EEUU y la postura nuclear de Arabia Saudí (3)
Sep 29, 2020 08:08 UTC
ParsToday-Amigos en la tercera parte de la serie titulada "EEUU y la postura nuclear de Arabia Saudí", seguimos abordando las preocupaciones sobre los esfuerzos de Riad por adquirir un arma nuclear con el apoyo del presidente de EE.UU, Donald Trump. Estimados oyentes, también pueden informarnos sus puntos de vista sobre el programa a través del correo electrónico [email protected] o el número de teléfono +98-21-22162912. También pueden seguirnos en Instagram en la cuenta ParsTodaySpanish.
Elijah Cummings, presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de EE.UU., presentó un informe de 25 páginas que recopilaba información de reuniones de personas cercanas a Trump y lo entregó al Congreso para decidir sobre la transferencia de la tecnología nuclear a Arabia Saudí. El texto dice "Según este informe y algunas noticias preocupantes de personas informadas, llegamos a la conclusión de que algunas personas dentro de la Casa Blanca y el equipo cercano a Trump están transfiriendo rápidamente ciertos equipos sensibles relacionados con la tecnología nuclear a Arabia Saudí". Estas acciones, en realidad, se califican de una violación de las reglas del Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), ya que la transferencia de este equipo sensible de EEUU al reino árabe fue realizada sin la supervisión y aprobación del Congreso. En base a este informe, con el fin de obtener ganancias financieras y comerciales, durante el mandato de Trump, se han tomado varias medidas para transferir infraestructura sensible de la tecnología de energía nuclear a Arabia Saudí. Un tema que podría representar una gran amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos porque no se han considerado suficientes medidas para salvaguardar la seguridad nacional en estos lazos.
Al lado del informe del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de EE.UU., los expertos también han expresado su preocupación por la transferencia de equipos nucleares a Arabia Saudí, ya que posiblemente estos equipos podrían permitir que Arabia Saudí llegue a producir, desarrollar y proliferar armas nucleares, lo que resultaría en la desestabilización de la región de Asia Occidental. La aprobación de la Ley de Medidas Nucleares por parte del Congreso norteamericano significa que ese órgano legislativo debe ejercer una supervisión estricta sobre las exportaciones nucleares de Estados Unidos. Estos equipamientos pueden conducir a la producción de armas nucleares en países como Arabia Saudí. Según el Artículo 123 de la Ley de Medidas Nucleares, Estados Unidos no debe exportar tecnología nuclear a países extranjeros sin la aprobación del Congreso. Esta autorización no debe otorgarse hasta que el Congreso haya determinado que el país de destino está tomando medidas para prevenir la proliferación de tales armas.
Hasta el final del mandato de Trump en 2020, Arabia Saudí planea importar una parte significativa del equipo nuclear que necesita. De hecho, Arabia Saudí espera que Trump ignore la ley sobre la transferencia de equipos nucleares a Riad. La postura de Trump es una campaña de máxima presión sobre Irán y una política de máximo apoyo al reino saudí, cerrando los ojos a las violaciones de derechos humanos en el reino árabe. En este sentido, el papel de Riad, como un aliado regional importante pero dependiente, es importante para el desarrollo de los intereses de Estados Unidos en la región de Asia Occidental. A pesar de las preocupaciones sobre las actividades nucleares encubiertas de Arabia Saudí, incluso presentadas en el Congreso de Estados Unidos, la Administración Trump se ha negado a decirle abiertamente a Riad que Estados Unidos nunca les proporcionará la tecnología que necesita para enriquecer uranio o reprocesar plutonio ni que se esforzará para asegurarse de que otros países tampoco le vendan esta tecnología al país árabe.
La mayoría de personas que están preocupados por el informe del Comité de Supervisión del Congreso sobre la ambigüedad de las actividades nucleares de Arabia Saudí cree que "los funcionarios estadounidenses deberían pedirle a Arabia Saudí que se comunique con el observatorio nuclear de la ONU, es decir la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), para llegar a un acuerdo sobre la posibilidad de realizar inspecciones exhaustivas de sus sitios nucleares principales, en el marco de la condición denominadA "Protocolo adicional". Según el director ejecutivo de la Asociación de Control de Armas, Daryl G. Kimball, "uno de nuestros principales objetivos debería ser oponernos a la difusión de este tipo de tecnología sensible".
Solomon, un analista del Instituto de Washington, en un artículo publicado en 2018, le recomendó a la Administración Trump que usara palancas de presión contra las amenazas de las ambiciones nucleares saudíes para obtener el apoyo de otras potencias nucleares y mantener las restricciones a la proliferación de armas nucleares.
Las oligarquías financieras y los lobbies armamentistas estadounidenses, ignorando los graves abusos de los derechos humanos cometidos por Arabia Saudí, quieren fingir que la influencia de Estados Unidos en el programa nuclear de Arabia Saudí es tan grande que cada vez que el país desee pasar hacia las armas nucleares, Estados Unidos podrá detener el suministro de materias primas para las instalaciones nucleares saudíes y, al hacerlo dependiente de sí mismo, podrá evitar la violación de la proliferación nuclear por parte del país árabe. Además, este tipo de justificaciones las usan Estados Unidos y Gran Bretaña en el momento de vender sus armas avanzadas a Arabia Saudí, alegando que estas no se utilizarán para violar los derechos humanos. Sin embargo, Arabia Saudí comete crímenes internacionales, incluidos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Yemen, utilizando las mismas armas estadounidenses y británicas.
Los crímenes internacionales de Arabia Saudí en Yemen es uno de los serios obstáculos al avance del programa nuclear saudí. Los opositores de Donald Trump en el Congreso y sus rivales en las próximas elecciones presidenciales ven a Arabia Saudí y sus codicias como el punto de seria debilidad, de modo que presionan a Trump y Arabia Saudí, lo que está cambiando el juego a su favor. El problema nuclear de Arabia Saudí se ha convertido en una crisis en las relaciones entre Arabia Saudí y Estados Unidos tras el asesinato del periodista crítico Yamal Jashoggi. El brutal asesinato de Jashoggi, en el consulado saudí en Estambul, Turquía, ha provocado controversias y críticas tanto entre los demócratas como los republicanos, entonces, ya los grupos políticos instan a la Casa Blanca a reconsiderar sus relaciones con Arabia Saudí.
Sin embargo, estudiando los comportamientos de Trump durante estos últimos cuatro años, se revela que, para él, el tema económico y la rentabilidad tiene prioridad. Las cuestiones de derechos humanos no son importantes para el presidente de Estados Unidos. Sobre todo después de que Trump salió victorioso del tema de su impeachment (juicio político) en el Congreso en febrero de 2020 y los demócratas no pudieron derrocarlo durante su juicio político, parece que los movimientos utilitarios de Trump para apoyar el peligroso enfoque nuclear de Arabia Saudí han aumentado. El creciente apoyo de Trump a la peligrosa postura nuclear de Arabia Saudí se ha convertido en un desafío para los legisladores estadounidenses, ya que ellos creen que no hay garantías suficientes para confiar en los saudíes y dudan sobre el procedimiento pacifico de su programa nuclear. Además, la construcción secreta de una fábrica de producción de torta amarilla por parte de Arabia Saudí confirma esta teoría. En consecuencia, han sido planteadas muchas críticas, especialmente, por parte de los miembros del Congreso de Estados Unidos, sobre la cantidad y calidad de cooperación nuclear de Trump con Arabia Saudí en 2019 y 2020.
P/FSH/NL
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