ha ido promoviendo seriamente el llamado Acuerdo del Siglo y ha estado buscando anunciarlo e implementarlo. Jared Kushner, yerno y asesor de Trump, ha sido el encargado de hacer consultas, elaborar el plan en mención y hacer los preparativos para anunciar su puesta en marcha. En este sentido, la Conferencia de Manama se celebró los pasados 25 y 26 de junio con la finalidad de activar la parte económica del Acuerdo del Siglo. Pero dicho evento, boicoteado por todos los grupos palestinos, incluida la Autoridad Nacional Palestina (ANP), fue todo un fracaso

 

En la citada Conferencia de Manama, Kushner afirmó que 28 mil millones de dólares los 50 mil millones de dólares destinados al "Acuerdo del Siglo" se invertirían en Cisjordania y la Franja de Gaza, y que estos fondos no se invertirían hasta que los líderes palestinos no cambien su posición.

 

De hecho, Kushner trató de incentivar de alguna manera a los líderes palestinos con la promesa de darles fondos. Pero la postura unida de los mismos ante dicho plan llevó a la Administración Trump a dar una clara marcha atrás en su plan de paz. Kushner dijo que, pese a la ofensiva sin precedentes de las autoridades palestinas contra EE.UU., las puertas de la Casa Blanca seguían abiertas a los palestinos y sus líderes. Tras el fracaso de la Conferencia de Manama, Kushner y su equipo emprendieron una gira por Asia Occidental y el norte de África para recabar el apoyo político de los aliados árabes al Acuerdo del Siglo.

 

Después de muchos altibajos, finalmente Trump, flaqueado por el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, presentó el 28 de enero desde la Casa Blanca el llamado Acuerdo del Siglo describiéndolo como un paso hacia la paz para Israel y afirmando que contribuiría a contrarrestar el "extremismo". El presidente norteamericano, refiriéndose a su recorrido por la región, afirmó que se puso triste al ver las condiciones de vida de los palestinos, pero no mencionó a Israel como responsable del calvario palestino.

 

Al explicar el contenido del Acuerdo el Siglo, Trump dijo que, con 80 páginas, se trata del plan más detallado presentado hasta ahora para solventar el conflicto palestino. Lo describió como una propuesta "ganar-ganar" alegando que ofrece "soluciones prácticas" para alcanzar una región "más tranquila y más acomodada". También dijo que el futuro de la formación de un Estado palestino depende de que los palestinos rechacen firmemente el terrorismo.

 

A continuación, Trump instó al cese de las actividades del Movimiento de la Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) y de la Yihad Islámica Palestina; el cese de consignas antiisraelíes y la interrupción del pago de indemnizaciones a las familias de los mártires palestinos. Trump dijo que tiene un equipo excelente, cuyos miembros están "enamorados de Israel". Para demostrar su lealtad al régimen sionista, el mandatario estadounidense señaló: "Nunca haremos algo que haga peligrar la seguridad de Israel. La paz requiere hacer concesiones, pero nunca queremos que Israel ignore su seguridad por la paz”. Entre los servicios que ha prestado hasta ahora a Tel Aviv, Trump mencionó el traslado de la embajada de EE. UU. a Al Quds (Jerusalén), el reconocimiento de la soberanía del régimen sionista sobre el Golán ocupado y la salida de Washington del acuerdo nuclear iraní de 2015.

 

Después de Trump, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu pronunció un discurso en el que elogió reiteradas veces el plan de paz propuesto por el inquilino de la Casa Blanca, así como, sus servicios al régimen sionista. Netanyahu afirmó que los llamados planes de paz anteriores nunca establecían el "equilibrio necesario" ni reconocían el dominio israelí sobre el Valle del Jordán. A su juicio, el Acuerdo del Siglo reconoce muchos de los puntos mencionados en la Torá, como parte fija de Israel. Netanyahu calificó a Trump como el mejor amigo que ha tenido Israel hasta ahora en la Casa Blanca, ya que no recurre meramente a la retórica sobre la importancia de la seguridad israelí. Dijo que el plan reconoce una clara frontera oriental para Israel; pide el desarme de HAMAS y la eliminación de armas de Gaza y subraya que el problema de los refugiados palestinos debe resolverse fuera de Israel. El premier israelí agregó que, por esta razón, acepta la propuesta de Trump como una base para las negociaciones y espera que también los palestinos la acepten. Netanyahu describió el llamado Acuerdo del Siglo como un plan de paz extraordinario y agradeció a Trump y a su Gobierno por haberlo elaborado.  También agradeció a Jared Kushner, yerno y asesor de Trump, diciendo que Israel estará por siempre en deuda con él y con Trump.

 

Considerando la proximidad de las elecciones parlamentarias del régimen sionista, el anuncio del Acuerdo del Siglo representa una clara medida a favor de Netanyahu y para ayudarle a obtener más votos. En el marco de su enfoque de intervenir en los asuntos interiores de los aliados de Washington y tras su esfuerzo para influir en las elecciones británicas a favor del actual primer ministro Boris Johnson, Trump ahora está haciendo lo mismo para el derechista Netanyahu, además de querer aprovechar este asunto a su propio favor en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos. El 29 de enero, el periódico israelí Haaretz anticipó en un informe el fracaso del Acuerdo del Siglo y publicó: “Parece ser que la presentación de este plan fue programada de tal manera, que contribuyera a los desafíos políticos y legales del primer ministro Netanyahu y no para lograr la paz en la región”. El medio sionista reconoció que los palestinos no fueron invitados a la presentación de dicho plan y que desde hace dos años ellos no tienen una relación real con el Gobierno de Trump; consecuentemente, esta iniciativa estaba muerta antes de nacer.

 

De hecho, el anuncio de este plan, que es una especie de acuerdo entre Trump y Netanyahu y no reconoce a la parte palestina como los principales propietarios de su tierra, solo sigue objetivos políticos, toda vez que tanto Trump como Netanyahu enfrentan crisis internas y su posición política está sujeta de un serio peligro. El portal noticioso estadounidense Bloomberg publicó el 29 de enero que el Acuerdo del Siglo es un plan para ayudar a Netanyahu y Trump: Trump distrae las atenciones del juicio político en su contra, mientras que Netanyahu enfrenta con varios cargos judiciales en el umbral de los comicios legislativos.

 

Un vistazo al contenido del Acuerdo del Siglo pone de relieve que los derechos de los palestinos y su visto bueno al mismo, es un asunto secundario para Trump y Netanyahu. Un miembro del Movimiento de Solidaridad Mundial contra el Sionismo, Paul Laurdee, calificó el Acuerdo del Siglo como una amenaza peligrosa para la existencia de Palestina diciendo que este proceso, en el siguiente paso, confiscaría las tierras islámicas a favor del régimen ocupador sionista.